El gobierno del presidente Santiago Peña cumple su segundo año de mandato este 15 de agosto, destacándose con importantes avances en áreas clave como justicia social, educación, salud, infraestructura, seguridad y el área económica. Esto, conforme a lo que había ya señalado el pasado 1 de julio durante su informe anual ante el Congreso Nacional.
El jefe de Estado apostó por una gestión que puso un fuerte énfasis en mejorar la calidad de vida de los sectores más vulnerables, mediante la formalización laboral y social, permitiendo que la estabilidad macroeconómica baje a todos los niveles, logrando un pacto en la economía.
Mediante programas y medidas aplicadas, se logró más empleo, se pudo mejorar la infraestructura, la salud, la educación, la seguridad, pero sobre todo, se pudo reducir los porcentajes de la pobreza y la pobreza extrema.
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Solo en estos dos años, se logró crear más de 78.000 puestos de trabajo, con 33.000 personas formalizadas en la seguridad social; se registraron más de 8.500 nuevas empresas. El nivel de empleo formal alcanzó un récord de 793.000 trabajadores registrados en el IPS, y la tasa de desempleo bajó al 5,6 %, la más baja en periodo similar.
Es importante señalar que esta estabilidad macroeconómica y crecimiento sostenido se venía trabajando en gobiernos anteriores, cuando el ahora jefe de Estado, Santiago Peña, ejercía funciones dentro del Banco Central del Paraguay y luego como ministro de Hacienda.
Este trabajo llevó varios años y permitió que en el 2024, Paraguay pueda alcanzar por primera vez el grado de inversión otorgado por Moody’s, lo que reforzó la confianza internacional. El propio presidente Peña remarcó hace unos días que se sentía orgulloso que sea bajo su mandato que “se metiera este gran golazo”, que permitirá atraer mucha más inversiones en el corto plazo.
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El gobierno de Peña se centró en fortalecer la justicia social con programas como Hambre Cero, Che Róga Porã, Tekoporá y pensiones para adultos mayores. También se avanzó en infraestructura y seguridad de las familias.
Sin embargo, el propio Peña dejó claro que no está satisfecho con estos primeros resultados, ya que queda el reto de lograr un impacto social más tangible y mejorar áreas críticas como la salud y la educación.