Luego de que la Cámara de Senadores prestara su acuerdo constitucional para su designación como embajador de Paraguay ante los Estados Unidos, Gustavo Leite ofreció un discurso en el que agradeció la confianza depositada en su persona y reflexionó sobre su paso por el Congreso, asegurando que asume el nuevo cargo con compromiso y responsabilidad.
“No es una tarea menor la que me acaban de encomendar, trataré de no defraudarlos, especialmente a aquellos que no confiaron en mí con su voto”, expresó Leite, quien se despide del Senado tras dos años de ejercicio legislativo.
Leite agradeció especialmente al presidente Santiago Peña por confiar en él para asumir la representación diplomática en Washington, y enfatizó su compromiso de no fallarle al país. “Me siento muy comprometido, no me puedo dar el lujo de fracasar. Pueden salir mal las cosas, sí, pero hacerle pasar vergüenza al Paraguay o a ustedes, nunca”, aseguró.
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Reconoció que su perfil no era el tradicional en el ámbito político, pero que, pese a eso, aceptó el desafío de representar a la ciudadanía en el Parlamento. “Soy un ave rara, como dijo una colega. Yo no estaba en los planes, no tenía por qué estar aquí. No vengo del rubro político, aunque tuve cargos importantes. La ciudadanía colorada y paraguaya determinó que esté aquí, y aprendí a tolerar, a escuchar”.
En su mensaje, también compartió su visión sobre el trabajo legislativo. Cuestionó la excesiva cantidad de leyes existentes en el país, “7.500 leyes es demasiado”, e instó a reflexionar sobre la calidad, más que la cantidad, de los proyectos presentados. “No caigamos en la presión periodística de que ‘fulano es un buche porque no presentó ni un proyecto de ley’. Eso es mentira. Los proyectos deben ser buenos”, sostuvo.
Asimismo, llamó a defender la identidad cultural del país ante los desafíos globales. “Tenemos que traer toda la tecnología, toda la ciencia a Paraguay, pero no podemos perder la paraguayidad, el guaraní. No somos mejores ni peores, somos únicos”.
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Énfasis en salud
También mencionó su frustración por algunas propuestas impulsadas por él que no avanzaron en el Senado y abogó por que la salud pública sea prioridad en la agenda legislativa. “En salud debería estar el foco del trabajo parlamentario. Ponernos como meta que para el 2028 tengamos más médicos, mejor pagados, mejores hospitales y medicamentos en cada uno de ellos”, propuso.
Finalmente, recordó la deuda de casi USD 600 millones que mantiene el Estado con el Instituto de Previsión Social (IPS), calificándola como una cuestión pendiente que necesita ser enfrentada con urgencia.