La estabilidad política y el desarrollo econó­mico del país fueron puestos en destaque por Luis Alberto Lacalle Herrera, presidente de Uruguay en el período 1990/1995, y Eduardo Duhalde, manda­tario de Argentina entre los años 2002 y 2003. Ambos al igual que el ex jefe de Estado ecuatoriano Jamil Mahuad (1998/2000) y el expresi­dente paraguayo Nicanor Duarte Frutos (2003/2008) protagonizaron la jornada final del taller "Simula­ción de Campaña Electoral e Imagen del Candidato", organizado por la Univer­sidad Columbia, con la Uni­versidad Camilo José Cela, de España.

Lacalle afirmó que "Para­guay se encuentra en su momento estelar" en cuanto a indicadores económicos y políticos. En el primer aspecto señaló la "pros­peridad alcanzada con los buenos precios" de la pro­ducción paraguaya en los mercados internacionales, que lo ubican "a punto de caramelo" para el despe­gue de los negocios, en vir­tud a un "sistema tributario ingenioso".

En tanto, también sub­rayó que en pleno "cambio de época", hace gala de un importante "seguridad polí­tica", la cual instó que la cui­den "desde el presidente de la República hasta los mitã'i (niños)".

Precisó además que es el momento de legislar sobre seguridad jubilatoria ahora, cuando todavía hay mar­gen entre el sector pasivo y los aportantes al sistema de seguridad social. Tam­bién recomendó analizar la democracia interna de los sindicatos "para que no sean copados por el Partido Comunista, como pasó en Uruguay".

A su turno, Duhalde dijo que al volver luego de dos años de su última visita, "a Para­guay lo veo crecer y desa­rrollarse".

"Es un país que abre las puertas al inversor, no lo coimea; los impuestos no son altos", por lo que des­tacó el ambiente propicio para las inversiones. "Para­guay anda mejor; muchos allá (en Argentina) ahora quieren venir para acá", agregó.

También evaluó el momento de los partidos políticos e general, en la región y ase­guró que pese a la emer­gencia de figuras de otra extracción –"outsiders"– los partidos "no morirán. No están para la extrema unción, ni la eutanasia, ni para disecarlos", sentenció.