En el 2017, el MOPC corroboró que la solución al problema del río Pilcomayo pasaba por realizar la limpieza sacando los sedimentos fuera del cauce hídrico para que no se vuelva a taponar con el mismo material que depositaban al costado del canal. Durante años, la misma rosca de contratistas hacía mal los trabajos para volver a entrar año tras año en las millonarias licitaciones. El Estado puede ahorrarse US$ 10 millones al año si las obras se hacen bien. La actual administración, a cargo del ministro Arnoldo Wiens, vuelve a adjudicar a empresas que nunca realizaron una buena tarea. Salta contubernio entre funcionarios del MOPC y empresarios.

  • POR JORGE TORRES ROMERO
  • Periodista 
  • @jtorresromero

Una vez descubierto el real problema de la falta de agua en el río Pilcomayo, un drama que se repite cada año, el Ministerio de Obras Públicas y Comuni­caciones (MOPC), en una lici­tación convocada en el 2017, dispuso en el pliego de bases y condiciones (PBC) como una exigencia fundamental que el sedimento extraído del cauce del río sea depositado fuera del cauce hídrico y se dejó en claro que la empresa fiscaliza­doradebía cerciorarse de que efectivamente este requeri­miento clave se cumpla.

La licitación era denominada “Ampliación, profundización y optimización de los canales de captación y conducción de agua del río Pilcomayo en terri­torio paraguayo”. El PBC exigía dragas de 1.100 HP y retroex­cavadoras anfibias. Una de las empresas adjudicadas para la realización deltrabajo, corres­pondiente al lote 1 por valor de G. 22 mil millones, fue para la empresa Topografías y Cami­nos SA (TyC) de Alberto Griño.

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Ante la Dirección Nacional deContrataciones Públicas se denunció a la empresa contra­tistaporque los equipos reque­ridos en el pliego nunca estu­vieron en la zona de obras y la única retroexcavadora anfibia era delMOPC, además de que la draga presentada no cumplía con elrequisito de HP mínimo. La firma hizo un descargo en papeles y la denuncia se deses­timó.

Este es el informe parcial de la fiscalización de la obra realizada por la empresa TyC. Señala que la contratista no cumplió con las especificaciones técnicas. Todavía no está el informe conclusivo y la contratista ya cobró el 100% del trabajo.

SOBRE LA OBRA

La limpieza del Pilcomayo necesariamente tiene que hacerse sacando los sedimen­tos fuera del lecho del río para que no se vuelva a taponar con el mismo material. Durante años se corroboró que se hacían mal lostrabajos a pro­pósito para volver a entrar año tras año a las licitaciones y, ade­más, se ampliaba cada vez más elpresupuesto para las obras por parte del MOPC.

Esa rosca de empresas contra­tistas se rompió por un impulso del sector privado, junto con laGobernación de Boquerón, y otros actores. El MOPC se dio cuenta de que la metodología debía ser diferente, y por las pruebas que se hicieron cam­biaron las exigencias y el sis­tema de trabajo.

Los resultados, a pesar de ser “parciales”, fueron muy aus­piciosos. Prueba de ello es que se llegó a tener agua en tiem­pos de sequía hasta en la zona de Gral. Díaz. Los resultados fueron parciales porque solo enalgunos lugares se lim­pió correctamente y se sacó el sedimento del lecho río, ya que en otros lugares dejaron a lado del canal, como fue la cos­tumbre anteriormente.

En varias reuniones en el MOPC se le exigió a la empresa TyC que haga bien su trabajo de extracción desedimentos. Se habían comprometido a hacerlo, pero dilataron hasta el cambio de gobierno y logra­ron, ya en la administración del ministro Arnoldo Wiens, una maniobra para obtener el último cobro y sobrepasar la autoridad de la empresa que estaba a cargo de la fiscaliza­ción de la obra.

Arnoldo Wiens, ministro.

ACERCA DE LA FISCALIZACIÓN

La firma fiscalizadora Consul­tora de Ingeniería Alto Para­guay SA, cuyo representante legal es el ingeniero civil Amíl­car Troche, realizó un informe (junio del 2018) en el que deta­lla que el trabajo de TyC está en un 90%observado.

Señala que los sedimentos no fueron retirados del cauce, tal como establecía el PBC, y tam­bién dejaron en claro que la fis­calizadora determina el lugar y distancia, al tener un informe exigiendo eso, efectivamente el trabajo no estaba bien eje­cutado.

Hasta ahora está pendiente un informe final de la fisca­lizadora, ya que todavía no se entregaoficialmente por­que existe un conflicto entre la empresa TyC y la fiscaliza­dora. El informe necesaria­mente debe iracompañado del libro de obras.

INFORME A LA MEDIDA

La empresa TyC no acepta el informe final, el libro de obras, entonces consigue un informe del supervisor de la obra en representación del MOPC, que es un funcionario de nombre Blas Cristaldo, en el que no existen detalles que corregir supuestamente. Se obtuvo este “informe” del supervi­sor, ya que para finiquitar el pago, el trabajo de la empresa contratista no tiene que tener observaciones. El informe final necesariamente la debe dar la empresa fiscalizadora de la obra y no un supervisor del ministerio.

SE PAGÓ CON BASE EN UN INFORME A MEDIDA

Actualmente la obra ya fue pagada por el MOPC a la con­tratista en un 100%, incluso con una diferencia entre lo pagado y facturado por reten­ciones del PBC. El MOPC no tuvo que haber pagado todo sin tener el informe final por parte de la fiscalizadora. Solo utili­zaron para justificar el pago el “informe del supervisor” Blas Cristaldo.

Nuestro diario accedió a una planilla en la que figu­ran pagos de la empresa TyC al funcionario Cris­taldo y algunos códigos por supuesto gerenciamiento por montos millonarios, lo que indica que Cristaldo reci­bía un salario de la empresa contratista. Otro detalle es que la camioneta que le había dado la empresa TyC a Cris­taldo para fiscalizar la obra el funcionario la sigue usando después de que supuesta­mente haya culminado la obra. Es una camioneta Nis­san NP300, roja, chapa HCZ 025, que Cristaldo estaciona frente al MOPC todas las mañanas.

Todos estos elementos indi­can que habría un pago a un supervisor para acomodar las observaciones, lograr la recepción de obra como cul­minada y, finalmente, el pago total. TyC presentó una nota de ampliación presupuesta­ria en la que pide el 20% del contrato: G. 4.400.000.000. La contratista argumentó que ejecutaron mucho más de lo establecido en el pliego.

En teoría hicieron más metros cúbicos de remoción, pero fue un pequeño movimiento sin realmente haber realizado la extracción del material. Por eso el informe con observaciones de la empresa fiscalizadora.

Este es un trabajo de limpieza realizado con dragas en el Pilcomayo y en el que se observa que los sedimentos son sacados fuera del lecho del río.

RESULTADOS POSITIVOS SI SE HACEN BIEN LOS TRABAJOS

Cuando se realizó el trabajo correctamente en emboca­dura (donde el río Pilcomayo empieza a fluir exclusivamente en territorio paraguayo y se abre otro canal que va exclu­sivamente a Argentina), el agua ingresó y se escurrió por los canales. Pero al cabo de algu­nas semanas los sedimentos al costado taponaron el canal, lo que evitó el escurrimiento de las aguas. Queda claro que si los sedimentos no se dejan al cos­tado del canal y se cumplía con la disposición técnica el pro­blema quedaba solucionado.

Al lote 1, que fue para la empresa TyC, le correspondía la limpieza desde embocadura (km 0) hasta el km 50. El tra­bajo del km 5 en adelante ya se hizo con sedimentos deposi­tados al costado. Como el agua corrió y fue desmoronándose llevó esa tierra y depositó en el km 65 en adelante. El trabajo a medias del lote 1 ensució y des­compuso el trabajo del lote 2. Hoy se tiene como resultado que el agua se tranca en ese sec­tor, se depositan sedimentos y queda todo taponado.

NUEVA LICITACIÓN CON ADENDA A MEDIDA

La nueva licitación de la tem­porada 2018/2019 ya se había lanzado a fines de julio. El PBC establecía lo mismo que la anterior.

Menciona que el sedimento debía depositarse fuera del lecho del río y exigía más equi­pos anfibios (dragas y retroex­cavadoras). El 01/09/2018 se levanta en el portal la adenda 9.

En esa adenda se cambian los precios totales, se unifi­can los montos entre el lote 1 y 2. Se pasa de un precio refe­rencial de G. 24.000 millones a G. 35.000 millones.

Con esto, se legaliza el tra­bajo mal hecho denunciado en la temporada pasada, estableciendo que si se tra­baja con dragas el sedimento debe ser depositado fuera del cauce. Y si lo hacen con máquinas convencionales fuera del canal.

Fuera del canal sigue estando dentro del cauce y es justamente el trabajo que tapona y tranca todo. Es lo que se rompió en la admi­nistración anterior y ahora con esa adenda buscan vol­ver a trabajos mal ejecuta­dos, pero ya legalizados.

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