• POR RICARDO RIVAS
• Corresponsal en Argentina

Desde el mediodía de ayer (miércoles), Bue­nos Aires dejó de ser “La Reina del Plata”, como la inmortalizó Carlos Gardel, para mutar a una ciudad que con el correr de las horas se cie­rra hasta blindarse.

G20 –una expresión extraña a quienes vivimos en la peri­feria global– toma fuerza y hasta comienza a ser la excusa perfecta para justi­ficar todo lo que no funciona desde siempre y hasta para postergar algún pago que “vos sabés… te prometí para mañana pero, por la cumbre, no funcionarán los bancos y me quedé sin efectivo”.

No es el primero de los cón­claves del más alto nivel el que se desarrollará aquí pese a que Laura Jaitman, encum­brada funcionaria argentina que reporta al ministro de Hacienda Nicolás Dujovne, sostiene ante quien quiera oírla o no que “es el aconteci­miento más importante de la historia argentina”.

Desde muchos meses, agen­tes secretos norteamericanos, chinos, ingleses, alemanes, franceses, árabes y canadien­ses recorren sin descanso esas callecitas que “tienen un no sé qué” –como las describe la “Balada para un Loco”, de Piazzolla y Ferrer– para detec­tar posibles amenazas o áreas sensibles… vulnerables, para intentar un magnicidio.

Más de 22 mil efectivos –hom­bres y mujeres– de las fuerzas de seguridad y policiales fede­rales, a los que se agregarán en pocas horas más cerca de 4 mil militares, serán parte del dispositivo de seguridad que propone la Argentina con el acuerdo, la supervisión y el aporte o donación de equipos de alta tecnología de algunos de los países participantes.

Este jueves serán muy pocos las trabajadoras y trabajadores que concurrirán a sus empleos. Los bancos abrirán tan solo por dos horas y, sin esas entidades, el comercio se paraliza.

Las anunciadas restricciones en el transporte convencieron al capital y al trabajo, en no pocos casos, que no tiene sen­tido abrir las puertas. “¿Para qué?”, responde Claudio Gar­cía, gerente de una empresa de servicios ubicada en el down­town porteño. Lo mismo con­testa ña Rosita, vendedora ambulante de chipa y tortillas en la estación Retiro del Ferro­carril Mitre.

El espacio aéreo y terrestre en el que se desarrollará la cum­bre –como es de práctica para estos eventos– estará interna­cionalizado. No servirán más que como una referencia las leyes argentinas. Incluso, en un área de 400 km cuadrados en torno de Costa Salguero –frente al Aeroparque– donde habrán de deliberar los pre­sidentes, jefes de Estado y de gobierno. Toda aeronave no identificada podrá ser derri­bada por los jets que sobrevo­larán el área preventivamente.

“Pero… ¿para qué nos sirve la cumbre, maestro, si cuando estos tipos se vayan seguire­mos siendo pobres?”, pregun­tan varios de los consultados que solo tienen claro que vie­nen “ese Trump (Donald, pre­sidente de los Estados Unidos), el chino Xi (Jinping, presidente de la República Popular China) y la alemana (Angela Merkel)”.

Inexplicablemente, los habi­tantes de esta capital que casi siempre simulan tener respuesta para todo en tono mundano, poco y casi nada saben de lo que suce­derá en apenas 48 horas.

Guerra comercial, será el lati­guillo popular por varias sema­nas. Los analistas de cabotaje –como casi todo lo que sucede en la aldea global– relatarán lo sucedido con lógica pampeana aderezada con peculiaridades rioplatenses, pero, cuando todo haya vuelto a la normalidad, la inflación –anualizada– se acer­cará al 40,5%; el valor del dólar norteamericano no se alejará demasiado de los $ 40 por uni­dad y… la Copa Libertadores “vaya a saber dónde se juega” y, su resultado, como con la Cum­bre del G20, no le importará a nadie, pero desatará pasiones… a favor y en contra.

El Grupo Nación Comunica­ciones transmitirá en directo el encuentro del G20 que se iniciará mañana en la capi­tal argentina. El economista y analista Pablo Herken viajó a Buenos Aires para sumarse a los periodistas Viviana Valles y Ricardo Rivas, corresponsa­les de GEN y de La Nación, res­pectivamente, para la cober­tura correspondiente, que será difundida por las diversas pla­taformas del grupo.

El G20, o Grupo de los 20, es el principal foro internacional para la coo­peración económica, financiera y política, que aborda los gran­des desafíos globales y busca generar políticas públicas que los resuelvan. Comenzó como un foro de ministros de finan­zas y presidentes de bancos centrales y se fue ampliando y hoy incluye también reuniones a nivel de jefes de estados y de gobiernos. Está conformado por 19 países, más la Unión Europea y se reunirá por pri­mera vez en Sudamérica.