Genaro Cristaldo, futuro viceminis­tro de Obras Públi­cas y Comunicaciones del gobierno de Mario Abdo Benítez, estuvo envuelto en un escándalo financiero detectado por la Contra­loría General de la Repú­blica (CGR) con el manejo de unos US$ 40 millones de los fondos del Cuarto Pro­yecto Rural de Suministro de Agua y Saneamiento, ejecutado por el Servicio Nacional de Saneamiento Ambiental (Senasa), depen­diente del Ministerio de Salud.

Cristaldo estuvo al frente del Senasa entre el 2005 y 2008. La Contraloría habla de deficiencias en la gestión de Cristaldo al frente de Senasa, ya que se detectaron incongruencias en la planea­ción y programación. Ade­más, refieren ineficiencias en los procesos de supervi­sión, control y reajuste ante los defectos de la ejecución y fiscalización tercerizada de las obras, así como incumpli­mientos del marco jurídico administrativo.

El proceso de transición para la asunción de las nuevas autoridades del gobierno entrante liderado por Mario Abdo Benítez parece ser más traumático de lo esperado. La “selec­ción” de hombres y muje­res presagian una hoja de ruta poco confiable si se toman como referencias los desempeños de cada uno en diferentes cargos que ocu­paron antes.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

Es que los “hombres fres­cos” como se esperaba no están convocados por lo menos para los cargos más importantes. Si exploramos el denominado segundo anillo del presidente electo, encontramos por ejemplo a Genaro Cristaldo, quien ocuparía la titularidad del Viceministerio de Obras Públicas, se convertirá en la mano derecha del “pas­tor” Arnoldo Wiens, quien será la máxima autoridad del Ministerio de Obras Públicas y Comunicacio­nes (MOPC) en reemplazo de Ramón Jiménez Gaona.

En el 2006 la Contraloría General de la República (CGR) detectó un escándalo financiero con el manejo de los fondos del Cuarto Pro­yecto Rural de Suministro de Agua y Saneamiento, ejecutado por el Servicio Nacional de Saneamiento Ambiental (Senasa), enti­dad encabezada en aquel entonces por el mencionado político.

Recordemos que en 1997 Paraguay suscribió los con­venios de préstamos núme­ros 4222- PA y 4223- PA con el Banco Interamericano de Reconstrucción y Fomento (BIRF) para proveer agua potable y saneamiento a sectores de escasos recur­sos a nivel nacional. Para este proyecto se destinó un préstamo de US$ 40 millo­nes a la entidad manejada por Cristaldo.

Sin embargo, en el 2005 la CGR realizó una audi­toría sobre el manejo del crédito otorgado y detectó varias irregularidades que se reseñan en el informe final denominado 2Senasa - Proyecto BIRF IV”, según mencionan publicaciones de aquel entonces.

El estudio de la Contra­loría señaló que se detec­taron ineficiencias en los procesos de supervisión, control y reajuste ante los defectos de la ejecución y fiscalización tercerizada de las obras. El documento expone incumplimientos del marco jurídico admi­nistrativo atinente al pro­yecto. Además, el informe menciona que hubo inefi­cacia en la consecución de los objetivos, metas y resul­tados esperados.

La Contraloría detectó varias anomalías en Senasa, durante la administración de Genaro Cristlado.

MÁS IRREGULARIDADES

Otra de las malas deci­siones que tomó el ahora hombre fuerte de Marito es el pago a la empresa Con­sorcio General la suma de G. 336.543.192 por obras inconclusas o realizadas sin reunir todas las espe­cificaciones técnicas y que están disponibles en la página 91 del informe de la Contraloría del año 2005.

La Contraloría cuestiona también que el funcionario de Senasa, Ing. Eduvigis Cuenca, incurrió en con­travención a lo establecido en las especificaciones téc­nicas y las cláusulas con­tractuales, y evidenciado en la orden de servicio Nº 022 del 18/04/05; debido a que ha puesto en mar­cha el equipo dosador de cloro y la toma de muestra de agua.

El organismo contralor detectó además varias defi­ciencias documentales en los legajos de los contratos con las empresas privadas, que ocasionaron perjuicios al patrimonio público.

La electrobomba sumer­gible proveída por la empresa Caraguatay SA a la localidad de Yaguakái, no corresponde a la oferta presentada y aceptada por el Senasa, debido a que el equipo instalado es de 3 Hp, mientras que la ofer­tada fue de 5 Hp.

ASEGURA LO CONTRARIO

En aquel entonces, Cristaldo salió al paso y sostuvo que el informe publicado no era actual y que fue útil para revisar de vuelta las obras ejecutadas.

Déjanos tus comentarios en Voiz