A las 11:00 de este jueves llegó al Paraguay el avión hidrante C-130 Hércules perteneciente a la Fuerza Aérea del Uruguay para combatir los incendios que ya consumieron 165.000 hectáreas en zona del cerro Chovoreca, departamento de Alto Paraguay.
El total de las hectáreas afectadas equivale entre 28 y 30 propiedades. Esta cifra ya representa el 95 % de bosques nativos dañados por las llamas. El arribo del avión, que cuenta con una capacidad de transportar 16.000 litros de agua, inicialmente estaba programado para las 9:00.
Su retraso fue a raíz de su acondicionamiento para cumplir con la función de aeronave hidrante, ya que tiene varias utilidades como por ejemplo el transporte de comitiva, mercaderías y ofrecer asistencia humanitaria. El acto de recepción estuvo encabezado por el ministro de Defensa, Óscar González; la titular del Instituto Forestal Nacional (Infona), Cristina Goralewski, y el comandante de la Fuerza Aérea Paraguaya (FAP), Julio Fullaondo.
La prestación de la aeronave de aproximadamente 40.000 kilos, con una autonomía de 7 horas y capacidad de realizar hasta 4 vuelos por día demuestra el buen relacionamiento entre Uruguay y Paraguay, teniendo en cuenta que el país vecino solo posee 2 naves hidrantes.
“Su consumo es de 2.200 litros por hora y la cantidad de misiones a cumplir depende de la solicitud del coordinador de la operación porque estará trabajando conjuntamente con los helicópteros que fueron empleados allá y con el personal en tierra”, dijo Fullaondo a los medios de prensa.
Señaló también que Paraguay solo estará cubriendo el costo del combustible, acción que está bajo responsabilidad de la FAP y con la asistencia de Petróleos Paraguayos (Petropar). Agregó que la operatividad de la aeronave estará exclusivamente a cargo de la tripulación uruguaya conformada por 3 oficiales y 5 suboficiales.
La base de operaciones de la aeronave será la localidad de Mariscal Estigarribia. Actualmente ya se encuentran en el lugar 4 camiones cisternas que transportaron 40.000 litros de agua con el objetivo de abastecer a la máquina hidrante. “Esta aeronave tiene cajas con capacidad de 1.000 litros cada una, tiene un sistema de lanzamiento de las cajas por la rampa ubicada en la parte trasera, puede lanzar de a uno o las dieciséis cajas de una vez. Emplea una altura de 500 pies para lanzar el agua”, dijo.
Por su parte, González indicó que en la zona se encuentra trabajando en el combate del incendio un equipo de 100 personas conformado por bomberos, militares, funcionarios de la Secretaría Emergencia Nacional (SEN) y personal de sanidad.
“El trabajo que se realiza en el terreno es bastante pesado. Tenemos previsto realizar el relevo del personal vía aérea cuando llegue el momento y con esta ayuda creemos que el trabajo será mucho más rápido y efectivo”, acotó.
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El Chaco, el territorio que une y separa a dos países
- Jimmi Peralta
- Fotos: Gentileza/Archivo
El 12 de junio de 1935 fue firmado en Buenos Aires el protocolo de paz que dio por terminadas las acciones bélicas que enfrentaron a Paraguay y Bolivia desde 1932. Los historiadores Erasmo González y Herib Caballero Campos cuentan los pormenores de las arduas negociaciones y el contexto en el que se desarrolló el conflicto entre ambos países por la posesión del Chaco Boreal.
Luis Alberto Riart y Tomás Elío, cancilleres de Paraguay y de Bolivia, respectivamente, fueron los encargados de refrendar el documento para poner fin a las hostilidades entre ambas naciones mediterráneas, que se disputaron una salida fluvial al mar y sufrieron la falta del vital líquido durante varios tramos de la contienda, lo que infligió múltiples sufrimientos además de los propios de toda guerra.
A 90 años del histórico acuerdo, se celebra la hermandad entre pueblos que, si bien tienen amplias fronteras en común, en gran parte siguen separados por el gran territorio chaqueño.
ANTECEDENTES
La guerra del Pacífico (1879-1884) cercenó territorialmente a Bolivia y lo despojó de 120.000 km2 de superficie y 400 km de litoral marítimo. Este fue un momento clave que provocó que el Chaco paraguayo entrara en los planes estratégicos del país del altiplano.
En Bolivia, con la pérdida de su costa sobre el océano Pacífico en la guerra que tuvo contra Chile, desplazaron hombres para irrumpir en el Chaco fundando fortines, al tiempo que los tratados se realizaban, pero no se solucionaron las diferencias territoriales.
“Las incursiones generaron tensiones al punto de que en febrero de 1927 es muerto en el fortín Sorpresa el teniente paraguayo Adolfo Rojas Silva. A partir de ese episodio el conflicto contra Bolivia se desarrolló en un ambiente en el que amplios sectores de la ciudadanía paraguaya reclamaban mayor presencia del Estado paraguayo en el Chaco. Desde el llamado a la movilización en diciembre de 1928 luego del ataque de tropas paraguayas al fortín Vanguardia, donde los bolivianos fueron desalojados, la crisis diplomática afloró con la expulsión de sus respectivos representantes diplomáticos que cumplían funciones en ambos países”, explica Erasmo González, doctor en historia.
El 23 de octubre de 1931, registrado como un ícono del reclamo ciudadano por la protección del Chaco, quedó en la memoria por la masacre de manifestantes estudiantiles en los jardines del Palacio de Gobierno, que estaba ocupado entonces por el presidente José P. Guggiari.
SIGILO
“Lo sucesivos gobiernos paraguayos venían realizando una prudente campaña de reforzar y dotar de mayor armamento al Ejército, que se inició con las reformas realizadas por el presidente Eligio Ayala. Durante su gobierno se mandaron comprar armas e incluso las dos cañoneras adquiridas de Italia: El Paraguay y el Humaitá”, indica González.
“En los últimos años han sido varias las investigaciones históricas académicas que han permitido comprender el esfuerzo del Estado paraguayo para armar al país. Efectivamente, sin un préstamo internacional se pudo comprar armamento moderno y capacitar a los jefes y oficiales para enfrentar el conflicto a partir de los planes consensuados entre el Gobierno y los jefes del Ejército en agosto de 1924”, explica, por su parte, el historiador Herib Caballero Campos.
A pesar de estos esfuerzos, en comparación con el despliegue boliviano Paraguay se encontró con una preparación un tanto menor en efectivos y en armamento para el inicio de las hostilidades.
EL AGUA Y EL GUARANÍ
“La contienda se inició con la toma boliviana en Pitiantuta, casi al mismo tiempo en que el doctor Eusebio Ayala asumía la Presidencia. Era una etapa difícil e incierta, pero el presidente tuvo el tino de apostar por José Félix Estigarribia para el mando del Ejército. La estrategia del comando paraguayo de llevar la guerra al interior de la región chaqueña fue fundamental. Los bolivianos incursionaron en un territorio adverso por las condiciones naturales del territorio, alejados de donde existía agua; además, considerablemente lejos de su puesto logístico”, refiere González.
“La utilización del idioma guaraní por orden general del comandante Estigarribia fue estratégica para comunicarse y despistar a los enemigos con códigos que los jefes oficiales y los soldados paraguayos podían entender. Además, servía para identificarse entre paraguayos si se encontraban en un lugar determinado, evitando confusiones que podían llevar al enfrentamiento entre los mismos”, agregó.
UNIDAD Y ESTABILIDAD
La primera mitad del siglo XX en Paraguay se caracterizó por un sinfín de tragedias internas a consecuencia de la inestabilidad política con revoluciones, golpes de Estado, exilios, atropellos, proscripciones y muerte. La hegemonía liberal había arrancado en 1904, pero tanto los conflictos dentro del propio partido de gobierno como las confrontaciones con la oposición impedían el desarrollo de un proyecto nacional.
“En el contexto de la guerra se había generado una tregua política. Según se estableció por leyes aprobadas por el Congreso, se reprimió a los sectores socialistas y comunistas que eran antiguerreristas, pues consideraban que la guerra del Chaco era una guerra imperialista. Asimismo, importantes jefes políticos de los dos partidos tradicionales se movilizaron o apoyaron al gobierno de Eusebio Ayala”, señala Caballero Campos.
“El territorio chaqueño no conoció diferencias políticas entre los combatientes paraguayos. Diferentes sectores de la sociedad acudieron al llamado: campesinos, obreros, estudiantes y con ellos artistas, poetas, intelectuales, choferes, deportistas, enfermeras y médicos. Con ese esfuerzo mancomunado se pudo sobrellevar la guerra con el acompañamiento de las mujeres, que realizaron diferentes actividades tanto en retaguardia como en el frente. Se destaca la labor de las madrinas de guerra como apoyo emocional para el soldado combatiente”, explica González.
A renglón seguido, destacó la unidad que se logró en el Paraguay durante la guerra a pesar de las diferencias que lo separaban anteriormente.
“En general hubo un gran acompañamiento. Las personas hacían donaciones para las viudas y huérfanos de guerra; la Legión Civil Extranjera, conformada por miembros del comercio y la industria que eran de origen extranjero, colaboró con varias acciones para paliar las necesidades más urgentes. La Junta Nacional de Aprovisionamiento era una entidad gestionada por el Estado con fuerte colaboración de sectores privados, que proveían los alimentos básicos a las familias de los soldados combatientes que no tenían otros recursos para subsistir. La Cruz Roja Paraguaya, liderada por el Dr. Andrés Barbero, donó un avión ambulancia, así como también realizaron varias actividades para recaudar fondos, como el partido de fútbol en Buenos Aires en el que jugó Arsenio Erico, que finalmente fue fichado por el Independiente de Avellaneda”, citó Caballero Campos.
VÍA DIPLOMÁTICA
En el contexto de una guerra con fuertes bajas para ambos bandos, la vía diplomática no estuvo clausurada. Esto a pesar de que Paraguay fue sancionado por la Sociedad de Naciones (antecedente de las Naciones Unidas) por haber sido declarado país agresor.
“El grupo mediador liderado por el gobierno argentino del general Juan B. Justo fue el impulsor de abrir una negociación con el apoyo de los demás gobiernos de la región, pero el último actor clave en sumarse y muy necesario fue el gobierno del Brasil, cuyo presidente Getulio Vargas visitó Buenos Aires en mayo de 1935, dando su acuerdo para que se impulse un alto al fuego en el infierno verde del Chaco”, comenta Caballero.
“De una posición defensiva en los primeros meses del conflicto, Paraguay pasó a la ofensiva en 1934 logrando recuperar territorios que los bolivianos fueron ocupando. Para 1935 ya había cruzado el río Parapití. Sin embargo, no debemos olvidar que todo esto significó sacrificios humanos de padecimientos por sed, pestes, heridas, traumas emocionales, muerte y angustia por la distancia de los seres queridos. Para 1935 los recursos se extremaron. Cada día de combate representaba un gran costo para el país, por lo que la gestión diplomática también fue ardua”, apunta González.
En este sentido, fue destacado el rol del canciller argentino Carlos Saavedra Lamas en el contexto de las negociaciones diplomáticas, quien fue reconocido con el Premio Nobel de la Paz en 1936 por su mediación en este conflicto y por haber inspirado un tratado antibélico que lleva su nombre.
RUMBO AL PROTOCOLO DE PAZ
“Las negociaciones comenzaron en mayo de 1935. Primeramente, el grupo mediador se reunía con cada canciller por separado. El Paraguay desde un principio estaba conteste en general con los términos del documento propuesto por los mediadores, pero Bolivia pretendía esperar el resultado de su contraofensiva, que fue detenida exitosamente por el Ejército paraguayo en la batalla de Ingavi, el 8 de junio de 1935. En ese sentido, ya el 11 se anunciaba en los medios de prensa asuncenos que se había acordado entre los países un alto al fuego, pero se estaban aún ultimando los detalles del documento final”, explica Caballero Campos.
De su parte, González subraya que el protocolo se firmó en un momento en el que ya no se podía continuar con la guerra por la dificultad para obtener recursos y el agotamiento de los combatientes. Por ello, de alguna forma la firma del protocolo de paz del 12 de junio era el camino obligatorio.
“Ya en los últimos meses de la guerra, el cansancio, la hostilidad de la naturaleza en el alto Chaco, el revés en las estribaciones andinas hicieron que la mayoría de la tropa paraguaya ya se encuentre agotada y agobiada, según se puede deducir de varios testimonios. Además, las arcas del Estado paraguayo ya estaban exhaustas luego de casi tres años de guerra. Por ello, el alto al fuego al mediodía del 14 de junio de 1935 (día en que se festeja la Paz del Chaco en Bolivia) fue celebrado por todos los combatientes, pues era algo que se anhelaba en ambos ejércitos ”, agrega Caballero Campos.
En agosto de 1935 se realizó el desfile de la victoria en Asunción, pero el país estaba con una economía extenuada, con la producción mayormente a cargo de ancianos, niños y mujeres. Todo esto fue terreno fértil para que afloren de nuevo las desavenencias, los golpes de Estado, revoluciones, persecuciones e inestabilidad política.
ACUERDO FINAL
El Tratado de Paz, Amistad y Límites definitivo se rubricó el 21 de julio de 1938. El documento final fue firmado por Cecilio Báez y José Félix Estigarribia por Paraguay, y Eduardo Díez de Medina y Enrique Finot por Bolivia. El acuerdo fue refrendado por un referéndum, que se realizó el 15 de agosto de ese año y tuvo una aprobación del 91 %.
En octubre de 1938, en cumplimiento de una de las cláusulas del tratado, se abrió una Comisión Mixta Demarcadora de Límites para señalizar la frontera en el terreno, que dio por concluidas sus tareas en 2007.
Por ello, recién en abril de 2009, con firma de Evo Morales por Bolivia y de Fernando Lugo por Paraguay, se oficializó el acta de cumplimiento y ejecución del mencionado tratado.
BARRERA
A poco de cumplirse el centenario de esta epopeya, la más grande del siglo pasado en el continente, que dejó cerca de 100.000 bajas, el vínculo entre ambos países sigue en parte separado por aquel territorio hostil.
“Evidentemente el Chaco hasta hoy en día es una barrera para que se dé ese relacionamiento más cercano entre bolivianos y paraguayos. Hoy la ruta Bioceánica es una oportunidad para mejorar esa integración, pero el Chaco aún hoy es un territorio despoblado, con muchas carencias y una necesidad de recibir políticas públicas que aseguren la educación, la salud y la movilidad a las poblaciones chaqueñas, tanto originarias como a las demás que habitan dicho territorio”, concluyó Caballero Campos.
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Un histórico homenaje sinfónico en Loma Plata
Celebran el 90 aniversario de la Paz del Chaco con la presentación de la Orquesta Sinfónica Nacional a 450 km de la capital.
- Por Jorge Zárate y Matías Amarilla
- Loma Plata, Boquerón, enviados especiales.
La fuerza de la marcha Chaco Boreal en brillante ejecución de la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) abrió el capítulo de homenaje a los héroes de la contienda en el concierto realizado en esta ciudad, distante a 450 kilómetros de Asunción.
“Es la primera vez que la OSN llega hasta aquí y por fortuna en esta fecha tan especial”, dijo su directora María Victoria Sosa al abrir el evento desarrollado en el Centro Cultural Chortitzer ante unos 800 espectadores que concluyeron aplaudiendo de pie el logrado espectáculo de la formación orquestal.
El acto que contó con la presencia del gobernador de Boquerón, Harold Bergen, y representantes de la comunidad local, tuvo un programa que en la primera parte abordó pasajes clásicos de la ópera universal como “El barbero de Sevilla”, “Carmen” y una versión especial y cantada en alemán de “La viuda alegre” que fue muy celebrada por el público.
OBRAS DE FLORES
Acto seguido, la orquesta, dirigida por Ernesto Estigarribia Mussi, abordó cuatro piezas de creación de José Asunción Flores que lograron conmover por su sentida ejecución.
Especialmente la versión de “India” a cargo de la soprano Carolina López y el tenor Marcos Villalba que aprovecharon especialmente la excelente acústica del auditorio. La organizadora del evento y directora del Conservatorio del Colegio de Loma Plata, Lilian Guenther, mostró su beneplácito por la visita de la OSN apuntando que “en esta ocasión llenamos el Chaco de música, un arte que no reconoce fronteras y hermana a los hombres”, recordando especialmente su efecto en la fecha de la firma del acuerdo de la Paz del Chaco.
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Rinden justo homenaje a los tres últimos valientes excombatientes de la contienda del Chaco
Hoy 12 de junio, se conmemora la firma del protocolo de la “Paz del Chaco” y desde el Ejército Paraguayo rindieron homenaje a los tres últimos excombatientes de la contienda en la guerra del Chaco que siguen vivos. Destacaron que estos valientes hombres lucharon por un país libre y soberano, por lo que se merecen ser recordados.
El comandante del Ejército, Gral. Ej. Manuel Rodríguez, junto al Gral. Div. Gustavo Arza, jefe del Estado Mayor del Ejército, llegaron hasta la vivienda de los excombatientes para rendirles el solemne homenaje en vida.
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Vistas
La primera visita fue a don Canuto González que a la fecha tiene 109 años, y que reside en el departamento Central; luego todo el equipo llegó hasta la casa de don Virgilio Dávalos, de 110 años, quien vive en Coronel Oviedo y para finalizar llegó hasta Itakyry a la casa de don Juan Bautista Cantero, de 108 años.
“El Ejército Paraguayo continuará con el apoyo y asistencia a los nuestros héroes, honrando y cuidando la memoria de quienes han dedicado sus vidas a la patria, asegurando que su legado perdure en el corazón de todos los paraguayos”, detallaron desde el comando
Verdaderos héroes
Remarcaron que se tratan de héroes vivientes y se honraron en rendirles homenaje destacando la valentía y sacrificio de quienes lucharon por la libertad del país.
La visita estuvo acompañada por músicos del Ejército. “Buscamos recordar a las nuevas generaciones la importancia de la libertad y la soberanía que ellos defendieron con tanto coraje”, puntualizaron.
Hace 90 años, el 12 de junio de 1935, el canciller Luis Alberto Riart Vera, que representó al Paraguay, y Tomás Manuel Elío, representante diplomático de Bolivia, firmaban en Buenos Aires (Argentina) el protocolo de “alto el fuego” de la Guerra del Chaco. La fecha quedó establecida como el Día de la Paz del Chaco.
Tres años después, es decir en el año 1938, se firmó el Tratado de la Paz del Chaco.
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Un capuccino en Latinoamérica: ¿Cuánto cuesta en promedio en países de la región?
América Latina se ha convertido en una de las regiones más apasionadas por el café. Si bien este grano proviene de un cultivo originario de Etiopía, África, el café fue introducido en el continente americano en el siglo XVII y, desde entonces, se convirtió en la infusión matutina preferida de los latinos.
Según el medio Statista, encargado de suministrar información y datos empresariales para las economías internacionales, una de las bebidas más consumidas que contiene café es el capuccino. La misma está compuesta por una base de espresso y leche espumada al vapor.
Ya ganó gran popularidad en la mayoría de las cafeterías de la región, al igual que en restaurantes; pero, de acuerdo a cada país, el precio por taza o vaso puede variar. El costo promedio de esta bebida oscila desde unos USD 4,1 en Uruguay hasta apenas 1,58 en Colombia, según datos de Statista corroborados en Numbeo.com a junio de 2025.
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Costo por país: el más bajo es en Colombia con USD 1,58, seguido de Brasil con USD 1,74, Paraguay con USD 1,77, Ecuador con USD 2,47, y el más costoso es Uruguay, con USD 4,10 por unidad.
Café
En Paraguay, el negocio del café mueve unos USD 34 millones al año en promedio (según datos al año pasado), según datos de la consultora CCR. Mauricio Larrosa, gerente de la consultora, dijo a La Nación/Nación Media que esta cifra muestra un aumento del 10 % respecto al periodo anterior.
Larrosa expuso a LN que mientras el café molido y el instantáneo se llevan el 96 % del total del mercado paraguayo, el café con soja y en cápsulas acumulan cada uno 2 %. En cuanto a áreas de consumo, dijo que hay una mayor concentración en Asunción y Gran Asunción, donde se consume el 57 % del volumen, mientras el 47 % está en interior.
Es en Asunción y ciudades aledañas donde están los mayores niveles de consumo per cápita, que son los que impulsan el desarrollo y el crecimiento de la categoría, explicó. Respecto al movimiento comercial, el gerente general de la consultora detalló que, en promedio, los establecimientos comerciales del país cuentan con ocho marcas.
El negocio del café demostró un gran crecimiento en los últimos 10 años, no solamente en cuanto a volumen o valor en el tiempo, sino también en cantidad de presentaciones, segmentos desarrollados, nuevos mercados y marcas que se suman al negocio para potenciar su crecimiento, finalizó.
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