La presidenta de Petropar, Patricia Samudio, había negado que la empresa de su marido esté vinculada al rubro de combustible. Sin embargo, la firma operaba estaciones de servicios y actualmente es intermediaria en la compra y venta de combustibles. Llamativamente, las distribuidoras beneficiadas recientemente por Petropar en la venta de combustibles a bajo precio, semanas antes de la suba, son las principales acreedoras de Triqueta SA, propiedad de José Costa Perdomo, actual cónyuge de la titular de la petrolera estatal.
Según registros que figuran en la página del Ministerio del Ambiente, la empresa Triqueta SA, de José Costa Perdomo, esposo de Patricia Samudio, presidenta de Petropar, había presentado un estudio de impacto ambiental en el 2015 con el fin de que le habiliten una estación de servicios del emblema Puma en la ciudad de Villa Elisa. La empresa Puma había firmado un contrato de subarrendamiento con Costa Perdomo y otras dos personas.
La estación fue habilitada y administrada hasta hace algunos meses por Triqueta SA. La firma se desprendió de la misma por serios problemas financieros que venía afrontando.
En la página del Ministerio deIndustria y Comercio, a través de la Dirección General de Combustibles, figura el listado de la cantidad de estaciones de servicios. La empresa Triqueta SA aparece con dos establecimientos. El primero en la ruta Acceso Sur esquina 10 de Agosto, barrio Cardozo Ocampos, y el segundo en la Ruta 7 Dr.José Gaspar Rodríguez de Francia, km 21, fracción Renacer. Ambas tienen la categoría PCP (puesto de consumo propio), que adiferencia de las estaciones de servicios tienen bocas de expendiode combustibles para consumo interno, que podría usar para sus flotas de camiones.
Con estos elementos, se deja al descubierto la mentira de la presidenta de Petropar, quien en unaentrevista con el periodista Carlos Báez en radio Monumental había negado que Triqueta SA esté vinculada al rubro combustible, aunque reconoció que se trataba de una empresa privada manejada por su marido.
La empresa Triqueta SA es conocida en el mercado como intermediaria en la compra y venta de combustible.Es decir, compra de grandes emblemas y luego las provee a grandes navieras, además de contar con una flota de camiones.
SOSPECHOSO BENEFICIO
Actualmente, la empresa Triqueta SA posee millonarias deudas en el sistema financiero que rondan los US$ 4 millones. Por ejemplo, sus principales acreedores son Finexpar SA, Banco GNB (deuda de G. 2 mil millones), FIC Financiera (del Grupo Barcos y Rodados), Banco Regional (deuda de G. 2 mil millones), Banco Itapúa (deuda de G. 2 mil millones) e Interfisa.
También tiene millonarias deudas con distribuidoras de combustibles como, por ejemplo, Copetrol, MonteAlegre/Imperial, Gasur y Barcos y Rodados.
Llamativamente, la titular de Petropar, Patricia Samudio, firmó contratos para la venta de combustible de la petrolera estatal con emblemas privados que coincidentemente son los principales acreedores de la empresade su marido y lo hizo en el mes de setiembre a bajo precio, sabiendo que desde octubre se darían los incrementos en el precio.
A esto se suma otra cuestión que no solamente es llamativa, sino que violatoria de un decreto presidencial que obliga a las entidades públicas a depositar y mantener los fondos en el Banco Nacional de Fomento.
Samudio ordenó mover US$ 43 millones del BNF a favor de bancos privados y, principalmente, a los bancos a los que Triqueta SA debe millones. Por ejemplo, el caso de GNB, donde la titular de Petropar transfirió US$ 20 millones hace un mes y donde la empresa de su marido debe cerca de G. 2 mil millones.