Un grupo de manifestantes apostados en las inmediaciones del Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE), quienes protestan por el supuesto fraude, amenazaron y rodearon a un periodista que se disponía a reportar la noticia desde el lugar.
Se trata de Freddy Valenzuela y su camarógrafo, trabajadores de NPY, quienes se preparaban para realizar su trabajo de informar desde el lugar de los hechos, hasta que los manifestantes los acorralaron e insultaron, exigiendo que se vayan del lugar.
El hecho se produjo en la avenida Eusebio Ayala y Médicos del Chaco, donde se encuentra concentrado el grupo de manifestantes. “Fueron minutos bastante tensos porque estábamos por entrar al aire y fue en ese momento que bajo amenazas nos pidieron que nos retiremos y que pasemos del lado de la Policía”, comentó el periodista.
Siguió comentando que si no hubieran hecho caso al mensaje, tal vez se hubiera generado un hecho violento. Y como si fuera poco, también se registró otro hecho contra un periodista del canal GEN/Nación Media.
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Se trata del trabajador de prensa Joel Corvalán, quien al disponerse a realizar su trabajo informativo también fue desafiado por los presentes con palos y honditas. El periodista quería entrevistar a uno de ellos, pero estos alborotados gritaban: “Nadie te quiere”, “Que hable de algo serio”, “Tiene cámara, micrófono”, “Andate”, decían, tratando de incidentar.
Tras 11 días de protestas, los manifestantes que no superan las 1.000 personas, siguen incidentando en una avenida muy transitada como es Eusebio Ayala de Asunción. Asimismo, sigue el bloqueo de ruta en la zona.
Entre las personas se puede observar una gran cantidad de indígenas, niños y adolescentes adheridos, la manifestación fue iniciada por seguidores del líder del Partido Cruzada Nacional, el exsenador y expresidenciable Paraguayo Cubas, quien actualmente se encuentra aprehendido por perturbación a la paz pública y otros hechos.
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Presidente del TSJE supervisó las elecciones generales de Panamá
César Rossel, presidente del Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE), formó parte de la Misión de Observación Electoral (MOE) de la Unión Interamericana de Organismos Electorales (Uniore), que tuvo a su cargo la supervisión de los comicios generales en Panamá. Rossel realizó este domingo la misión electoral en la localidad de Colón, desde donde se reportó una importante participación de electores que acudieron a elegir a sus representantes.
En total 3.004.083 panameños estuvieron habilitados para elegir a un presidente y vicepresidente de la República, diputados al parlamento centroamericano, diputado a la Asamblea Nacional, representantes de corregimientos y concejales, todos con sus suplentes, para el periodo constitucional del 1 de julio de 2024 al 30 de junio de 2029.
Según el reporte de los observadores la apertura de la puja electoral se realizó sin inconvenientes a las 7:00, con 7.577 mesas de votación instaladas en 3.037 centros de votación en todo el país. El escrutinio finalizó a las 16:00, bajo una total tranquilidad al no registrarse incidentes graves.
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Aspirantes a mandatarios
De acuerdo a los medios de comunicación de Panamá, el conteo de los votos aún sigue. En esta puja electoral son 9 los partidos legalmente constituidos que participan con ocho candidatos presidenciales. Los aspirantes son: José Raúl Mulino, Martín Torrijos, Rómulo Roux, Ricardo Lombana, José Gabriel Carrizo, Zulay Rodríguez, Melitón Arrocha y Maribel Gordón.
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44 periodistas fueron asesinados por informar sobre el medioambiente
- Por Ricardo Rivas
- Periodista-X: @RtrivasRivas
- Fotos: Gentileza
Cuarenta y cuatro periodistas que investigaban e informaban sobre cuestiones medioambientales fueron asesinados en los últimos quince años. Treinta y nueve de esas tragedias continúan impunes. Otros veinticuatro colegas sobrevivieron de otros tantos ataques cuando intentaron matarlos, reporta el Observatorio de Periodistas Asesinados de la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura).
Estremece saber del horror en detalle. Incluso desalienta. Al menos uno de los colegas que no sobrevivieron, Dom Phillips –prestigioso freelance que se desempeñaba para The Guardian– fue silenciado en la Amazonía. En Latinoamérica. En esa tierra de desigualdades extremas que cientos de ignorantes o mal intencionados se empeñan en afirmar que se trata de un “territorio de paz”.
Claramente, el “grileiro” ya no solo arrebata tierras ilegalmente para incrementar su patrimonio, sino que ahora va por la vida de hombres o mujeres que reportan de sus delitos para despojarlos de ella. Acecha, hostiga, hostiliza a periodistas, comunicadores y activistas que defienden el planeta.
La disputa es desigual en esa misión de dar voz a los que no pueden hacerse oír frente a los sicarios de las organizaciones delictivas transnacionales de alta complejidad que quieren imponer la dureza extrema y criminal para construir zonas silenciadas como las categorizaran con precisión académicos especializados en libertad de expresión como lo son Catalina Botero o Edison Lanza.
“Al menos 749 periodistas, grupos de periodistas y medios de comunicación dedicados al reporteo de cuestiones medioambientales han sido agredidos en 89 países desde 2009″, denuncia un informe de aquella agencia multilateral de las Naciones Unidas. Precisa luego que aquellos “periodistas y medios cubrían una amplia gama de historias, (que van) desde las causas del cambio climático, la minería ilegal, la deforestación y los combustibles fósiles, hasta cuestiones afectando específicamente las comunidades a las que pertenecen, como la agroindustria, la apropiación de tierras, los megaproyectos de infraestructuras y las secuelas de fenómenos meteorológicos extremos”.
Advierte también que “en los últimos cinco años se han producido más de 300 agresiones, lo que supone un aumento del 42 % con respecto al quinquenio anterior. Este aumento se atribuye a un incremento de las agresiones físicas, como asaltos, detenciones y acoso, y de las acciones legales, incluidas las demandas por difamación y los procesos penales”.
AGENTES ESTATALES
Detalla luego que “los agentes estatales, tales como la policía, las fuerzas militares, los funcionarios y los empleados de gobierno, han cometido al menos la mitad de las 749 agresiones” y que “los agentes privados (¿mercenarios?), como empresas de la industria extractiva, grupos delictivos, manifestantes y comunidades locales, son responsables de al menos una cuarta parte” de las agresiones consignadas.
La abrumadora información –a la que tuvo acceso este periodista cuando promediaba la semana con el compromiso de no hacerla pública hasta hoy después que se distribuyera en el transcurso de la Conferencia Global Día Mundial de la Libertad de Prensa, en Santiago de Chile, bajo el lema “Prensa para el planeta”– es el resultado de una encuesta que desarrolló la Unesco y la Federación Internacional de Periodistas sobre una muestra de 946 colegas desplegados en 129 países.
“Los peligros son muchos y todos son graves”, reflexiona la colega Verónica Goyzueta (ver aparte), activa trabajadora de Sumaúma, plataforma informativa que hace foco sobre la selva amazónica brasileña.
“El desarrollo sostenible está en riesgo. La triple crisis planetaria –cambio climático, pérdida de biodiversidad y contaminación–, sus conexiones con la salud pública, la necesidad de fortalecer la democracia y combatir la desinformación y la información errónea, entre otros temas, se han convertido en desafíos cruciales para la humanidad”, sostuvo Audrey Azoulay, directora general de la Unesco, quien, además, enfatizó que “el ecosistema de información tiene un papel fundamental para responder a esta crisis” y destacó especialmente la relevancia del “acceso a información confiable” sobre estos temas.
Resaltó también “la importancia de fortalecer el periodismo ambiental y científico independiente” porque “son actores cruciales para ayudar a nuestras sociedades a separar los hechos de las mentiras y la manipulación con el fin de tomar decisiones informadas, incluidas aquellas relacionadas con las políticas ambientales”.
CRÍMENES AMBIENTALES
Notable defensora de los derechos humanos y, en especial, de las libertades de expresión, de prensa y el derecho de opinión, Azoulay puntualiza que “los periodistas de investigación también están revelando crímenes ambientales, exponiendo corrupción e intereses poderosos y, en ocasiones, sufriendo consecuencias fatales por hacer su trabajo”.
En ese contexto, sentencia: “La conciencia sobre todos los aspectos que componen la triple crisis planetaria y sus consecuencias es esencial para construir sociedades democráticas”. Es necesario concienciar y es el periodismo también el que produce sentido. Apunta después que en esa misión las y los trabajadores de medios “enfrentan grandes retos al buscar y difundir información sobre diversos desafíos contemporáneos, como los problemas en las cadenas de suministros, las industrias extractivas, la minería ilegal, la contaminación, la caza furtiva, el tráfico de animales, la deforestación o el cambio climático”.
Desde esa perspectiva, Audrey Azoulay sostiene la necesidad de informar para “asegurar la visibilidad” de las necesidades y peligros que acechan al planeta porque esa información “es crucial para promover la paz y los valores democráticos en el mundo”.
“LOS PELIGROS SON MUCHOS Y TODOS SON GRAVES”
La periodista peruana especializada en medioambiente Verónica Goyzueta, quien vivió y trabajó en Brasil por más de dos décadas, habla de los principales peligros que debe enfrentar el periodismo durante la cobertura de temas relativos al cambio climático y medioambiente en América Latina.
–¿Cuáles son los peligros que acechan al periodismo cuando cubre temas relacionados al cambio climático y medioambiente en Latam, especialmente?
–Los peligros son muchos y todos son graves. Por un lado, existe una prensa que tiene dificultad para cubrir temas ambientales en áreas que a veces son muy difíciles para acceder con costos de cobertura muy altos. Es un problema para la prensa en general. Tanto para los medios tradicionales como para los medios independientes que han surgido (en los últimos años) y que tienen más interés en estos temas, pero enfrentan muchas dificultades para asumir esos costos.
–¿Cuáles son algunas de estas dificultades?
–Está la situación de los periodistas que no siempre son contratados porque muchas veces trabajan como freelancers y (por esa precarización laboral) corren más riesgos cuando a veces van por su cuenta a esas coberturas para poder ofrecerle un reportaje a los medios. Los periodistas están en una situación muy frágil. Recordemos el caso del corresponsal Dom Phillips y del antropólogo indigenista Bruno Pereira que fueron asesinados en la Amazonía brasileña en junio de 2022. Don –un periodista con mucha experiencia– viajaba por su cuenta y con cuidados especiales de seguridad. Bruno conocía muy bien la región. Pero la tragedia pasó. Este fue un caso especial –con mucha repercusión, con mucho destaque– por la presencia de Don, corresponsal internacional que trabajaba freelance para The Guardian.
SEGURIDAD Y CALIDAD
–¿Esto generó algún cambio?
–Lo que pasó hizo que los medios que cubren la Amazonía se preocupasen mucho más por la seguridad de sus reporteros, pero todavía no veo un cambio, especialmente en el caso de los corresponsales. Hace falta más. El colega Jonathan Watts, un periodista muy importante, creó y lideró el proyecto Rainforest Journalist, que duró cuatro años y ha servido como ejemplo para varias otras iniciativas incluso dentro del Pulitzer Center. Esas iniciativas motivaron a medios y freelancers a presentar proyectos para que puedan viajar seguros y hacer coberturas de mayor calidad. Estas acciones aumentaron la presencia de periodistas en la Amazonía, pero todavía falta mucho. Es un gran desafío.
–¿Cuáles son las respuestas que los gobiernos dan a estas amenazas más allá del “declaracionismo”?
–En Brasil, donde está una de las mayores porciones de la Amazonía, en los últimos años fue bastante grave después que asumió Jair Bolsonaro, que fue un presidente contra esa región, contra la selva, contra el medioambiente. Todo se puso más peligroso. El asesinato de Don Phillips se produce en ese momento, cuando las organizaciones ambientales públicas no tienen fondos. Básicamente en Brasil hay algunas organizaciones públicas que son muy importantes, como el IBAMA (Instituto Brasileiro do Meio Ambiente e dos Recursos Naturais Renováveis), el Instituto Chico Mendes para la Conservación de la Biodiversidad (ICMBio) o la FUNAI (Fundación Nacional del Indio) y otras organizaciones que ayudan bastante a proteger el territorio. Pero en el tiempo de Jair Bolsonaro no hubo ningún tipo de inversión y, por el contrario, estas organizaciones y sus funcionarios fueron prácticamente perseguidos. Ese fue el caso de Bruno Pereira (asesinado junto con Phillips), que era uno de los indigenistas más importantes de Brasil y, en el momento de su muerte, estaba exonerado de su cargo y buscaba trabajo para sobrevivir, para pagar sus cuentas. Ese era el escenario. “Deixa pasar a boiada” (deja pasar el ganado), decía uno de los ministros de Bolsonaro, con lo que buscaba no dar ningún tipo de protección a la Amazonía y, en general, a ningún otro territorio. Por ello avanzaron los crímenes ambientales, el robo de tierras públicas y el narcotráfico, que creció muchísimo. Tal vez aquel fue el más grave que hemos pasado.
ESCASEZ DE RECURSOS
–¿Ha influido en algo el cambio de gobierno?
–Cuando tenemos gobiernos más favorables a la selva o más progresistas, las cosas mejoran un poco, pero no lo suficiente. La situación del pueblo yanomami es un escándalo. La invasión de garimpeiros, los mineros ilegales, está contaminando los ríos. (El presidente) Lula trata de cambiar la situación, pero los recursos que se invierten en eso son muy pocos. De hecho, se ha mejorado mucho. Pero en comparación con lo que teníamos, que estábamos en cero, falta mucha más inversión. Hay grupos económicos que pesan siempre mucho más que los intereses de los pueblos indígenas o de los ambientalistas o de los activistas o de los periodistas. El poder económico que tiene la minería acaba pasando por encima de cualquier política pública y los resultados son muy bajos. Brasil tiene una ministra, una mujer de pueblos indígenas en la FUNAI. Mucho simbolismo, pero poco resultado. El discurso de Lula queda muy bien internacionalmente, pero los resultados no son como debieran ser frente a la urgencia que estamos teniendo.
–De aquí hacia mañana, ¿qué hacer y cómo hacerlo?
–No veo que en Brasil haya chance de que pueda haber un gobierno más progresista que el de Lula. Es difícil. Creo que solo veremos un cambio cuando haya realmente un compromiso de la iniciativa privada porque es la que más interfiere en las decisiones del Ejecutivo. La iniciativa privada tiene un lobby muy fuerte en el Congreso. Hace mucha presión sobre la política y sobre los Gobiernos. Hay todo un discurso de sustentabilidad, de mucho greenwashing, mucho marketing. Hay empresas serias. Pero las que presionan, cuando no lo hacen a la vista, lo hacen por debajo. Sabemos, por ejemplo, que el camino del oro ilegal termina saliendo (de Brasil) a través de los principales bancos de Sao Paulo, se limpia en algún sitio y de ahí sale legalmente. Y (sale a través de) conexiones que no son solo en Brasil, sino internacionales. Por eso es que tiene que haber voluntad no solo de la iniciativa privada brasileña, sino internacional. ¿En Davos?
–¿Cuál sería la solución en este contexto?
–Hay que salir del discurso. Una cosa es lo que se dice y otra lo que sucede con los gobiernos. Creo que hay organizaciones que realmente están interesadas en cambiar las cosas, pero no están haciendo lo suficiente. Hay que crear conciencia. Y el periodismo ahí tiene un papel también, que es importantísimo. Tenemos que contar la historia para que la gente entienda lo que realmente está pasando y los riesgos que se vienen, que no son pequeños.
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Rumor de pérdida de investidura fue operativo de prensa abdista
El presidente de la Cámara de Diputados, Raúl Latorre, reiteró que desde Honor Colorado no existió en ningún momento la intención de aplicar la pérdida de investidura de la diputada Rocío Vallejo, por el caso de su hija comisionada en la ONU. Aseguró que tal intención no existió en la conducción del movimiento.
“Para ser bien claros y contundentes, la conducción del movimiento Honor Colorado nunca estuvo con esa idea, es un rumor, un rumor infundado, que lastimosamente determinados referentes tuvimos que salir a desmentir”, refirió a los medios de prensa antes del inicio de la sesión del martes.
Agregó que desde el movimiento se mantienen en la postura de la institucionalidad y el fortalecimiento de las instituciones. “Estando yo de viaje hice un posicionamiento claro con respecto a esa situación, no estamos detrás de esa pérdida de investidura. Nosotros estamos en el fortalecimiento de la institucionalidad, de las instituciones democráticas de nuestra República. Nunca fue intención”, reiteró.
Detalló además que él mismo se comunicó con la diputada cuando se encontraba en Hungría para expresarle que no existió la intención de despojarla de su banca en la Cámara Baja. “Le transmití eso yo a la diputada, también le envié nuestro posicionamiento”, señaló.
Por su parte, el diputado Hugo Meza también habló sobre el tema y sostuvo que solo se trató de un rumor instalado por los medios de comunicación. “Yo creo que eso fue un operativo de prensa, creo que fue mucha imaginación de un sector”, apuntó.
Contó que también se comunicó con su colega para expresarle que no existió tal intención. “Creo que nunca estuvo en la agenda eso de echarla a ella de la Cámara y no nos íbamos a prestar. Yo le escribí, le llamé a la compañera Rocío, le dije que personalmente no iba a acompañar”, sentenció.
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El Gobierno reafirmó su firme compromiso con la libertad de prensa y expresión
El 26 de abril, en el Día del Periodista Paraguayo, los más altos representantes del Gobierno nacional, tanto el presidente de la República, Santiago Peña, como el vicepresidente, Pedro Alliana, saludaron de manera muy elocuente a las mujeres y hombres del país que se dedican a la tarea de comunicar como periodistas. No fue solo un saludo más, sino una terminante ratificación del compromiso con la libertad de prensa y expresión.
”Hoy recordamos el papel fundamental de quienes nos informan y velan por nuestra democracia. Desde el Poder Ejecutivo reafirmamos nuestro compromiso con la libertad de expresión para que realicen sin impedimento alguno su noble tarea”, escribió el primer mandatario en las redes sociales oficiales.
En el mismo tono respetuoso, el vicepresidente señaló que “el ejercicio libre del periodismo garantizado por nuestra Constitución es pilar fundamental de la democracia. Firmemente creo que el rol de los medios y periodistas debe ser protegido siempre. Felicidades a los periodistas en su día”. Como puede verse, los más altos exponentes de la conducción política del país fueron muy claros y contundentes en reafirmar el compromiso de su gobierno con la libertad de expresión y la democracia.
El periodismo tiene extraordinarias virtudes y, como toda tarea humana, adolece también de defectos y errores. Además de sus grandes aciertos en su delicada misión, los periodistas muchas veces caen víctimas del error y hasta de la corrupción. Pero nadie duda de la importancia extraordinaria de la tarea periodística, como baluarte de una sociedad democrática y como ojos y oídos de la libertad. Tanto que donde no hay libertad de prensa, de hecho, no existe la libertad ni la democracia política, por lo que el periodismo es una de las más claras demostraciones de la auténtica situación democrática de un país.
Como política de Estado, este gobierno ha respetado y respeta la libertad de prensa y la ha enriquecido con su disciplina y sus acciones. Es la administración estatal más criticada, y en gran medida injustamente, por ciertos medios de prensa que quieren desconocer la realidad de ciertos hechos despreciando las normas de la ética. Pero desde el Gobierno, que recibe cotidianamente los palos inmisericordes de ciertas empresas periodísticas, a nadie se le ha impedido su tarea ni amedrentado por sus cuestionamientos que riñen con la verdad y la honestidad del trabajo de la comunicación. Hecho que demuestra con claridad que lo que dicen el presidente y el vicepresidente son realidades incontrovertibles y no meras palabras de circunstancia.
Y si se produjeron algunas acciones atentatorias por parte de algunas personas, como siempre las hubo, no representan el sentir ni el proceder de los responsables del Estado paraguayo, que las rechazan categóricamente.
Cuando se analiza lo que publican algunas empresas periodísticas puede verse que casi todo lo que hacen y dicen los gobernantes de nuestro país es rechazado y criticado de manera sistemática, y muchas veces sin fundamentación lógica. Mezclan los hechos reales con su opinión y se olvidan de contar lo que ocurre por mostrar lo que les parece que está sucediendo, según su parecer, sin importarles la verdad ni la razón. Tanto que ciertos medios parecen ya sufrir una extraña alergia a la certeza y veracidad de lo que acontece.
Se puede y debe criticar a los gobernantes y funcionarios, si corresponde hacerlo. Pero no es lícito mentir ni tergiversar la verdad en aras de la mentira que se quiere instalar, como si la ciudadanía no tuviera ojos y oídos para percibir lo que ocurre. Por el simple recurso de la repetición, a la larga pueden llegar a instalarse gran cantidad de mentiras y falacias que, aunque muchos las puedan creer, siguen siendo lamentables falsedades y las personas sean víctimas de la defraudación.
Hay que asumir que el engaño siempre es pernicioso y puede lograr que la gente sea prisionera de la mentira, aunque sea por un tiempo. Pero, como lo demuestra la historia de la humanidad, más tarde o más temprano, al final siempre resplandece la luz de la verdad. Por eso, aunque muchos estén hoy embarcados en navegar el curso sinuoso de la falsedad, irremediablemente, en algún momento, se impondrá la certidumbre indiscutible que tiene la realidad. Lo que en otros términos llamamos verdad.