Para el ex ministro de Educación, Enrique Riera, la unidad de los distintos sectores del coloradismo es indispensable para la continuidad del partido en el poder. Destacó que Honor Colorado logró un importante número de bancas, tanto en Diputados como en Senadores, además de 9 gobernaciones, lo que es clave para el partido.
Resaltó que Mario Abdo ganó las presidenciales gracias a los votos de su movimiento y de seguir distanciados la ANR podría perder importantes municipios en las elecciones del 2020 y hasta podría ser derrotado en el 2023.
“Mario Abdo dijo en repetidas oportunidades que él iba a ser un factor para la unidad, que iba a ser un puente para la concordia entre todos los paraguayos y, por ende, debería ser entre todos los colorados. Si no logramos la unidad, el Partido Colorado cae en el 2023. Primero va a perder muchas intendencias y después perderá en las generales y ahí van a aprender que la soberbia es mala consejera. Hay que tener grandeza en la victoria y no humillar al derrotado. La victoria y la derrota son conyunturales, puede cambiar en cualquier momento”, manifestó.
Agregó: “Yo estuve en la reunión en Mburuvicha Róga donde el presidente Cartes les pidió a los 9 gobernadores que apoyen a Marito sin condiciones y desde ahí se coordinaron los trabajos. Yo no sé que piensan, porque si no se arregla este asunto para las elecciones municipales del 2020, se va a destruir la confianza y quien va a apoyar a quien, si el que llega al día siguiente ni te atiende el teléfono”.
Señaló que Marito recibió un gobierno ordenado, con más aciertos que errores y que lo más acertado para su gobierno sería dar continuidad a los proyectos que se dejaron en curso con financiación asegurada, además de aceptar los aspectos positivos de Honor Colorado.
“Lo natural primero es arreglar la familia y después liderar el resto del país, no es liderar el país con un sector de la oposición despreciando a otro sector del Partido Colorado, que le apoyó y le permitió llegar y ganar. Hay una realidad, sin el apoyo de Honor Colorado no hubiésemos ganado y ganamos por poco. Hicimos una buena gestión desde el gobierno saliente y sin eso tampoco hubiésemos ganado, porque el pueblo votó por la continuidad del partido en el poder, eso tampoco pueden desconocer. Tenía que haber grandeza reconociendo lo que hicimos bien”, dijo.
EL DIÁLOGO, UNA NECESIDAD
En relación a la unidad del partido, Enrique Riera afirmó que apuesta al diálogo y que en el movimiento siguen abiertos a una posible conciliación, ya que lo considera una necesidad.
“Nosotros estuvimos siempre abiertos al diálogo, pero los que se retiraron del trabajo conjunto fueron los actuales oficialistas. Después de las elecciones generales, prácticamente en todos los actos, las designaciones, los discursos, las actitudes, ellos demostraban que no tenían ningún interés en la unidad. Parecería ser que una vez que lograron la victoria terminó el amor. El tema no es que se mintió a la dirigencia mayor, se le mintió al pueblo, hubo un apoyo sin condiciones y hubo un retiro del ambiente de cordialidad y el trabajo en conjunto que se había construido”, expresó.
Resaltó que durante toda la campaña nacional se hizo todo en común acuerdo, pero que después de las votaciones eso se acabó, incluso la última vez que compartieron ambos movimientos fue la noche de la celebración en la casa del actual Presidente.
“Después como si no existiéramos, nunca más a nadie se le convocó, ni se le llamó ni se le explicó nada. No nos sentimos utilizados, porque nosotros no trabajamos solo para Colorado Añetete, trabajamos para el pueblo colorado y el pueblo paraguayo. Estábamos convencidos de que la propuesta de la ANR era la mejor, pero obviamente nadie esperaba esa reacción. Creo que es la primera vez que una transición de mando del mismo partido tenga esa consecuencia. Ellos celebraron la fiesta con nosotros el día que ganamos y después se fueron sin explicaciones”, finalizó.