Por Orlando Bareiro
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Sin registros laborales, los hijos del diputado Miguel Cuevas se convirtieron en exitosos ganaderos con lote de animales por G. 1.000 millones y prósperos terratenientes.
Después de una década de extraordinaria bonanza que experimentó en la Función Pública y tras el escándalo que lo sacudió por su receta mágica de la fortuna, el presidente de la Cámara Baja, Miguel Cuevas, este año hizo figurar en su declaración jurada un descenso en su patrimonio total.
Hizo desaparecer cifras de su declaración de bienes ante la denuncia por enriquecimiento ilícito que se presentó en su contra en el Ministerio Público. En este contexto, aparecen como nuevos y prósperos millonarios dos hijos suyos.
Raúl Adilson Cuevas y Enzo Miguel Cuevas, quienes no cuentan con registros laborales, se convirtieron en importantes ganaderos y terratenientes de Paraguarí, quienes -así como el papá diputado- de la nada lograron un meteórico ascenso económico, en tiempo récord.
El impune e intocable para la Justicia paraguaya, Miguel Jorge Cuevas Ruiz Díaz, hasta el 2014, luego de dejar de ser funcionario de la Administración de Puertos de Paranaguá y posteriormente intendente de Sapucai, disponía de un patrimonio que superaba la jugosa suma de G. 9.727 millones. En febrero del 2018 redujo su patrimonio G. 3.509 millones. Es aquí donde aparecen los hijos que coincidentemente con el descenso económico del papá se quedaron con lo que se borró de la declaración jurada del diputado.
Es decir, la fortuna del diputado Cuevas pasó a manos de sus hijos que nunca trabajaron.
En el caso de Raúl Adilson, estudiante de la carrera de Veterinaria, de 21 años de edad, según los datos suministrados por el Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa), tiene a su nombre 201 cabezas de ganado, en su gran mayoría de las razas Nelore, Brahman y Brangus. El precio promedio que nos brindaron referentes del sector ganadero estima G. 4 millones por cabeza de animal, esto representa la nada despreciable suma de G. 804 millones aproximadamente, que acumuló el joven en los últimos dos años.
Estos lotes de ganado, de acuerdo con los datos de Senacsa, a los que accedió La Nación, están ubicados en el establecimiento ganadero Don Miguel, propiedad de su padre Miguel Cuevas, en la compañía Cerro Rokê de Sapucai.
El otro hijo, Enzo Miguel, figura como el principal beneficiado de los importantes inmuebles que en algún momento pertenecieron a su padre, según documento de la Dirección Nacional de Catastro de Sapucai.
Enzo Miguel es hoy día asesor “ad honorem” en la Cámara de Diputados, luego ser el coordinador del almuerzo escolar durante el mandato de Cuevas en la Gobernación de Paraguarí, administración que por cierto dejó faltante de G. 40.000 millones.
Enzo Miguel se quedó con más de 18 hectáreas de inmuebles, en diferentes localidades del departamento de Paraguarí. El precio promedio por hectárea en la zona se estima en unos G. 25 millones, es decir en inmuebles el joven asesor se benefició con unos G. 450 millones por parte del papá. Otra propiedad cuyas dimensiones no figuran en el Catastro también forma parte del combo de fincas que recibió el muchacho.
Enzo Cuevas es además esposo de la representante legal Albicar SRL, Alba Montiel Cañete. Esta empresa fue una de las beneficiadas en adjudicaciones del almuerzo escolar, cuando Miguel Cuevas se desempeñaba como gobernador de Paraguarí, época en la que tejieron una red de negocios familiares que sumó aun más réditos económicos a este clan del noveno departamento.