No agradó para nada al Presidente que lo hayan expuesto al abucheo al término de la misa central de Caacupé. En realidad no se sabe con exactitud si ese griterío iba dirigido a Mario Abdo o a algunos de sus ministros que no gozan precisamente de mucha popularidad.

Dicen que hubo un reclamo a la esposa del brague­tero veloz que hace oficina en la calle Yegros del porqué se hicieron eco de ese abucheo. La dire ordenó compensar la publicación con otra imagen “positiva” en donde se lo ve al Presidente abrazado con el pueblo.

Inexplicable la actuación de “noni noni” Castiglioni en relación con apoyo de Paraguay al pacto migrato­rio global. ¿O fracasó el sistema comunicacional del gobierno o quisieron esconder el documento a propósito? El canciller ni siquiera dio declaraciones a los medios al respecto, y solo se limitó a lanzar un comunicado que en realidad no aclaró nada.

La política exterior va de mal en peor. Todas las decisiones se toman en forma apresurada y de espaldas a la gente. Lo peor es que Lucho está convencido de que está haciendo bien las cosas y hasta ya confesó a sus íntimos que sus decisiones lo están catapultando para ser el sucesor de Mario Abdo. ¡Chupate esa mandarina!

Más de US$ 7 millones en caja, distribuidos en varios bancos, tiene actualmente la Municipalidad de Ciudad del Este. Por aquí vendría la mano del porqué algunos concejales se oponen ir a elecciones y a toda costa quieren que uno de ellos asuma la administra­ción de la comuna esteña. Clarísima la jugada.

A propósito de Ciudad del Este, llamó la atención el secretismo con el que manejaron la reunión entre el “Chino” García y la interventora Llanes. Se supone que si las cosas se harán de manera objetiva y transparente no tendría sentido impedir que los representantes de la intendenta investigada participen de las diligencias. ¿Están tramando algo?

Entre paréntesis, el “Chino” García es el que quiere posicionarse sobre el caso Ciudad del Este para intentar limpiar su corroída imagen. Por un lado, quiere obtener el aplauso de los medios que ya condenaron a los Zacarías y, por otro lado, zafar del juicio político que tiene pendiente.