El concepto de la liber­tad es un indicador para medir la situa­ción de un país y para conocer el perfil de sus dirigentes. Tur­quía sigue formando parte de los países en donde hace más de tres décadas la libertad deprensa retrocede de manera inédita. Al cierre del 2018, el presidente turco, Recep Tay­yip Erdogan, colocó a su país en el puesto 157 del ranking de libertad de expresión, según la organización Reporteros Sin Fronteras. De hecho, cayó dos escaños más respecto al 2017, actualmente está entre los países con mayor número de periodistas en prisión.

La oposición turca y varias organizaciones internacio­nales que trabajan en defensa de los derechos humanos y la libertad de expresión califi­can a Erdogan como un dés­pota, un depredador de la libertad de expresión, por su política represiva. Afianzado en el poder desde hace 16 años, con el nuevo sistema presi­dencial podrá seguirgober­nando mediante decretos. Fue presidente de Turquía desde el 2014; entre marzo del 2003 y agosto del 2014 fue pri­mer ministro. Anteriormente fue intendente de Estambul (1994-1998).

Tayyip Erdogan se reunió con Mario Abdo Benítez en el Palacio de Gobierno.

RADIOGRAFÍA DEL MANDATARIO TURCO

Desde el 2016, tras un fallido intento de sectores sociales y políticos por liberarse del mandatarioturco, la pobla­ción de ese país vivió casi dos años bajo un estado de emergencia permanente. Solamente en ese periodo, al menos124 medios de comuni­cación fueron clausurados por decretopresidencial, más de 200 periodistas fueron inte­rrogados y, de ellos, 125 fueron detenidos; decenas de perio­distas fueron expulsados al exilio; 1.539 abogados fueron procesados, 580 fueron arres­tados y 103 están condenados por intentar defender lainde­pendencia del Poder Judicial tras la declaración delestado de emergencia en Turquía.

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La purga impulsada por Erdo­gan en el Estado en los dos últi­mos años no tiene precedentes en la historia del país al desti­tuir por decreto a alrededor de 130.000 funcionarios –jueces, policías y militares–, sin que los afectados puedan apelar ante la Justicia. Según datos deAmnistía Internacional, unas 1.300 organizaciones nogubernamentales fueron clau­suradas en Turquía mediante decretos. Además, miles de personas fueron arrestadas por sus supuestos vínculos con la sublevación del 2016.

En definitiva, Recep Tay­yip Erdogan continúa per­siguiendo a todas las voces disonantesarmado con una amplia legislación antiterro­rista, que permite todos los abusos, así como con una ley que le permite juzgar acual­quier persona por “insultos al presidente”. A través de diver­sos medios políticos y econó­micos, controla acasi todos los grandes grupos de prensa, en particular a la televisión.

ALIANZAS CON VENEZUELA, RUSIA E IRÁN

Tras la cumbre del G20, que reúne a los países más indus­trializados y emergentes del planeta, el mandatario turco Recep Tayyip Erdogan visitó Paraguay para firmar acuer­dos bilaterales con el gobierno de Mario Abdo Benítez, entre ellos el de cooperación con­tra el terrorismo. El man­datario turco finalizó en su país el estado de emergencia luego de dos años de vigencia; a cambio, promulgó una ley “antiterrorista” sumamente restrictiva y criticada por las organizaciones de derechos humanos.

Erdogan también se reunió con Nicolás Maduro en Vene­zuela. Las relaciones entre los dos mandatarios se estrecha­ron tanto en los últimos tiem­pos hasta convertir a Turquía en un aliado vital para Caracas.

ENEMIGO COMÚN: EEUU

La BBC de Londres, al tratar de responder el porqué de la cada vez más estrecha rela­ción, señala que “Venezuela y Turquía tienen el mismo ene­migo, Estados Unidos”, así le dijo a Bloomberg Hayri Kucu­kyavuz,director de la oficina que el gobierno turco abrió este año para fomentar los negocios de las empresas de su país en Venezuela.

El más controversial de los acuerdos firmados entre Maduro y Erdogan permitirá a Turquía explotar minasde oro en la nación caribeña a cambio de alimentos.

Los diplomáticos estadouni­denses protestaron por el acuerdo turco-venezolano. En el seno de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sospechan que Venezuela está utilizando a Turquía para hacer llegar minerales estra­tégicos a Irán, otro país some­tido a las sanciones de Estados Unidos, que lo incluye en su lista de países que apoyan el terrorismo.

En línea con las denuncias de activistas y comunidades locales en Venezuela, Estados Unidos asegura que las minas en Venezuela están hoy bajo control de grupos crimina­les tolerados por el gobierno y que el descontrol en ellas está provocando graves daños en el medio ambiente.

Asimismo, analistas interna­cionales indican que, entre otros intereses, Erdogan se acerca a Vladimir Putin; a más de desarrollar proyec­tos nucleares y comerciales, busca el apoyo del premier ruso para pasar al frente de la protesta musulmana por el reconocimiento de Esta­dos Unidos a Jerusalén como capital de Israel. El manda­tario turco busca desde hace más de 10 años “ser el por­taestandarte de las alianzas musulmanas, pero con un éxito muy limitado”, seña­lan analistas internacionales.

En esa misma línea, ser el líder de las alianzas musul­manas en la región, Erdo­gan mantiene acuerdos con Irán, al que continuará com­prando gas natural a pesar de las sanciones que aplica Esta­dos Unidos a Teherán por su apoyo al terrorismo inter­nacional, entre otros temas clave para la superpotencia.

Las nuevas relaciones interna­cionales del gobierno de Mario Abdo Benítez generaron, como mínimo, un malestar diplo­mático entre Estados Unidos e Israel, al punto que este último país de medio oriente cortó relaciones con nuestro país. La política internacional del Gobierno se alinea cada vez más con gobiernos cuestionados en el concierto internacional.

TURQUÍA Y VENEZUELA FIRMARON ACUERDOS POR US$ 5.100 MILLONES

“Turquía da un balón de oxígeno a Maduro con inversiones y apoyo político”, publicó ayer el diario El País al hacer referencia al nuevo acuerdo refrendado en Caracas entre los presidentes Recep Tayyip Erdogan y el venezolano Nicolás Maduro. “Erdogan estrecha su relación con Caracas firmando acuerdos que está pre­visto que superen los 5.100 millones de dólares”, añadió.

“Nosotros vamos a cubrir la mayoría de las necesidades de Vene­zuela, tenemos esa fuerza, tenemos esa oportunidad”, aseguró Erdogan, según El País. Se trata de su primera visita oficial a Vene­zuela, donde Erdogan fue recibido con honores por su homólogo Maduro. Ambos se reunieron ayer en el Teatro Teresa Carreño con unos 200 empresarios de los dos países. Todo un periplo que con­cluyó en una reunión de trabajo en el Palacio de Miraflores.

Ninguno de los gobiernos ha detallado, por el momento, los acuerdos bilaterales. Según Maduro, existe un interés mutuo de invertir más de 5.100 millones de dólares en diferentes áreas. El presidente turco pidió “mejorar el ambiente de negocios para los empresarios”. Turquía se convierte en un as bajo la manga para el decadente chavismo. Al mando de un país arruinado y con un gobierno aislado, acusando como nunca los rigores de las sancio­nes económicas internacionales, Maduro intenta capear el tem­poral apoyándose en uno de sus nuevos aliados.

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