En los últimos días, la política del espec­táculo de algunas (pre)postuladas a la Presi­dencia de la República sufre la fuerte competencia de la politiquería del escándalo, del alboroto y el griterío de simulada indignación y de farsantes gestos de próce­res, donde lo único real es la mentira en grado de ale­vosía. El líder mayor de los “inmarcesibles padres de la patria” (que confundió el Himno Nacional con Patria Querida) es, sin posibilidad de discusión, Efraín Alegre, el que habla llorando y se lamenta hablando. El que se traga las “eses”, pero las com­pensa con las “erres”.

Dicho sea de paso, también se tragó unos cuantos kilómetros de rutas sin indigestarse. Ni eructó siquiera. Hace poco, durante un acto realizado en Ciudad del Este, “alertó” que la sustitución de dos minis­tros de la Justicia Electoral, “no e un tema menor, y que hasta hoy es un organismo del Partido Colorado, y ahora están todo asustado, porque se tiene que elegir la terna pue, y parece que quieren trancar, dejar sin número, me dicen que hay un caño­nazo de 500 mil dólares de Horacio Manuel Cartes Jara que hace temblar a todo el Consejo de la Magistratura, aníke osê la terna kuéra, que no, que sí, veinte mil histo­rias, estemo atento estima­dos compatrrrrriotas” (sic).

El senador Salyn Buzarquis, descalificado por no cumplir con los requisitos de certi­ficación de títulos, no iba a quedarse atrás. Jamás le va a dar la derecha a Efraín el Alegre. “A varios nos inha­bilitaron con una jugada rebuscada”. Atropellar los reglamentos del Consejo de la Magistratura (CM) es lo de menos para algunos opo­sitores. “Ahí eran súper lega­listas gua’u. Ahora algunos están jodiendo para meterle al candidato del patrao como sea. Están para regalarle puntos (no dice a quién), bajar escala, ere eréa”. Y una amenaza final: “Joden ha ñamuandýta hese”(sic).

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Hubo varias situaciones con­flictivas dentro del mismo colegiado que tenía que ele­gir dos ternas para sustituir a los jubilados miembros del Tribunal Superior de Justi­cia Electoral (TSJE), Alberto Ramírez Zambonini, del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), y María Elena Wapenka, del Partido Revolucionario Febrerista (PRF). Resueltas las des­avenencias, la terna para sustituir al primero de los nombrados está integrada por Emilio Camacho (ex Encuentro Nacional, hoy del Frente Guasu), César Rossel (PLRA) y Édgar Urbieta. La segunda, por Myrian Cris­taldo (PLRA), Jorge Bogarín (FG) y Gustavo López. Según el diario de la inquina y la intriga, la doctora Myrian Cristaldo es rechazada por el radicalismo auténtico. Supo­nemos que por el directorio que responde a Efraín el Ale­gre. No es suficiente que sea del PLRA. También debe ser afín al efrainismo. Los dicta­dores siempre se atribuyen la voz de su pueblo. Y luego pre­dican sobre la democracia y la participación plural (que no debe confundirse con el miserable cuoteo político). Exigen a los demás lo que ellos son incapaces de dar. La cumbre más elevada de la hipocresía. Y su defini­ción literal: “Fingimiento de cualidades o sentimien­tos contrarios a los que ver­daderamente se tienen o se experimentan” (Dic­cionario de la Real Acade­mia).

El jurista de nota José “Pakova” Ledesma ya habló de devolver las ternas. El pre­sidente del CM, Óscar Pacie­llo (h), se encargó de darle un educado rapapolvo y una cátedra de derecho consti­tucional. El planteamiento riñe con nuestra Ley Fun­damental. El exégeta de las Sagradas Escrituras (las aco­modó a su gusto y paladar concupiscente), Fernando Lugo, habla en el mismo tono que su colega sampedrano. Y añade la posibilidad de “rechazar” ambas propues­tas. Qué importa que sea un procedimiento inconstitu­cional, en la democracia la mayoría manda (Alfredo dixit).

Otro que se rasgó la vestidura y abandonó las sesiones del Consejo en las cuales iban a conformar y, luego, confir­mar las ternas, fue el sena­dor Pedro Arthuro Santa Cruz, del Partido Democrá­tico Progresista (PDP). Los disparates, naturalmente, no tienen freno. Tampoco resis­ten las argumentaciones lógi­cas. “No puedo avalar. Se ha atentado contra la democra­cia, contra la pluralidad”, uti­lizando como antecedente que, supues­tamente, el presidente del CM, Óscar Paciello, “dijo que es para favorecer a cierto sector político. Creo que está ligado a Honor Colorado y, también, creo que hay otra gente involucrada”. Debería saber el señor Santa Cruz que ya pasaron los tiempos del discurso de barricada. Lo que hoy tiene que exponer como el sol del mediodía es la inte­ligencia, el talento y la habi­lidad en el manejo correcto de las palabras. ¿Por qué Mario Abdo Benítez, quien tiene una actitud de renco­rosa hostilidad, con preten­siones de destrucción, con­tra Horacio Cartes apoyaría que un leal del movimiento Honor Colorado integre la terna? La señora Mónica Seifart es representante del Poder Ejecutivo ante el Con­sejo. El legislador Roberto González Segovia, desig­nado por la Cámara de Dipu­tados, es un Añetete de la primera hora, que se está proyectando para el rekutú por el departamento de Cordillera. Acompaña la precandidatura del vice­presidente Hugo Velázquez para sentarse en el sillón de López y de Denis Lichi para la gobernación. No va a patear contra sus intereses. Ambos, Seifart y González, firmaron el acta de constitución de las dos ternas.

La Cámara de Senadores tiene atribuciones para elegir a cualquiera. Los proguber­nistas más la oposición mul­ticolor son mayoría. Desde hace tiempo. Así llevaron al senador del PLRA, Víctor Ríos, a la Corte Suprema de Justicia. De la primera terna pueden elegir al señor César Rossel, quien es del PLRA, y de la segunda, a Jorge Boga­rín, del Frente Guasu. ¿O uno de ellos es cartista? Así se desnuda el discurso del pla­gueo, del ñe’ê rei y de las his­téricas tiradas de pelos para llamar desesperadamente la atención. Porque, al final, a pesar de las predicciones de Efraín el Alegre, salieron las ternas. Pero no les gus­tan. Marchen dos ternas a la carta. Así evitamos gastar tiempo y recursos en con­cursos. A lo mejor así. O, a lo mejor, ni así.

El exégeta de las Sagradas Escrituras (las acomodó a su gusto y paladar concupiscente), Fernando Lugo, habla en el mismo tono que su colega sampedrano.

De la primera terna pueden elegir al señor César Rossel, quien es del PLRA, y de la segunda, a Jorge Bogarín, del Frente Guasu. ¿O uno de ellos es cartista?

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