El presidente de la República Santiago Peña brindó su bienvenida al IV Encuentro Regional del Foro de Madrid; señalando que a partir de hoy Asunción se convierte también en madre de la integración de este espacio.
En la apertura de este foro, el jefe de Estado expresó que la batalla que lleva adelante este Foro de Madrid es real, que afecta a todo el mundo, e invitó a todos a ser parte de esta lucha por la defensa de los valores, la defensa del Estado de derecho, las libertades y la democracia.
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“Es demasiado grande lo que está en juego. Señoras y señores, hoy no hay lugar para tibios, o estamos con el bien o estamos con el mal. Por eso, celebro este encuentro que se produce en medio de esta gran batalla. El Foro Madrid es un espacio de discusión importante que ocupa un lugar crucial en esta ardua lucha por lo que es correcto y verdadero en este mundo”, expresó.
A la vez agradeció al Foro de Madrid, por elegir a Paraguay como sede de su IV Encuentro Regional. Resaltando que Paraguay es un verdadero líder, y un bastión moral en una región tan polarizada.
“Nuestro país se erigió durante décadas como un inflexible guardián de los valores fundamentales de Occidente. Así, mi país ha defendido siempre el triunfo del bien sobre el mal, de la verdad sobre el relativismo, de la democracia sobre el autoritarismo, de la familia sobre el progresismo radical. Por encima de todos guiándonos siempre y en cada paso con su presencia imponente y triunfante del Dios Todopoderoso”, acotó.
El presidente Peña aseguró que Paraguay tiene mucho que enseñar al Foro de Madrid, ya que, por años ha llevado una fuerte lucha en defensa de los valores fundamentales, incluso cuando muy pocos se atrevían a levantarse contra las imposiciones extranjeras, contra las ideologías dominantes.
Enemigo de la cultura de la muerte
Mencionó que a lo largo de la historia paraguaya revela esa defensa inquebrantable de los grandes valores de libertad, familia, tradición y Dios. Mostrando un pueblo notablemente libre, celoso defensor de sus tradiciones.
En ese sentido enfatizó que la cultura de la muerte, como lo había denunciado el entonces Papa Juan Pablo II, encontrará a su más frontal enemigo en este país, la República del Paraguay.
“La fortaleza de la cultura, economía y sociedad paraguaya reside en esta convicción de proteger a la familia y el carácter sagrado de la vida, ambas consagradas en nuestra constitución, lo que cristaliza cuán esenciales son estas creencias para todos los paraguayos. Mientras el Paraguay exista, habrá un pueblo que diga alto y fuerte al mundo, no al aborto libre, no a las ideas de la familia y no a los experimentos sociales radicales. La tradición será respetada siempre, pero no como la adoración a la ceniza, sino como la preservación del fuego verdadero”, sentenció.
El mandatario realizó un exhorto especial a los amigos del Foro de Madrid, pidiendo que en sus discusiones tengan en cuenta todo lo que había manifestado, y que sepan que Paraguay, si bien geográficamente quizás es pequeño, pero un gigante espiritual, tiene mucho para contar y enseñar al mundo. “Paraguay es una nación celosa de sus valores y tradiciones. Es un país que ha luchado, no hoy, sino siempre, con sangre y lágrimas por lo que cree y lo seguirá haciendo”, acotó.
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