Rocío Tatiana Kanon­nikoff, secretaria recomendada de la primera dama de la Nación, Silvana López de Abdo, que se ubicó con sueldo de G. 30 millo­nes en Yacyretá, cuenta con antecedente de planillerismo. Su nombre saltó entre los fun­cionarios pagados por el Estado que, en vez de trabajar en sus respectivas instituciones, rea­lizaban tareas domésticas en la residencia del fallecido líder del Unace, Lino César Oviedo.

Según publicaciones perio­dísticas, Kanonnikoff cobraba sueldo en la Corte Suprema de Justicia, en los papeles figu­raba como comisionada en la Cámara de Diputados, pero en realidad trabajaba en la casa de Oviedo como una de las secretarias.

Fotografías publicadas años atrás por la prensa mostraban cómo Kanonnikoff prestaba servicios en casa de los Oviedo, mientras percibía salario en la Corte como comisionada en Diputados. La secretaria de la primera dama mantiene su lealtad a la familia Oviedo y en la última campaña presiden­cial cumplió el rol de ferviente operadora política del diputado Ariel Oviedo y el movimiento Colorado Añetete, del presi­dente Mario Abdo Benítez.

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Mario Abdo Benítez y Silvana López Moreira.

A menos de un mes de asu­mir como presidente, el 11 de setiembre del 2018, su líder Abdo Benítez nombró a Kanonnikoff como coordina­dora general del Despacho de la Primera Dama, dependencia sin presupuesto a cargo de su esposa, Silvana López de Abdo.

El 28 de setiembre del 2018, la afortunada secretaria apare­cía en la planilla de Yacyretá con un sueldo de G. 30 millo­nes, comisionada al despa­cho de la Primera Dama de la Nación. Mientras tanto, Sil­vana de Abdo decía a los medios que su despacho se financia con “aporte de amigos”.

El sueldo de Kanonnikoff incluye gastos de almuerzo, presentismo, antigüedad afín, título, subsidio por energía eléctrica, etc., y así totaliza el monto mensual cercano a los G. 30 millones.

Yacyretá se limita a pagar el jugoso salario de la secreta­ria. Cuando consultamos en la entidad sobre el rol y los tér­minos del comisionamiento de Kanonnikoff, respondieron que “eso se le da a las institucio­nes y ellos ya disponen cómo, qué, con quién”. Los voceros de la binacional también habían señalado que el nombramiento de la mano derecha de la pri­mera dama corresponde a “los pedidos especiales” que reci­ben en la institución.

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