Que Santiago Peña y Pedro Alliana estén adelante en todas las mediciones ya dejó de ser una novedad. Que la chapa de Alegre-Núñez esté pasando por un período que hace un mes era de congelamiento para ahora pasar al de un declive, ya que las candidaturas tanto de “Payo” como de Euclides no solo se sostienen, sino que además están creciendo, según nos muestran las últimas encuestas publicadas, es motivo de un pirevai y akãrasy jefe en la cada vez más desvencijada carpa del candidato liberal.
En Paraguay hay tres grandes segmentos de electorado. Uno, el primero, principal, y que ronda en el 50%, corresponde a la Asociación Nacional Republicana. De eso, Santiago Peña tiene niveles marginales de fugas, casi nada. Alrededor de 95% de los colorados votarían por la Lista 1 para presidente y vicepresidente. El otro segmento corresponde al PLRA, que tiene entre un 23 y un 30% de la torta nacional. Ahí sí se ven fugas, ya que hay porcentajes para nada despreciables que no votarían a Alegre y que además prefieren votar a Peña, a “Payo” o a Euclides.
Esto probablemente responda a los profundos problemas que tiene el candidato azul en lo que hace a su imagen y credibilidad, lo cual también muestran los estudios. Además, Alegre prefiere dar la espalda a sus propios correligionarios con los cuales sostiene diferencias desde hace décadas y ni siquiera propone un diálogo. Y el tercer gran segmento del electorado nacional se declara independiente o sin partido político alguno, corresponde a un aproximado del 16%. Este es usualmente el electorado más voluble. En el histórico, han optado por alternativas distintas al PLRA (Caballero Vargas, Fadul, Fernando Lugo, por citar ejemplos), en algún momento hubo candidaturas liberales que supieron conquistarlos, pero definitivamente este no es el caso de Efraín, quien tuvo su gran oportunidad y quedó muy cerca en la anterior elección. Pero era otra coyuntura.
Estaba aliado con el Frente Guasu en su totalidad y ese sector se caracteriza por la disciplina de sus electores. Hoy el Frente Guasu está partido en lo que hace a chapas presidenciales. En este punto hay que recordar lo fallida que fue la decisión de Efraín al elegir a Soledad Núñez como compañera de chapa. La misma, en teoría, iba a traer consigo y ayudar a conquistar al segmento joven y al voto más urbano, que son eternos problemas para el candidato liberal. Nada de eso está sucediendo, según muestran las encuestas. Y ojo, lo mismo muestran los grupos focales que no se están publicando. Incluso los que mandan a realizar desde la campaña de Alegre. “Soledad no nos sirvió para crecer”, se escuchó bramar a alguien del círculo más íntimo del ex ministro de Obras.
Las encuestas nos muestran que el electorado independiente prefiere optar por “Payo” o Euclides antes que por Efraín. De hecho, en algunas encuestas donde se miden distritos o departamentos más urbanizados los porcentajes para “Payo” y Euclides suben aún más. En los departamentos chicos y distritos más pequeños la disputa para la chapa presidencial es ANR VS PLRA.
Ahora vayamos a lo que hace a las proyecciones para el próximo período del Congreso Nacional. Sostenidamente y en diversas encuestas se muestra la preferencia del electorado por la Lista 1 y sus candidatos, así puede verse que para el Senado la ANR alcanza el 43% y podría llegar (al menos según la encuesta de Ati Snead que es la más nueva publicada) a nada más y nada menos que 22 bancas del total de 45 que tiene la Cámara Alta y las proyecciones muestran un crecimiento sostenido, de manera que fácilmente podríamos estar ante un escenario donde los colorados obtengan la mayoría propia. Según la medición de Ati Snead, el que encabeza el voto preferente es Juan Carlos Baruja.
Similar escenario puede verse en lo que hace a otro departamento estratégico por su peso y volumen electoral, como es Central. En esa parte del país, el Partido Colorado mantiene un 43% de electores que votarían por la Lista 1 de Diputados y el que lidera las preferencias en el departamento es Orlando Arévalo. Aquí la ANR también podría tener mayoría entre los diputados electos por ese departamento, ya que, de un total de 20 bancas, 13 y más podrían pertenecer a los colorados. El mismo fenómeno se ve en capital, donde se mantiene ese 43%, la ANR podría quedarse con 4 de las 7 bancas que tiene Asunción en la Cámara Baja. Aquí es Raúl Latorre quien lidera las preferencias electorales.
Bastante complicado el escenario para Efraín y Soledad. Ahora hasta se entienden los motivos por los cuales quieren censurar las encuestas y las bocas de urna.
Hay que recordar lo fallida que fue la decisión de Efraín al elegir a Soledad Núñez como compañera de chapa. La misma, en teoría, iba a traer consigo y ayudar a conquistar al segmento joven y al voto más urbano.
Ahí sí se ven fugas, ya que hay porcentajes para nada despreciables que no votarían a Alegre y que además prefieren votar a Peña, a “Payo” o a Euclides.