El fútbol, además de ser el deporte más lindo del mundo, tiene la ventaja de otorgarnos permanentemente figuras retóricas y ser una gran usina de metáforas. Y de todas las escenificaciones posibles que nos da el fútbol, la canchita del barrio es de las mejores. En la canchita del barrio no rigen las mismas reglas que en el torneo de primera. Ahí, donde pesa más el ímpetu que se pone al disputar cada pelota.

Ese espacio donde las pasiones más básicas se dirimen, muchas veces de la peor manera. Distintas miradas entre pobladores de un mismo barrio. Tan distintas que nunca llegan a encontrarse. Futbolistas, directores técnicos, directivos del club barrial, hinchas vecinos. Hoy, la política paraguaya está en niveles de ebullición muy similares a los que se viven en la canchita del barrio. El prematuro electoralismo propuesto desde el oficialismo desató una de las campañas más extensas que se van a recordar en la historia. El entreguismo y traición del Gobierno adelantando las elecciones en la Cámara de Diputados para sacar a Pedro Alliana, presidente de la ANR, y otorgar la mayoría a un candidato del PLRA. Incluso habiendo existido una oferta concreta de parte del cartismo para otorgar la presidencia a un diputado oficialista en la primera mitad de lo que dura el período. Aun así, esa oferta fue rechazada, lo cual habla a las claras del nivel de compromiso que el Poder Ejecutivo tiene para fortalecer el cogobierno que tiene con los partidos que se dicen opositores.

Los mismos opositores que literalmente rifaron el nombre del que presidirá la Cámara Baja. Papelitos en una caja de zapatos. Tremendo.

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Los mismos opositores que prefieren seguir insistiendo con el juicio político a la fiscala general del Estado y no dicen una palabra de la complicidad del ministro Fúster y del hermano del vicepresidente de la República en un feroz operativo de ingreso de cerca de cuarenta camiones de mercaderías ingresadas de contrabando.

Y luego de ver todo esto, queda en evidencia que hasta en la canchita de barrio hay más y mejores códigos de conducta que los que están demostrando el oficialismo y sus aliados pseudoopositores. Lo que queda pendiente de saber es si la cancha quedará tan embarrada al punto que sea imposible de volver a jugar próximos partidos.

Los mismos opositores prefieren insistir con el juicio político a la fiscala general del Estado y no dicen una palabra de la complicidad del ministro Fúster.

El entreguismo y traición del Gobierno adelantando las elecciones en la Cámara de Diputados para sacar a Pedro Alliana, presidente de la ANR, y otorgar la mayoría a un candidato del PLRA.

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