El Ministerio de Justicia y el Ministerio Público realizan un trabajo conjunto para la investigación de agentes penitenciarios involucrados en hechos punibles de corrupción, llamadas extorsivas y venta de insumos dentro de la Penitenciaría Nacional de Tacumbú. Ayer jueves, en una serie de procedimientos fueron detenidos el agente Jorge Ávila y el exguardiacárcel Esteban Ibarra Gómez, desvinculado en enero pasado tras el operativo Veneratio.
“No podemos continuar con esta ola de inseguridad que afecta a la ciudadanía y que se genera dentro del sistema, entonces estamos empezando a hacer estos trabajos finos con el acompañamiento del Ministerio Público”, dijo el ministro de Justicia, Rodrigo Nicora, este viernes, en entrevista al programa “Arriba hoy” de GEN y Universo 970 AM/Nación Media, acerca de estas acciones.
El secretario de Estado explicó cómo se dieron las intervenciones y los operativos desarrollados ayer jueves, encabezados por la fiscal Alicia Sapriza, con el acompañamiento del Ministerio de Justicia. “El operativo empezó temprano y tuvo dos partes. En primeras horas de la mañana, la doctora Alicia Sapriza con una comitiva fiscal-policial hizo dos allanamientos en dos viviendas de estos dos funcionarios, una en Villa Elisa y otra a media cuadra de la Penitenciaría Nacional (Tacumbú)”, detalló Nicora.
Según detalló la fiscal Alicia Sapriza, los sospechosos facilitaban y prestaban servicios para el ingreso irregular de celulares y mercaderías en la cárcel, así como la recarga de saldos o transferencias a los internos que operaban un esquema de estafa y extorsión a través de las llamadas telefónicas.
Los allanamientos
Este primer allanamiento consistió en el registro del inmueble con el acompañamiento de la Policía para buscar elementos vinculantes para una causa penal. “La causa penal es la continuidad, el remanente digamos del operativo Veneratio, donde justamente se busca encontrar elementos en referencia a funcionarios o agentes penitenciarios que estén siendo parte de una estructura criminal dentro del sistema”, señaló el ministro.
En esa línea investigativa se realizaron los primeros dos allanamientos y posteriormente en un trabajo interinstitucional de facilitación de la investigación se constituyó la agente fiscal en la Dirección General de Establecimiento Penitenciario y la Dirección de Monitoreo. En este último se cuenta con videovigilancia y todos los elementos tecnológicos probatorios para recabar más datos que apoyen a la investigación.
La misma situación se dio en la Dirección de la Penitenciaría de Tacumbú, también para recabar toda la información necesaria en el marco de esta investigación. “Esas tres constituciones fueron con el acompañamiento y el total apoyo del Ministerio de Justicia”, apuntó Nicora.
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Sanear el sistema penitenciario
Finalmente, expresó que el trabajo no es fácil, ya que se cuenta con 20 centros penitenciarios en el país, con más de 1.900 funcionarios, agentes penitenciarios, y el trabajo se debe realizar día a día; sin embargo, desde el Ministerio de Justicia se están dando señales.
“Lo bueno son estas señales que nosotros damos como institución, de que aquí estamos buscando la firmeza para realmente buscar sanear y diferenciar a ese funcionario, agente comprometido con la institución, pero así también estamos trabajando en darles las herramientas adecuadas”, sentenció.
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Los desafíos del sistema penitenciario para superar la superpoblación carcelaria
Reducir el hacinamiento, revisar los miles de causas sin condena que ayudan a ese fenómeno e intentar poner en marcha un nuevo paradigma penitenciario son metas del Ministerio de Justicia. Desde allí se entiende que la puesta en marcha de prisiones modelo puede ir mejorando el cuadro de situación. Desde los organismos de derechos humanos se alienta a revisar la cuestión social y trabajar en la prevención del delito y entienden que de otra manera las nuevas cárceles repetirán el esquema vigente.
- Por Jorge Zárate
- jorge.zarate@nacionmedia.com
- Fotos Archivo / Gentileza
El país tiene 19.600 personas privadas de libertad, de las cuales unas 7.000 tienen condena y las restantes están bajo prisión preventiva, procesados en espera de una decisión de la justicia, que construye de esta forma un problema que ya es histórico y que llevará tiempo resolver.
La capacidad de todas las prisiones del país es de poco más de 10.000 plazas, por lo que reconoce el viceministro de Política Criminal, Rubén Maciel Guerreño, que “estamos con una tasa de ocupación crítica, lo que indica hacinamiento”.
Como respuesta a ello, asegura que se hace una verificación a través de una unidad especial de su cartera, que “viene comunicando a los juzgados competentes cuándo una persona que está bajo prisión preventiva ya compurgó la pena mínima. Unas 300 personas en esta situación ya lograron su libertad”, dice sobre esta tarea.
También menciona que en mesas conjuntas con el Poder Judicial se trabaja para que “mujeres que son infractoras primarias por hechos punibles que no son lesivos, en el sentido de que no hubo violencia, se vean beneficiadas ya con medidas alternativas”. La idea es que también madres y personas de la tercera edad que estuvieran enfermos puedan
acceder a arrestos domiciliarios en el caso de que cumplan penas leves.
La forma de alivianar la población entre los condenados es apelando a la “pena discontinua” para quienes fueron condenados a 1 o 2 años, “aunque en esos casos todavía no tuvimos resoluciones favorables”.
RECORTAR EL PODER CRIMINAL
Intentar desarmar la influencia de grupos criminales como el paraguayo Clan Rotela y los brasileños Primer Comando de la Capital (PCC) y Comando Vermelho (CV) es otra acción fundamental para llevar “salud” al sistema penitenciario.
Maciel Guerreño destaca en ese sentido la tarea del Operativo Umbral y la puesta en marcha de prisiones modelo (ver aparte). “Ya pasamos una gran cantidad de condenados bajo este nuevo modelo de gestión penitenciaria. Esta es una manera directa de reducir el poder que tienen los grupos criminales porque ellos se fortalecen con base en las debilidades del propio sistema”.
Lo explica ejemplificando que “hay muchas personas de escasos recursos que no pueden acceder a una comida de calidad o al servicio de sanidad de una penitenciaría por el hacinamiento, la infraestructura inadecuada, por la corrupción de los funcionarios, etc. Entonces, ellos son captados por estos grupos criminales que les facilitan el acceso a eso”.
Entonces, la idea del nuevo modelo es intentar igualar las condiciones: “Por eso el tema del uniforme, que iguala a todos, ahí no va a haber diferencia en cuanto a la vestimenta. También todos van a comer lo que les provee el Estado porque estas penitenciarías modelo ya no están preparadas para tener cantinas u otras modalidades donde los propios internos preparan su comida o acceden a insumos para cocinar”, describe admitiendo que esta realidad se da en muchas prisiones por “la falta de presupuesto para dar de comer a todos”.
Se espera que la división modular de las prisiones ayude en la tarea, ya que permitirán “aislar” a los jerarcas de los grupos criminales. “Eso va a evitar que ellos, mezclados con el resto de la población, puedan ir bautizando, por ejemplo. Están, por otra parte, en otro módulo personas también vinculadas a grupos criminales que tienen problemas de consumo, que ahora ya pasaron toda su etapa de abstinencia y están siendo tratados y ahí tenemos la ayuda por ejemplo de Remar, que es una fundación que tiene muchísima experiencia con el trabajo con personas que tienen problemas de consumo”, apunta.
Otro punto importante es que “no se permite la circulación de dinero porque es un elemento de extorsión tanto de parte de los funcionarios hacia los privados de libertad como viceversa”.
ALGUNOS RESULTADOS
El funcionario destaca que “en todas las requisas que se hicieron en las penitenciarías nuevas no se encuentran punzones, no se encuentran celulares, que son algo muy usual en las requisas del sistema actual. Tampoco sustancias, aunque sí se encontraron cigarrillos, que también están prohibidos, ya que las nuevas penitenciarías son espacios libres de humo”, recuerda.
“Se busca también mejorar los controles de ingreso gracias a la tecnología implementada con toda la inversión que hizo el Parque Tecnológico Itaipú (PTI) para el control del ingreso de personas y de mercaderías. Faltan todavía muchas cosas por ajustar, pero haciendo una comparación con el modelo actual es infinitamente mejor”, apunta.
“La organización busca ser diferente e implica un organigrama pensado en la funcionalidad del régimen penitenciario, también protocolos y procedimientos escritos, lo cual permite deslindar responsabilidades cuando se da algún tipo de irregularidad, cosa que no tenemos en el modelo actual”.
Según explica, “es mucho más difícil implementar nuevos procedimientos en los penales antiguos ya por la cultura organizacional vigente, que es muy proclive a prácticas corruptas. La idea es tener organización, protocolos, procedimientos y personal aunados en la tarea”, señala.
Lo hace recordando que a partir de 2000 se construyeron penitenciarías en Encarnación, Concepción, Misiones, San Pedro y Pedro Juan Caballero, “donde se empezaron a replicar igualmente esas prácticas que queremos erradicar. Entonces obviamente no es solamente la edificación la solución. La mejora viene con la organización y el capital humano”, concluye.
JÓVENES INFRACTORES
Explicando que el Servicio de Atención a los Adolescentes Infractores (Senai) es el responsable de los centros de rehabilitación, Maciel Guerreño dice que la misma idea de separar condenados de procesados se trata de implementar también en esa franja etaria.
“Esto se está haciendo porque es uno de los puntos de la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso del centro Panchito López, donde el país fue condenado y en cuyo fallo se dispuso la consolidación de la jurisdicción penal adolescente, situación que nuestro país entiende debe ayudar a declarar cumplida la sentencia”.
Vale recordar que la prisión preventiva en adolescentes sigue siendo mayor con respecto a los adultos, con 8 de cada 10 adolescentes en situación de encierro preventivo y solo 2 con medidas definitivas.
NUEVOS AGENTES PENITENCIARIOS
La reciente convocatoria para 500 cargos de agentes penitenciarios es un punto importante en la implementación del nuevo modelo: “Estuvo destinada exclusivamente para las nuevas penitenciarías de Minga Guazú, que ya empezó a funcionar en su totalidad, y para Martín Mendoza, en Emboscada. No llegamos a los 300 postulantes y luego del proceso de selección y ahora que ya están haciendo el curso de introducción, el número se redujo a 133”, comenta Maciel Guerreño.
La situación se da porque “muchos no logran cumplir los requisitos y otros en el camino renuncian. Por eso en octubre se va a hacer otro llamado siempre persiguiendo que el ratio de agente penitenciario/personas privadas de libertad sea lo que establecen los estándares internacionales, que sería un agente por cada 10 personas privadas de libertad”, explica el viceministro.
“El personal penitenciario es clave para la mejora del servicio. Están además el personal de blanco, administrativo, personal del Organismo Técnico Criminológico (OTC), que son los que tienen ese contacto cotidiano con las personas privadas de libertad. Entonces, si se mejora la calidad del personal se va a mejorar la calidad del trato brindado”.
Para ello se establecieron algunos criterios mínimos que tienen que ver con “requisitos de edad, de índice de masa corporal, de estatura, tienen que tener todos por lo menos terminados el bachillerato y se solicitó también como un requisito que tengan un promedio de 3,5. Luego eso se bajó al mínimo porque hubo pocos postulantes”.
Enfatizó que se exige la educación secundaria concluida “porque todos tienen que cursar la tecnicatura superior impartida por el Instituto Técnico Superior en Educación y Formación Penitenciaria, responsable de formar a los nuevos agentes, a los directores, a los jefes de seguridad y también al personal de blanco y el personal administrativo que trabajan en las penitenciarías”, recuerda.
“Esta formación tiene una malla curricular de dos años, que comenzamos a revisar este año con apoyo de institutos como el ISEPOL de la policía, el de la Defensa Pública, el IAEE de los militares, porque ellos tienen mucho más know-how en todo este proceso”, apunta.
EL OPERATIVO UMBRAL Y UN NUEVO MODELO
Para el viceministro de Política Criminal, el Operativo Umbral desarrollado en agosto pasado significó “el paso del viejo al nuevo modelo penitenciario, donde se busca cumplir con ese postulado constitucional y convencional de que estén separados los procesados de los condenados, que es una deuda histórica del Paraguay”, apunta.
“Se lo denominó así porque se cruza ese ‘umbral’ para la implementación de un nuevo régimen de gestión en donde también se clasifica a los condenados por módulos con base en un análisis de riesgo, necesidad y amenaza”, explica sobre la importancia del traslado de 500 presos de Ciudad del Este al Centro de Reinserción Social de Minga Guazú en que consistió el operativo.
En la nueva prisión “tenemos módulos donde están personas que ya están en el período de prueba que tienen salidas transitorias, otro módulo donde están las personas que están ya cerca de compurgar. Entonces, estos dos módulos ayudan en tareas dentro de los servicios generales que hacen a la penitenciaría”, describe del funcionamiento de la penitenciaría de máxima seguridad de Minga Guazú.
“Luego tenemos el módulo 4 y el módulo 6, que son para personas que se encuentran en la etapa de tratamiento de sus respectivas condenas, en donde están instaladas 2 fábricas de maquila que emplean a los condenados. Les pagan porque están bajo relación de dependencia y además de eso reciben capacitación, formación, educación formal, etc”.
Estos reos pueden beneficiarse con la figura de la “redención”, que establece que “por tres días de trabajo o estudio se puede restar un día de la condena y eso se acumula. Entonces, en un año por las reglas actualmente vigentes se puede incluso hasta acumular 90 días de redención, lo cual ya es bastante significativo”, apunta el viceministro.
“Después está el módulo 7, que es de alta seguridad, en donde están las personas que ya arrojan un índice de riesgo superior al 70 %. Es un régimen intermedio entre el convencional y el de máxima seguridad, que son aquellos que se encuentran en el módulo 8”, describe.
En la máxima seguridad son todas celdas individuales, “en donde no existe un área común porque se les mantiene separados y aislados a los privados a libertad. Permanecen básicamente 22 horas encerrados y tienen 2 horas de recreación en un área otra vez restringida que se llama área de soleo”.
También en ese módulo 8 “las visitas son monitoreadas, restringidas, para evitar que desde el establecimiento penitenciario puedan seguir dirigiendo su actividad ilícita”, apunta.
“CELDAS VIP”
Las 42 personas privadas de libertad que se encontraban en Emboscada en las llamadas “celdas de privilegio” fueron trasladadas recientemente al módulo 5 del nuevo penal Martín Mendoza bajo el régimen de máxima seguridad. “Ellos van a estar ahí provisoriamente”, apunta explicando que luego se determinará su destino definitivo.
En tanto, ya se procedió a desmantelar esa parte “VIP” e ingresó una constructora para restaurar y recuperar el espacio del viejo penal de Emboscada.
Además de este movimiento, se sigue investigando cómo fue posible llegar a la consolidación de una estructura como esa en un penal: “Una cosa es derribar todos los lujos que puede tener una persona privada libertad, pero sin destruir el esquema que permitió eso. Esto va a hacer es que se vuelva a reproducir. La intención nuestra es eliminar ese sistema que permite estos privilegios que no corresponden en el que también hay funcionarios que se benefician con eso”, apunta.
“URGE UN SISTEMA PENITENCIARIO PROFESIONAL Y DESPOLITIZADO”
Para Orlando Castillo, comisionado del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura (MNP), el sistema penitenciario “opera dentro de la lógica de la corrupción. Esta impera en todas las penitenciarías del país y lastimosamente goza de buena salud. Es un sistema de indignidad para las personas privadas de libertad, donde todo tiene precio y en el cual la reinserción se convierte en una utopía porque no hay un plan nacional de reinserción. Las escasas oportunidades laborales que realizan únicamente las personas condenadas no forman parte de un proceso implementado por las penitenciarías, sino que es financiado con recursos de cada persona privada de libertad, convirtiéndolo por tanto en un privilegio al cual acceden muy pocos”, describe.
Para Castillo, “urge pensar un sistema penitenciario profesional, altamente calificado, despolitizado, sin injerencias políticas, sin directores políticos que convierten a las penitenciarías junto a funcionarios corruptos en centros de recaudación y no de reinserción”.
Al abordar el problema de la falta de condenas, recuerda con datos de julio pasado que un 64 % de los presos está en esa condición: “¡6 de cada 10 personas! Esto ocurre cuando los operadores de justicia no aplican de manera estricta y respetuosa la legislación vigente, y el encierro se vuelve en la primera respuesta y no en la última”.
El comisionado entiende que “el problema no pasa por la capacidad de las penitenciarías, sino por llevar adelante políticas públicas y sociales que aborden los distintos nudos de tensión antes que se conviertan en problemas. Si seguimos sin mirar lo social, terminaremos construyendo un muro en la frontera y encerrándonos todos dentro. Una problemática actual, por poner un ejemplo, es la del consumo de drogas. Esta problemática no tiene respuesta en el encierro, sino todo lo contrario. Con esta respuesta se agrava la situación, pues el consumo continúa dentro de la penitenciaría y fortalece un sistema de corrupción”, ejemplifica.
“La respuesta no es más cárceles, sino tener una visión de sociedad o seguiremos teniendo hacinamiento y sobrepoblación, porque hoy tenemos una justicia mediática, una criminología mediática, donde en muchos casos las decisiones se toman no por el análisis objetivo de los hechos y las pruebas, sino más bien por el nivel de indignación social y presentación de la noticia en los medios de comunicación”, considera.
“FALTA UNA POLÍTICA CRIMINAL DE PREVENCIÓN”
“El sistema penitenciario sigue en una crisis profunda”, describe Dante Leguizamón, secretario ejecutivo de la Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay (Codehupy), por lo que considera que “la construcción de nueva infraestructura o el ingreso de nuevos agentes penitenciarios no significa que cambie. El problema central es que cada año ingresan un promedio de mil personas al sistema penitenciario, entonces siempre va a faltar espacio y nunca se va a poder superar la crisis”.
Para Leguizamón, otro problema central lo constituyen “las importantísimas redes de corrupción, que son sumamente rentables. La precariedad de trabajo de los guardias, la fragilidad para caer en corrupción de los distintos actores, la falta de control y la impunidad que existen en torno a eso hacen que sea muy difícil. Por eso, si construimos nuevas cárceles o nuevos espacios, esos espacios rápidamente van a adquirir los mismos vicios”, considera.
“Hay una iniciativa de un nuevo sistema penitenciario, pero si no se aborda en profundidad los problemas no solo del abuso de la prisión preventiva, que por supuesto es un problema importantísimo; pero si no se aborda efectivamente una política criminal, no solo desde la óptica de la reclusión, sino una que busque prevenir delitos, lo único que hace el sistema actual es que sea más fácil el reclutamiento de las redes criminales que funcionan en las cárceles”.
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Recategorización de agentes penitenciarios será gradual
El director de Talento Humano del Ministerio de Justicia, Francisco Luis Ruffinelli, sostuvo que el aumento de salario exigido por los agentes penitenciarios que se manifiestan frente al Ministerio de Justicia, se iniciará a partir del mes de octubre de este año.
El mismo explicó que este aumento ya estaba previsto, pero recién desde el mes de octubre.
“Nosotros estamos en una etapa final, en trabajo coordinado del Viceministerio de Capital Humano, que es el área encargada de los procesos de concursos, recategorizaciones, etc., y el aumento que se tiene contemplado para este año es de 900.000 a 1.000.000 de guaraníes con aplicación a partir del mes de octubre, en el marco de la recategorización”, dijo en entrevista al programa “Dos en la ciudad” de GEN y Universo 970 AM/Nación Media.
La recategorización se realizará de manera gradual, y se llegaría a los G. 1.500.000, que es lo que exigen los trabajadores de las penitenciarías, esto debe ser contemplado en las próximas ejecuciones presupuestarias.
“Hay que entender que la fuente de financiamiento son ahora mismo momento nuestras restricciones presupuestarias, pero hay un compromiso para aumentar paulatinamente con la nueva ley de la carrera civil”, explicó.
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Recategorización de agentes penitenciarios será desde octubre y de manera gradual
El director de Talento Humano del Ministerio de Justicia, Francisco Luis Ruffinelli, sostuvo que el aumento de salario exigido por los agentes penitenciarios que se manifiestan frente al Ministerio de Justicia, iniciará a partir del mes de octubre de este año. El mismo explicó que este aumento ya estaba previsto, pero recién desde el mes de octubre.
“Nosotros estamos en una etapa final, en trabajo coordinado del Viceministerio de Capital Humano, que es el área encargada de los procesos de concursos, recategorizaciones, etc., y el aumento que se tiene contemplado para este año es de 900.000 a 1.000.000 de guaraníes con aplicación a partir del mes de octubre, en el marco de la recategorización”, dijo en entrevista al programa “Dos en la ciudad” de GEN y Universo 970 AM/Nación Media.
La recategorización se realizará de manera gradual, y se llegaría a los G. 1.500.000, que es lo que exigen los trabajadores de las penitenciarías, esto debe ser contemplado en las próximas ejecuciones presupuestarias. “Hay que entender que la fuente de financiamiento, son ahora mismo momento nuestras restricciones presupuestarias, pero hay un compromiso para aumentar paulatinamente con la nueva ley de la carrera civil”, explicó.
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Detalló que el Ministerio de Justicia cuenta con un fondo que será utilizado a partir del mes de octubre hasta el mes de diciembre de este año, incluyendo el aguinaldo, y posteriormente la financiación a partir del mes de enero hasta setiembre del 2026, y “el Ministerio de Economía tiene que conseguir los fondos para que se pueda contemplar todo el año restante”.
En total, los funcionarios beneficiados serán 1.532, entre agentes penitenciarios, agentes educadores, personal de blanco y agentes administrativos del Ministerio de Justicia. “El monto es aproximadamente el de un salario mínimo, un 40 % de aumento sobre lo que tienen hoy, contemplando también que tienen beneficios como la insalubridad y la unidad básica alimenticia”, sentenció.
Así también, indicó que posteriormente se establecerá una carrera dentro de las funciones penitenciarias. “Tenemos nosotros la nueva ley de la carrera civil, también se está trabajando en un proyecto de la función del agente penitenciario, que sería una carrera dentro del Ministerio de Justicia, donde se van a establecer parámetros salariales de acuerdo a la categoría y la ocupación de la responsabilidad de cada agente”, puntualizó.
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Con casi 500 nuevos agentes penitenciarios, el Ministerio de Justicia fortalece profesionalización
Bajo la coordinación del Viceministerio de Política Criminal, ya se desarrolla la etapa final del Cuarto Programa de Inducción y Entrenamiento Práctico para Aspirantes Penitenciarios, impulsado por el Instituto Técnico Superior de Educación y Formación Penitenciaria (ITSEFP).
Esta iniciativa forma parte del nuevo modelo de gestión penitenciaria con el que el Ministerio de Justicia avanza en la profesionalización total de 492 nuevos agentes penitenciarios.
“Este último ciclo formativo es el punto de partida de una transformación personal para 131 aspirantes que, desde el primer día, asumieron el desafío de convertirse en agentes penitenciarios con ética, disciplina y humanidad”, indicaron desde la institución. Agregaron que cada módulo fue diseñado no solo para fortalecer habilidades operativas, sino también para cultivar el respeto por la vida y los derechos humanos.
Las prácticas
Desde el Ministerio de Justicia informaron que los grupos de aspirantes rotaron por las diferentes estaciones de práctica bajo la guía de instructores especializados, consolidando una formación operativa acorde a los desafíos del sistema penitenciario nacional.
Los módulos de instrucción incluyeron:
- Manejo de manifestaciones violentas
- Recorrido de pista táctica
- Manejo y uso de tonfa
- Manejo y uso de esposas
- Transporte de Personas Privadas de Libertad (PPL)
- Defensa personal
- Primeros auxilios
- Tiro táctico en polígono, dirigido por el Subteniente Wilson Martínez, oficial de tiro, con apoyo de instructores del ITSEFP
La cartera de Justicia resaltó que la institución fortalece la formación continua de agentes penitenciarios para que no solo estén preparados para enfrentar los desafíos del sistema, sino que también sean referentes de integridad y humanidad dentro de los centros penitenciarios. Cada egresado lleva consigo el peso de una misión que exige valentía, empatía y vocación de servicio. Porque en el corazón del sistema penitenciario, el recurso más valioso sigue siendo el ser humano.
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Los programas
Formación Penitenciaria:
- Primer Programa Egresados en abril de 2024: 124 agentes penitenciarios
- Segundo Programa Egresados en diciembre de 2024: 109 agentes penitenciarios
- Tercer Programa Egresados en abril de 2025: 128 agentes penitenciarios
- Cuarto Programa a egresar en septiembre de 2025: 131 futuros agentes penitenciarios
- Total: 492 Agentes Penitenciarios