No se debe jugar con fuego porque el riesgo de quemarse o quemar a otros es muy grande. Ese verso puede resumir el sentir ciudadano tras la aparición en un medio internacional de fotografías de nuestro Vicepresidente saludando a personajes, en principio desconocidos para esta parte del mundo, pero que comienza a cambiar a medida que trascienden sus nombres, sus pensamientos, sus acciones y su pertenen­cia a una organización terro­rista, sin dudas la más grande e importante del planeta, cuya existencia se extiende por cuatro décadas y sus víc­timas, por miles: el Partido de Dios, en árabe Hezbolá.

Creado como herramienta de resistencia (?), algo muy ambiguo teniendo en cuenta que la organización con sus tres alas, la religiosa, la polí­tica y la militar, somete al pueblo libanés a sus antojos de locura. El más reciente de ellos, la gigantesca explo­sión en el puerto de Beirut, de miles de toneladas de nitrato de amonio, alma­cenados en el lugar, pro­piedad del grupo terrorista y que con una sola chispa logró generar una tragedia de magnitud nunca vista, incluso en un país azotado por guerras con los vecinos y por sangrientos conflictos internos.

La organización radical chiita (rama del Islam que profesa el 10% de los musulmanes del planeta), es un apéndice del régimen islámico radical que tiene sometido a Irán desde 1979 y cuyo objetivo no es el conquistar territorialmente a otras naciones sino más bien influenciar, controlar para luego exportar su revo­lución islámica violenta, a pesar de ser el Islam una reli­gión de paz.

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Vincularse a cualquiera que forme parte de la organi­zación libanesa, es simple­mente vincularse al poder de la Revolución Islámica de Irán y darle rienda a sus deseos. Lo sufrió Líbano y lo sufren Venezuela, Irak y Siria.

Por eso el asombro ciudadano a medida que comprende el peligro de mantener un vín­culo con un grupo terrorista que no solamente genera vio­lencia y muerte a través de sus actos, sino que se nutre financieramente del crimen organizado, al cual apoya y proyecta.

El vice bien podría haber desconocido con quienes se abrazaba durante su tour por el Líbano y por las her­mosas aguas del Mediterrá­neo, inmortalizado en una fotografía de amigos disfru­tando en la cubierta de un lujoso yate, sin embargo el hecho de haber mantenido oculto a ese grupo de imá­genes y peor aún, el deseo de minimizar a cualquier pre­cio la identidad de uno de sus anfitriones, utilizando para ello la estructura “comunica­cional” fantasma que ronda el viejo palacio, solo confirma la inquietud por el vínculo revelado.

Las personas con quienes se reunió el entonces diputado, actual Vicepresidente y más grave aún, precandidato a la presidencia de la República, están involucradas de alguna u otra manera, directa o indi­rectamente, con hechos de terror. Uno de ellos es el que atribuyen a Nabil Kaouk, a quien el gobierno argentino lo vincula como promotor del ataque terrorista a la sede de la AMIA en 1994 en la ciudad de Buenos Aires, donde falle­cieron 85 personas.

O los discursos de odio de Nauwaf al-Mousawi, ex par­lamentario libanés y vocero del Hezbolá, quien sueña con el exterminio del Estado de Israel, sin considerar que en ese país de 9 millones de habitantes, casi 4 millones son árabes como él.

Esta actitud indica clara­mente que para los “amigos” de Velázquez, toda persona inocente es solo un daño colateral para sus objetivos, el cual finalmente se reduce a exterminar seres humanos, no importa en que parte del mundo se encuentren. Nues­tra sociedad y mucho menos nuestro gobierno, están en condiciones de enfrentar una situación similar. Estas son cosas que eran lejanas pero que un día tocaron nuestras puertas y nos dimos cuenta que este gobierno decidió traer a lo peor del medio oriente entre nosotros.

El hecho de haber mantenido oculto a ese grupo de imágenes solo confirma la inquietud por el vínculo revelado.

Las personas con quienes se reunió el entonces diputado y actual Vicepresidente están involucradas de alguna u otra manera, directa o indirectamente, con hechos de terror.

DIEZ ACTOS TERRORISTAS DEL HEZBOLÁ EN DIVERSAS PARTES DEL MUNDO

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