El presidente de la República Santiago Peña se dirigió del Palacio de López hasta la Catedral Metropolitana de Asunción en un Rolls-Royce Corniche descapotable que costó G. 1.000 a su propietario. Se convirtió en el cuarto mandatario que no utiliza el tradicional Chevrolet Caprice, modelo 67, color blanco, utilizado por la mayoría de los presidentes a partir de Alfredo Stroessner.

En compañía de la primera dama, Leticia Ocampos, Peña realizó su primer paseo como mandatario de la República en este costoso vehículo que pertenece al ingeniero Zoilo Rodas, pero quien consiguió el vehículo tras un sorteo de rifa que le había costado tan solo G. 1.000 en la década de los 90, de acuerdo a una versión difundida.

El color del rodado es de color azul marino y no negro como aparenta a simple vista y es una de las pocas unidades con que se cuenta en nuestro país. Santiago Peña se convirtió en el cuarto jefe de Estado que decidió no utilizar el tradicional auto blanco.

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El Rolls-Royce Corniche viene con una curiosa anécdota no comprobada, habría sido ganado en una rifa. Foto: Carlos Juri

Hace cinco años, en el primer paseo del ahora expresidente Mario Abdo Benítez rumbo a la Catedral, en el 2018, lo hizo a bordo del Chevrolet Caprice, el que había sido adquirido por su padre, Mario Abdo, exsecretario privado de Alfredo Stroessner, importado de Brasil a finales de los 60. Además del dictador, fue prestado para el uso ceremonial de los mandatarios Andrés Rodríguez, Juan Carlos Wasmosy, Luis González Macchi, Nicanor Duarte Frutos y Horacio Cartes.

Solo tres mandatarios previos a Peña decidieron no utilizar este vehículo, el primero fue el mismo Stroessner en su último periodo; luego fue Raúl Cubas Grau y, por último, fue Fernando Lugo, quien llegó a bordo de un Jeep militar. Coincidentemente, los tres expresidentes no culminaron sus mandatos, no obstante, el actual presidente podría ser quien rompa esta racha.

En principio, se pensó que el vicepresidente Pedro Alliana usaría el Chevrolet blanco. Sin embargo, el extitular de la Cámara de Diputados se dirigió hasta la Catedral junto con su esposa, la diputada Fabiana Souto, a bordo de un Rolls-Royce color negro.

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El vicepresidente Pedro Alliana tampoco hizo uso del Chevrolet blanco. Foto: Néstor Soto

Coincidencias

El vehículo escogido por Santiago Peña, por fuera de la mencionada tradición, para su primera procesión hacia el tedeum también ha alimentado la cábala deportiva en torno a las oportunidades de Olimpia de volver a disputar una final de una copa internacional.

A través de las redes sociales, los fanáticos señalaron que existen ciertas coincidencias entre la decisión de no utilizar el Chevrolet blanco y las finales disputadas por Olimpia. Como uno de los primeros sucesos mencionaron que Alfredo Stroessner en su último periodo de presidencia el cual iba de 1988-1993, decidió no utilizar este vehículo.

En el gobierno que le sucedió tras el golpe de 1989, el Decano disputó tres finales de forma consecutiva en la Copa Libertadores, en 1989, 1990 y 1991. El mismo suceso se produjo tras el gobierno de Raúl Cubas Grau, cuyo mandato se interrumpió en 1999, para la siguiente administración, con el gobierno de Luis Ángel González Macchi en 2003, Olimpia disputó la Recopa Sudamericana y salió campeón.

La secuencia se repitió con Fernando Lugo, cuyo mandato se vio interrumpido por el juicio político del 2012, y en el 2013 ya con el gobierno de Federico Franco, Olimpia disputó la final de la Copa Libertadores contra Mineiro, donde lastimosamente no se pudo repetir la hazaña de que el club pueda alzarse con una copa.

Estas coincidencias entre fanáticos surgen en torno a la participación de Olimpia en la Copa Libertadores, que recientemente logró derrotar al Flamengo, equipo brasileño con gran poderío económico y vigente campeón de la mencionada copa. Esto sumado a que el propio presidente Peña es fanático del franjeado.

"Elijo creer": el vehículo de Peña suma a las "señales" de la hinchada olimpista. Foto: Carlos Juri

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