Los fiscales Teresa Rojas, Marlene González, Clara Ruiz Díaz y Hernán Galeano presentaron ayer ante la jueza Griselda Caballero la acusación contra el suboficial ayudante Gustavo Adolfo Florentín Silva (24 años) por homicidio doloso agravado. Es en el caso del asesinato del dirigente liberal Rodrigo Quintana, quien falleció en la madrugada del 1 de abril del año pasado dentro de la sede del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA).
El requerimiento conclusivo pide que el presente caso se eleve a juicio oral y público, para lo cual el juez Penal de Garantías deberá convocar a audiencia preliminar para resolver si el caso se eleva a la etapa de juzgamiento y eventualmente fijar fecha para ello.
En una voluminosa carpeta de más de 45 páginas, el Ministerio Público ofrece al juzgado pruebas, tales como un dictamen pericial balístico realizado por el oficial inspector Derlis Spaini, también un dictamen pericial de la sección fisicoquímica del Laboratorio del Ministerio Público, así como otros informes técnicos y la extracción de imágenes de video del circuito cerrado de televisión del local del Directorio del PLRA, la noche de los hechos.
De acuerdo a los agentes investigadores, el uniformado es el responsable del certero disparo que acabó con la vida del joven. Las diligencias fueron llevadas a cabo a principios del mes pasado, tras casi un año del luctuoso suceso. También están incluidos en el caso otros tres policías.
Luego de las recientes declaraciones radiales de Florentín y al no surgir una pública acusación del encausado contra autoridades del Gobierno, fuertes presiones sobre la Fiscalía habrían logrado imponer la teoría sostenida por abogados del PLRA, con la intención de conducir la investigación hacia la hipótesis de una orden superior.
Florentín negó que él haya sido el autor del mortal disparo y aseguró que nunca hubo ninguna orden de arriba para ingresar al local del PLRA. El hecho ocurrió tras el atraco al Congreso Nacional por parte de una turba que no solamente quemó el lugar, sino también los muebles y equipos de informática en general en la noche del 31 de marzo, en rechazo a la presentación de un proyecto de enmienda constitucional para habilitar la reelección presidencial.