El nuevo acuerdo de Yacyretá propuesto por los presidentes Horacio Cartes, de nuestro país, y Mauricio Macri, de Argentina, permitirá ingre­sos al Paraguay sin prece­dentes de US$ 3.331 millo­nes al 2036, unos US$ 166,5 millones anuales de aquí a 20 años, lo que representa US$ 2.430 millones más en este lapso. Con la nota rever­sal vigente, el país percibirá solo US$ 901 millones en 20 años (US$ 45 millones al año).

A esas monumentales cifras y diferencias se deben agre­gar la reducción de la deuda de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) en casi un 80% así como la definición de la proporcionalidad terri­torial (80% Paraguay y 20% Argentina). Son aspectos que constituyen los princi­pales beneficios para nues­tro país logrados mediante el nuevo acuerdo, según resaltaron miembros del Equipo Económico Nacio­nal, que sesionaron ayer y trataron el caso Yacyretá.

Los integrantes del Equipo Económico dieron su total respaldo a los términos del acta de entendimiento fir­mada el 4 de mayo del 2017 entre Paraguay y Argen­tina, tendiente a lograr el ordenamiento económico-financiero de la Entidad Binacional Yacyretá, y las notas reversales N° 2 del 28 de setiembre del 2017, sus­critas por los cancilleres de ambos países a efectos de dar cumplimiento al man­dato de los presidentes Car­tes y Macri.

Según el acuerdo, la deuda de la EBY con el Estado argentino se reduce de US$ 17.088 millones –al cierre del 2017– a US$ 3.775 millo­nes, representando una baja del 76% al eliminarse los cargos por los intereses devengados.Se aclara que dicha deuda es de la EBY y no del Tesoro paraguayo.

Asimismo, mediante estas notas reversales –aproba­das por el Senado el mar­tes 26 de junio último– se define la proporcionalidad por el territorio inundado de ambos países, que llevaba años sin definición. El 80% corresponde al Paraguay y el 20% a la Argentina, lo que facilitará los cálculos para la compensación por este concepto. Ello significaría ingresos de unos US$ 70 millones anuales, los cuales son una fuente de recursos casi perpetuo para el Para­guay, según un informe téc­nico de la EBY.

Con respecto a la compen­sación por cesión de ener­gía, el documento refiere que se fijó un nuevo valor de un 20% superior, lo que representa un monto anual aproximado a US$ 95 millo­nes que recibirá el país. Aclara que esta cifra podrá variar si la Ande retira mayor cantidad de energía de la hidroeléctrica.

La sumatoria de estos bene­ficios implicará un ingreso al país de US$ 2.430 millo­nes más en 20 años, según los cálculos realizados por la misma EBY.

La deuda resultante y sin interés alguno, inclusive en el futuro, hace que las obli­gaciones anuales de la EBY con el Tesoro argentino sea predecible en el mediano y largo plazo, representando el 23% de la tarifa anual estimada. O sea, se estima que solamente el 23% del costo anual del servicio de electricidad de Yacyretá corresponderá a la obliga­ción anual de la EBY con el Tesoro argentino, resul­tante de la negociación.

Las negociaciones se cen­traron en el cálculo del costo unitario económico teórico que compone la fórmula y que se calcula una única vez y luego se ajusta anualmente, así como en definir la propor­ción que corresponderá a cada país la compensación que se calcule.

Según el cálculo, resultante del Costo Unitario Econó­mico Teórico (0,0445 US$/MWh), conforme criterios aplicados en la negociación, se obtuvieron valores com­pensatorios devengados y a devengar en el futuro muy favorables para nuestro país, comparados con las estimativas en el caso de que se hubiese calculado dicho costo unitario con valores de setiembre de 1994, fecha de puesta en operación de la primera unidad genera­dora (0,0252 US$/MWh al 31-12-15).

Con el acuerdo logrado, nuestro país recibirá a partir del 2018 y sucesi­vos un monto del orden de US$ 68.000.000 anua­les y a partir del 2023 reci­birá adicionalmente por un lapso de 10 años (2032) una suma anual del orden de US$ 64.000.000.

Se destaca que con esto el Gobierno Nacional alcanza un logro importante en cuanto al ordenamiento financiero, lo cual permi­tirá que la EBY contribuya de manera más efectiva al desarrollo nacional.

Además de los menciona­dos beneficios, el gobierno del presidente Horacio Car­tes también puso en marcha el proyecto de maquiniza­ción del brazo Aña Cuá. La obra demandará una inver­sión aproximada de US$ 610 millones, lo que permitirá una capacidad instalada de 270 megavatios (MW) de potencia.

La central hidroeléctrica del brazo Aña Cuá estará ubicada aguas abajo de la presa Isla Yacyretá, en las inmediaciones de la mar­gen izquierda del vertedero Aña Cuá.

Contará con tres turbinas, tipo Kaplan, de eje vertical, de 90,2 MW de potencia uni­taria, un salto neto de 19,9 metros y generación anual total del orden de 2.000 GW/hora, con lo que el com­plejo hidroeléctrico aumen­tará en un 10% la generación de energía.

La obra demandará la ocupa­ción en forma directa e indi­recta de alrededor de 3.000 personas. El plazo de ejecu­ción de las obras se estima en 50 meses a partir de la firma del contrato hasta la puesta en marcha de la tercera y última generadora.

Todo indica que los nuevos integrantes de la Cámara de Diputados serán los encargados de tratar las notas reversales (N.B. N° 2/2017) para el “Ordenamiento Económico y Financiero de la Entidad Binacional Yacy­retá entre la República del Paraguay y la República Argentina”. Dichos documentos se hicieron realidad mediante un acta de entendimiento firmado en Ayolas en mayo del 2017 por los presidentes Horacio Cartes y Mauricio Macri.

El martes 26 de junio último, la Cámara de Senadores, luego de más de tres horas de un intenso debate de pos­turas a favor y en contra, aprobó este acuerdo bilateral. Ayer, la Cámara Alta, presidida por Fernando Lugo, no remitió a Diputados las notas reversales sobre Yacyretá. Se estima que por cuestión de tiempo los actuales legis­ladores de la Cámara Baja no podrían estudiarlas. Los nuevos legisladores juran este sábado 30 y sesionan por primera vez el domingo 1 de julio.