La recusación se presentó ayer contra dos miembros del Tribunal de Apelación de Paraguarí, que debe resolver el pedido de revocar el sobreseimiento de Miguel Cuevas, actual presidente de la Cámara de Diputados, por supuestos hechos de corrupción durante su gestión como gobernador de Paraguarí. Justamente, en la víspera se hizo una manifestación contra Cuevas en dicha ciudad.
La recusación fue presentada por el concejal municipal de Ybycuí Ezequiel Cáceres, justamente el denunciante en la causa contra Cuevas. En su solicitud, Cáceres asegura que se perdió el criterio de independencia e imparcialidad por parte de los magistrados Gustavo Aguadre y Javier Esquivel.
En el caso del juez Aguadre, Cáceres se basa en una entrevista periodística que concedió dicho magistrado al canal GEN y diario La Nación, en la que el mismo cuestiona el trabajo de la fiscala Sonia Pereira, encargada de hacer las investigaciones contra Cuevas durante su administración al frente de la Gobernación de Paraguarí.
En ese sentido, hay que recordar que el juez Aguadre dijo en la entrevista que en sus 17 años de vida profesional nunca vio una situación como la que se presentaba en este caso, en el que la representante del Ministerio Público, en este caso la fiscala Pereira, pedía que se revoque el sobreseimiento del encausado que ella misma había solicitado.
“Me siembran dudas respecto al accionar del Ministerio Público. La actuación del Ministerio Público tiene que ser coherente, así como la de los jueces, así como lógicamente tiene que ser el que impulsa la acción penal pública. No puede un ciudadano estar, por más gobernador o presidente de la Cámara de Diputados que sea, sujeto a la parsimonia de un agente del Ministerio Público, que un día dice no y luego, sin que medie ninguna circunstancia, dice que sí. Lo más simpático es que en el expediente no cambió nada”, había declarado el magistrado.
Para Cáceres, con esto el juez Aguadre compromete gravemente su imparcialidad, ya que prácticamente ya está sentando postura u opinando sobre la causa que el Tribunal ni siquiera examinó.
Con respecto al abogado Javier Esquivel, el otro miembro recusado, el denunciante Cáceres hace mención a lo ocurrido con el funcionario Hilario Bustos, actuario judicial del Tribunal, que apareció en la Contraloría General de la República en la mañana del último jueves, justo en momentos en que estaba en el lugar el propio presidente de Diputados, Miguel Cuevas, en una reunión con el contralor general, Enrique García.
Bustos, al ser consultado por el equipo periodístico de GEN y La Nación, primero negó su identidad, pero después ya no tuvo de otra. Confirmó que llegó al lugar para hacer una comisión con relación al caso Cuevas, atendiendo a un pedido de su jefe directo, el magistrado Esquivel. Por esta razón, para Cáceres tampoco hay imparcialidad en este profesional.
ÁLVAREZ NO FUE RECUSADO
El otro integrante del Tribunal de Apelación en lo Penal de Paraguarí es Antonio Ramón Álvarez Alvarenga, quien no fue recusado. Esta dependencia judicial debe resolver el pedido de revocar la desestimación de la denuncia contra Cuevas, que fue firmada por el juez Blas Cabriza. La denuncia contra el actual presidente de la Cámara Baja habla de un supuesto faltante de G. 40 mil millones en la Gobernación durante su gestión, en el período 2017, utilizando un sistema de documentos “clonados”, entre otros. Cuevas fue gobernador desde el 2013 hasta dicho año, cuando renunció para ser candidato a diputado.
Además de las sospechas sobre posible “clonación” de facturas que fueron utilizadas para justificar millonarios desembolsos durante su gestión como gobernador, la situación de Cuevas en la cámara ya tiene cuestionamientos, principalmente por la masiva contratación de sus “compueblanos” y, sobre todo, la designación con cargo de directores de personas allegadas a la investigación en su contra.
En ese sentido, Cuevas nombró como “director de Asuntos Legislativos” de la cámara a Alex Damián Aguirre Jara, ex secretario dactilógrafo hasta mediados del 2017 de la circunscripción de Paraguarí, justamente la que corresponde al juez Cabriza, que desestimó su causa. Como si esto fuera poco, ubicó en el cargo de “director de Proyectos en Estudio” a Juan Gabriel Espínola Vega, esposo de María Liz Alcaraz, asistente de la fiscala Sonia Pereira, de Paraguarí, la agente que lleva adelante la investigación en su contra.
MANIFESTACIÓN
Un grupo de ciudadanos se manifestó ayer frente al Poder Judicial de Paraguarí, pidiendo que la situación de Cuevas no termine impune. Quienes encabezaron esta movilización fueron algunos concejales departamentales y de ciudades de Paraguarí, en donde se denunciaron también supuestas obras que nunca se terminaron y que se presupuestaron durante la administración de Cuevas.