Un grupo de representantes de la comisión de ciudadanos organizados de escrache solicitaron ayer que se inicie el proceso de la pérdida de investidura del diputado liberal Carlos Portillo y el senador Víctor Bogado. Mientras tanto otro grupo de 300 ciudadanos solicitó lo mismo para el diputado colorado Carlos Núñez Salinas.
Los representantes de los ciudadanos organizados, encabezados por Esther Roa, se reunieron primeramentecon el presidente de la Cámara de Diputados, Miguel Cuevas, a quien presentaron el pedido de pérdida de investidura de Portillo. En este sentido, Roa señaló que en principio el titular de la Cámara Baja se negó a recibirlos, sin embargo, accedió bajo la amenaza de iniciar un escrache en su contra.
“Entramos con los compañeros para hacer un reclamo fuerte y contundente que nosotros estamospidiendo y exigiendo el tratamiento de la pérdida de investidura de Carlos Portillo. Escuchó pero no dijo nada”, sostuvo Roa. Agregó que Cuevas se comprometió a hablar con sus pares y posteriormente se tomará una decisión.
Posterior a la reunión el titular de la Cámara Baja señaló que se debe escuchar los reclamos ciudadanos, sin embargo, señaló que no se puede llevar adelante el pedido si un parlamentario no se hace cargo del proyecto. “Acá hay reglamentos y leyes que cumplir; este reglamento dice que tengo que recibir un pedido de, al menos,20 diputados para tratar el tema de una posible pérdida de investidura de un legislador”, refirió.
Luego, el mismo grupo se dirigió a la Cámara de Senadores para solicitar también la pérdida de investidura del senador Víctor Bogado.
“Ese privilegio que él tiene en el trámite de sus procesos justamente responde al tráfico de influencia y nosotros queremos encuadrar esos hechos dentro del artículo 201”, refirió Roa.
Por otra parte, un grupo de 300 ciudadanos del departamento Central presentaron en mesa de entrada de la Cámara de Diputados otro pedido de pérdida de investidura, esta vez para el diputado Carlos Núñez Salinas. El documento también señala que Núñez dilató su proceso durante cinco años para evitar enfrentarse a la justicia.