El acuerdo Petta-Piris para levantar huelga docente infla el presupuesto de manera irresponsable en 100 millones de dólares. Un sector de los docentes está disconforme con el arreglo impulsado por el dirigente gremial y partidario de Colorado Añetete.
El acuerdo al que llegaron Eduardo Petta y el sindicalista Silvio Piris, ministro de Educación y Ciencias, y presidente de la Federación de Educadores del Paraguay (FEP), respectivamente, para desactivar una huelga de docentes conlleva la irresponsabilidad de exponer al Estado paraguayo a una erogación adicional y carga para el contribuyente de al menos US$ 100 millones.
Este monto representa además un agujero prematuro al proyecto de ley del Presupuesto General de la Nación, que Hacienda debe presentar al Congreso a más tardar el viernes venidero. Además de eso, con este y otros incrementos en el plan de gastos para el 2019, el Gobierno está amenazando gravemente engordar el déficit fiscal para el año entrante, que con estos agregados podría superar el límite legal del 1,5% del Producto Interno Bruto (PIB).
Al margen de que los educadores puedan merecer un mejor salario, hay que tener en cuenta que es uno de los grupos más privilegiados en los aumentos de los últimos años por encima de cualquier otro de la función pública.
Uno de los principales sindicatos de docentes del país había amenazado al nuevo gobierno con la primera huelga programada para ayer 29 de agosto, exactamente al cumplir dos semanas del inicio de su tarea. La idea de los sindicalistas era darle el primer golpe de entrada a la nueva administración para hacerle sentir su peso si no les daba un 16% de aumento salarial.
ESCASA REPRESENTACIÓN GREMIAL
El nuevo gobierno, con un ministro sin experiencia y emparentado políticamente con el presidente del gremio de la Federación de Educadores del Paraguay (FEP), accedió prematuramente a celebrar un pacto a todas luces ilegítimo y con un sindicalista con escasa representación gremial. Piris, líder de esta corriente sindical, es activista de Colorado Añetete y, es más, ocupa actualmente la presidencia de la Junta Departamental de Itapúa.
Llama la atención que Petta, ante la primera presión gremial ya aceptó y tuvo que usar rápidamente la calculadora para abultar el equivalente a 100 millones de dólares el proyecto de presupuesto estatal que se prepara para el 2019, sin importarle mucho si existe ese dinero y si ese aumento no implicará recortar los gastos para otras instituciones y proyectos que requieren fondos con mayor urgencia y necesidad.
El ministro Petta es compañero de lucha política del sindicalista Piris, con el que se confabula en esta ocasión para meter la mano en la lata del Ministerio de Hacienda. Así consiguió un 13% de aumento que rápidamente se incluyó en el proyecto de presupuesto estatal.
En términos prácticos, se trata de una conquista política y económica de sindicalistas que no tienen escrúpulos para usar a estudiantes como rehenes de sus apetencias y un espaldarazo importante para un sindicalista devenido en político, que tiene denuncias de sus pares en la Justicia por acusaciones de estafas a educadores del interior.
Constituye también una victoria para el movimiento Colorado Añetete, ya que está clara la pertenencia de Piris al mismo movimiento partidario de Petta y del presidente de la República, lo que pesó a la hora de conseguir el aumento.
En los últimos cinco años, uno de los ministerios del Ejecutivo que más incrementos ha recibido en su plan de gastos, por su importante papel, es el Ministerio de Educación y Ciencias. El presupuesto para esta secretaría de Estado tuvo un alza del 53% en el último quinquenio, pues de 4 billones 160 mil millones de guaraníes que se le asignaba en el 2013, trepó a 6 billones 366 mil millones de guaraníes en el 2018.