El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, llamó el sábado al mediodía al ex presidente Horacio Cartes. Le manifestó su “profundo dolor” por la actitud del gobierno de Mario Abdo Benítez de suspender el traslado de la embajada paraguaya a Jerusalén y retornarla a Tel Aviv. En el entorno del ex presidente trascendió que el primer ministro de Israel expresó durante la charla que no esperaba esta decisión por la rica historia en las relaciones entre estas naciones. No se divulgó el resto de la extensa conversación que sostuvieron el líder israelí y Cartes, pero se supo que estuvo presidida por un clima amistoso y que el ex presidente paraguayo valoró y agradeció la cooperación destinada a los jóvenes del país.
Vale recordar que al tiempo de anunciarse la cancelación del plan de traslado de la embajada paraguaya a Jerusalén, de inmediato Israel anunció el cierre de su legación en Asunción. El mismo día, la autoridad palestina dio a conocer su proyecto de apertura de su representación diplomática en Asunción como una acción de posicionamiento geoestratégico ante el retiro de su antagonista (Israel).
En el gobierno anterior, el entonces presidente Cartes había tomado la decisión de trasladar la sede diplomática a la ciudad de Jerusalén, convirtiéndose así en el tercer país en instalarse en la Ciudad Santa, después de Estados Unidos y Guatemala. Esto, después de que el presidente norteamericano Donald Trump acordara en diciembre del año pasado reconocer a Jerusalén como capital de Israel.
La misiva de Cartes
En la carta, expresa a Netanyahu su “pesar” por la crisis desatada por el gobierno de Abdo Benítez al disponer el traslado de la embajada en Israel.
En la carta que el ex presidente Horacio Cartes escribió al primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, señala que “No hubiera querido tomar parte del debate político con tanta prontitud a la conclusión de mi gestión, pero como líder de un movimiento político no puedo permanecer en silencio ante la decisión del actual Gobierno de mi país de cancelar la instalación de la embajada paraguaya en Jerusalem –no porque fuera una iniciativa nuestra– sino porque era un gesto que planteaba un hito en la hermosa relación de amistad entre nuestros pueblos”.
Indica además la carta que “esta decisión poco gentil del gobierno representa una acción ofensiva con el sentimiento nacional del pueblo de Israel, ante lo cual, como el más humilde de los ciudadanos del Paraguay, expreso mi inquietud y mi pesar”.
La carta consigna en otro párrafo que aprovecha para expresar “la opinión de ciudadanos paraguayos y miembros de la comunidad judía en el Paraguay quienes no se sienten representados por esta iniciativa tomada y lamentan el incidente”.
La reacción del líder israelí no se hizo esperar y a poco de recibida la carta de HC solicitó una charla telefónica personal con él, la que concretó con su llamada del sábado al mediodía.