Iván Ojeda, director del Instituto Nacional de Estadística (INE), en entrevista con Universo 970 AM/Nación Media, comentó que, según el más reciente Informe Trimes­tral de Empleo, se ha visto una reducción de la activi­dad económica con una dis­minución de 27.000 perso­nas en la tasa de ocupados. En el primer trimestre del 2022 se registró una des­ocupación del 8,5%, lo cual representa unas 317.000 personas. Si se compara con el mismo período del año anterior, se produjo un incremento del 0,4% en el nivel de desocupación, mientras que al comparar con el cuarto trimestre del 2021 el nivel es de 1,7%.

El indicador de la Fuerza de Trabajo está compuesto por personas que realiza­ron alguna actividad eco­nómica por lo menos 1 hora en una semana (ocupadas) y aquellas que no realizaron ninguna actividad econó­mica, estuvieron disponi­bles para hacerla y busca­ron trabajo en ese tiempo (desocupadas). La pobla­ción ocupada está com­puesta por las personas en la Fuerza de Trabajo que trabajaron en una actividad económica, con o sin remu­neración por lo menos una hora en una semana o que, aunque no hubieran tra­bajado, tenían empleo del cual estuvieron ausentes por motivos circunstan­ciales (enfermedad, licen­cia, vacaciones, paro, beca, etc.). La población subocu­pada es el segmento de la población que se refiere a las personas ocupadas que en una semana trabajaron menos de 30 horas, estuvie­ron disponibles para tra­bajar más horas, pero no lo hicieron por no conse­guirlo. En lo que hace a las personas desocupadas son denominadas así cuando no trabaja ni 1 hora en una acti­vidad económica en los últi­mos 7 días anteriores al día de la entrevista, está dispo­nible para trabajar y busca activamente trabajo.

En este escenario se encuentra el empleo. En casi todos los rubros, aumentó tanto el desem­pleo como el subempleo. Más y más paraguayos sin trabajo o con trabajo infor­mal, mal remunerado, sin seguro social. En negro. Como negro es el pano­rama que se nos viene, con un gobierno absolutamente abocado a una campaña electoral desenfrenada, desesperada. El Presi­dente, el Vicepresidente, ministros, secretarios, asesores. Todos son candi­datos a algo. Obviamente, la ministra encargada del Empleo también es candi­data, en su caso a senadora. Debió haber renunciado el día mismo que inició su campaña, como todos los demás. Es bastante impro­bable, para no decir impo­sible que se puedan pensar y generar políticas públi­cas con respecto al empleo que tanto precisan nuestros compatriotas si se está dis­traído siendo candidato.

Lo que no están midiendo en el oficialismo es que esta actitud les resta abso­lutamente verosimilitud a cualquier tipo de discurso o iniciativa que puedan plan­tear sobre el empleo. Senci­llamente no es creíble que ante semejante escenario no le estén poniendo el foco suficiente, pero sí a la poli­tiquería. Y porque lo mues­tran las encuestas, los elec­tores han sabido leer este punto. El empleo es de los primeros problemas que saltan en todas las medi­ciones y no encuentran que el Gobierno esté haciendo el esfuerzo suficiente para cambiar esta realidad.

Negro es el panorama que se nos viene, con un gobierno absolutamente abocado a una campaña electoral desenfrenada, desesperada.

El Presidente, el Vicepresidente, ministros, secretarios, asesores. Todos son candidatos a algo. Obviamente, la ministra encargada del Empleo también es candidata, en su caso a senadora.