• Por Josías Enciso Romero.

Con nacional orgu­llo podemos afirmar que nosotros tam­bién, aunque isla rodeada de tierra, hemos contribuido al enriquecimiento de la histo­ria y las ciencias sociales, al tiempo de ampliar concep­tos de la praxis política en un contexto geográfico definido y cuya proyección de aspiracio­nes internacionales solo está siendo obstaculizada por la envidia de quienes no toleran que un país tan pequeño como el nuestro tenga mentes tan brillantes. No encuentro otra explicación.

Nuestro listado de grandes aportes no podría empezar sin que “el único líder”, el dicta­dor Alfredo Stroessner, ocupe el primer lugar: En la vida “hay que ser café o leche, no se puede ser café con leche”. “Vamos a ganar con votos o con botas”, una manera grá­fica de sortear elecciones, según Ramón Aquino, rebau­tizado el “moderador” de la Universidad Católica por el mismísimo tiranosaurio. “Si hace falta, vamos a trampear”, Blas N. Riquelme, ya en plena transición democrática. Unos años más atrás: “La calle es de la Policía”, Carlos Ortiz Ramírez; “los colorados, hasta en la cárcel somos mayoría”, J. Eugenio Jacquet; “a bala­zos subimos al poder y solo a balazos bajaremos”, Martín Chiola; “después de Stroess­ner, otro Stroessner”, Mario Pastor Almada; “en la demo­cracia, la mayoría manda”, Mario Abdo Benítez, padre. Unos años después: “Nica­nor tiene una codicia limi­tada”, Herminio Cáceres; “no se puede confiar en un hom­bre que usa pollera”, el pro­pio “mariscal de la derrota” en referencia a la sotana de Fernando Lugo. Por supuesto que, hasta el momento, el que está al frente del ranking es el presidente de la República, Mario Abdo Benítez, hijo. No solo ve a “los muertos cami­nando por las calles”. Su último descubrimiento epis­temológico haría revivir el “Eureka” de Arquímedes de Siracusa, refundando la teo­ría del conocimiento.

Con la más absoluta natura­lidad el mandatario aseguró que la disputa entre Santiago Peña, precandidato presiden­cial por el movimiento Honor Colorado, y Arnoldo Wiens, del oficialista Fuerza Republi­cana, “se va a definir el día de las elecciones”. Mirá, vos, che. De lo que uno viene a ente­rarse empezando la tercera década del siglo XXI. Marito anda con todas las luces pren­didas. Está con los focos a full. Más que focos, es un faro que ilumina las costas de mares encrespados. ¿Quién iba a pen­sar que las elecciones se defi­nen en su día? Con su hallazgo, que cambiará el rumbo de las ciencias políticas, evitó que fuéramos a chocar contra los arrecifes de la ignorancia. No obstante, inmediatamente después, con su acostum­brado estilo de contradecirse a sí mismo, nos pasó la precisa: “Nuestro movimiento tiene una gran estructura y soy muy optimista que vamos a tener un gran triunfo”. Obviamente, estaba refiriéndose a la estruc­tura del Estado. Casi todos sus ministros son candidatos a algo. Y utilizan sus respecti­vas secretarías para “rejuntar” votos. Pero, parece que nadie los pide para el genio inventor de la “pasarela de oro”, cuyo nombre ya ni hace falta men­cionar. Está condenado a que en los lugares públicos le griten con ese apelativo.

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Para concluir, queda demos­trado que la ironía no es una materia sencilla. Hay que cul­tivarla con ingenio, humor y acidez. Solo está reservada a los que tienen el talento dis­parando con la misma velo­cidad que el pensamiento. Pero Marito, a pesar de su gran descubrimiento de que “las elecciones se ganan en el día”, ahora viene a men­tirnos (a veces la gloria tiene el capricho de ser efímera) informando que “yo no me voy a abrazar con él (Hora­cio Cartes), yo me abrazo con mi señora nomás y con nadie más”. Quiso hacerse el chis­toso, pero la sutileza del dis­curso picante es una tela cara que no todos pueden cortar. Ese “nadie más” es una clara señal de que de más rápido que un cojo cae el mentiroso.

La “reina de los abrazos” con Marito es la dueña con exclusividad y derecho de admisión del Partido Demo­crático Progresista (PDP), Desirée Masi. Quedó rele­gado en segundo lugar, pero por muy pocas fotos, el pre­sidente del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), Efraín Alegre, también pre­candidato presidencial por la Concertación Nacional (opositora). También está José Insfrán, pastor pró­fugo de la justicia paraguaya por narcotráfico y lavado de dinero. Igual el popular Rei­naldo Javier Cabaña, alias Cucho, en prisión por trá­fico de “estupefaciento”. Y su gran última adquisición es el ex intendente de Belén y precandidato a la Junta Departamental de Concep­ción por Fuerza Republi­cana, Víctor Ramón Sana­bria Oporto, sospechado de ser uno de los responsables del envío de la droga deco­misada en Uruguay. Pero, bueno, hasta ahí lo que les puedo decir.

La “reina de los abrazos” con Marito es la dueña con exclusividad y derecho de admisión del Partido Democrático Progresista (PDP), Desirée Masi.

Y su gran última adquisición es el ex intendente de Belén y precandidato a la Junta Departamental de Concepción por Fuerza Republicana, Víctor Ramón Sanabria Oporto.

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