- POR ROSSANA ESCOBAR M.
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El estatus de millonarios que consignó en su declaración a la Contraloría el ex gobernador de Guairá Rodolfo Friedmann sobre él mismo y su madre Guadalupe Alfaro, al parecer está lejos de la realidad.
Después de conocerse que Friedmann era un asalariado más en la azucarera de su padre Rodolfo Friedmann Cresta y que su madre tenía una cantina dentro de la fábrica, donde vendía minutas, ahora salta la maltrecha residencia donde registra dirección la mujer.
La dirección que figura en los registros públicos y comerciales conduce a una pequeña casa, donde reside la mujer, a quien en su declaración su hijo Friedmann le atribuye un anticipo de herencia para justificar la compra de acciones por G. 2.500 millones en Nápoles SA.
El 27 de setiembre del 2013, un mes después de asumir como máximo jefe de Guairá, Friedmann y su madre, Guadalupe, constituyeron la firma Nápoles SA, con aportes en efectivo y en un solo acto de G. 5.000 millones, según consta en la escritura Nº 105, realizada por la escribana Maura Andrea Aguilar Caire. En la escritura figura que Rodolfo Friedmann Alfaro puso en efectivo, de una sola vez, G. 3.000 millones y su madre, Guadalupe Alfaro, G. 2.000 millones, también en efectivo y en ese mismo acto.
Más tarde cambiaron la denominación de la firma por Estonia SA.
En setiembre del 2014, un año después de ubicarse como gobernador, Friedmann declaró a Contraloría que compró acciones por valor de G. 2.500 millones. “Las acciones fueron compradas mediante anticipo de herencia materna”, consignó el ex gobernador en el citado documento.
La mujer a la que Friedmann atribuye una alta capacidad financiera en realidad es de clase media para abajo. Guadalupe vendía empanadas y servía agua caliente a los obreros de la azucarera, verdad de hierro que el ex gobernador no puede derribar.
La vivienda es parte de la humilde realidad que tenía la mujer, que de la noche a la mañana se convirtió en millonaria socia del hijo en una SA.
Friedmann también registró Yhaca SA, junto con su ex esposa Luz Mabel Ortigoza, en el 2008, y en el plazo de un año completaron G. 2.000 millones, según escritura. Una estancia se atribuye a esta sociedad, pero después por problemas en la pareja entró en litigio judicial.
Rodolfo Friedmann Cresta, padre del ex gobernador, nos dijo que su hijo era un empleado más de la fábrica, que nunca tuvo acciones ni recibió porcentaje de ganancias en la empresa. Su sueldo era de G. 16 millones y, según nos contó, fue desvinculado después de ser salpicado en el escándalo de contrabando de azúcar en el 2012.
Friedmann, por su parte, se defiende diciendo que las publicaciones son parte de una campaña por parte del grupo Cartes para “dañar mi imagen”. No explica el origen del dinero que junto con su madre suscribieron en Nápoles SA. Su jugoso depósito en un banco, de G. 2.000 millones, y una cuenta de ahorro de G. 500 millones, etc., generan curiosidad sobre la fórmula que utilizó para amasar estas sumas de dinero, considerando las referencias de ingresos que dio su papá.