El gerente de Administración y Finanzas del Instituto de Previsión Social (IPS), José Luis Urizar, expuso los motivos que llevaron a la administración de Vicente Bataglia a utilizar de forma adelantada y sin ser socializadas las reservas desde el 2020 para cubrir el pago a los jubilados.

Al respecto, las autoridades del ente rechazan que la decisión termine generando una situación catastrófica en la previsional y apelan a la concreción de la tal anhelada reforma, con el objetivo de zanjar la crisis institucional y financiera del ente.

“Esta es una situación que tenemos que tomar con la responsabilidad que se requiere y tenemos que llevar adelante las acciones necesarias, pero tampoco es una situación en la que podemos decir que estamos en un escenario catastrófico en el que de aquí a 3 o 4 años, como se dio a entender hace unas semanas atrás, el IPS estaría en saldo cero, eso no es una realidad”, dijo en una entrevista con el programa “Fuego cruzado”, emitido por el canal GEN/Nación Media.

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Urizar sostuvo que entre los principales motivos figura que el reajuste del haber mínimo jubilatorio del 33 % al 75 % hizo que no existan los suficientes ingresos corrientes para pagar a los jubilados.

Yo recuerdo que la última vez que intentamos como institución realizar algunas reformas fue totalmente rechazada por todos los grupos de interés y finalmente no prosperó, y tuvo que ser rechazado del Congreso Nacional, entonces estas situaciones se deben evitar. Todos los sistemas de seguridad social requieren de reforma en forma periódica”, indicó.

Además mencionó la recesión económica generada por la pandemia del covid-19, periodo en el que las recaudaciones del IPS correspondientes a los ingresos por aportes fueron “sumamente afectadas” e insuficientes al cierre de cada año para cubrir las obligaciones correspondiente al pago de jubilaciones y pensiones.

Detalló que otros motivos que llevaron al uso de las reservas son los gastos adicionales anuales, como el pago extraordinario que se desembolsa en noviembre de cada año a los jubilados como una especie de aguinaldo y el reajuste anual del haber mínimo, con base en el incremento del sueldo mínimo en julio de cada año.

Nuestros informes actuariales nos dicen que tuvimos que realizar las reformas mucho antes de la pandemia, pero siempre hay un elemento que nos falta que es el consenso social y los acuerdos políticos para llevar adelante”, indicó.

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Un estudio actuarial al Fondo Común de Jubilaciones del IPS, realizado antes de la crisis sanitaria por la pandemia del covid-19, indicaba que el uso de fondos de la reserva para el pago de jubilaciones iba a ocurrir recién en 2038. Sin embargo, el dinero comenzó a faltar desde 2020.

“La carta orgánica del IPS establece que las fuentes para el pago de las obligaciones mensuales a los jubilados son el ingreso corriente por aporte de todos nosotros y las rentas generadas por el fondo de reservas. La solvencia del fondo de jubilaciones hoy en día es bastante elevada, estamos hablando de un nivel de más de 2.400 millones de dólares, que incluso en la pandemia se incrementó independientemente a la situación de los ingresos y egresos corrientes”, detalló.

Urizar añadió que durante los 3 años de la pandemia se utilizó el 10 % de las rentas, el cual tiene, según explicó, una incidencia menor al 0,5 % del total de las reservas de la institución.

“El nivel de recaudación de la pandemia se va recuperando ciertamente, mes a mes tenemos resultados positivos, pero aún, de acuerdo a los expertos del IPS del área de asesoría actuarial, eso llevará un tiempo en que se equilibre en los niveles proyectados antes de la pandemia. El equipo técnico refiere que este déficit que se manifiesta en el fondo de jubilaciones y pensiones es temporal”, puntualizó.

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