La única senadora por el Frente Guasu que logró ingresar nuevamente a la Cámara Alta, Esperanza Martínez, hizo una reflexión de lo que fueron las elecciones nacionales del pasado 30 de abril, donde el sector de izquierda quedó reducido a una mínima representación en los espacios legislativos.
“No se terminó la izquierda en Paraguay, perdió una elección de manera realmente importante y hay que reconocer eso, una gran derrota, pero las causas, las luchas ni cambiaron con la elección del domingo”, manifestó este sábado la exjefa de campaña de la Concertación efrainista en entrevista a la radio 1020 AM.
Martínez sostuvo que la principal causa de la derrota de este sector político, en las presidenciales, como también en los cargos plurinominales, se dio por la división que existió con la definición de la chapa presidencial en la Concertación Nacional, que finalmente optó por la chapa Efraín Alegre y Soledad Núñez, y que solo obtuvo el 28 % de los votos.
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Una crisis interna
“Iniciamos con un proceso que dividió al Frente Guasu - Ñemongeta, primero por una opción preferencial a la chapa presidencial, cuando comenzó ese debate habíamos dicho que podíamos tener miradas tácticas diferentes a qué dupla apoyar en las elecciones, pero que el Frente Guasu - Ñemongueta como fuerza política en la lista de senadores y las otras listas plurinominales que nos presentamos en 13 departamentos, más la lista nacional deberíamos trabajar en entre todos. Eso no se dio”, recordó.
Agregó que esta situación terminó dividiendo definitivamente al sector del Frente Guasu. “Lo que nos dividía en la chapa presidencial terminó dividiendo a las bases y creando a la dualidad de a quién apoyamos, a quién no, dificultades, enojos y fue uno de los principios de una crisis interna dentro del Frente Guasu”, indicó.
La legisladora sostuvo que la clave de la victoria del Partido Colorado es la división que tuvo la oposición, que no logró consolidarse en una sola fuerza y con liderazgos fuertes que logren la adhesión de todo el sector político. El economista colorado Santiago Peña se convirtió en presidente electo de la República con 1.292.079 votos (42.74%), con una ventaja de 460.000 votos sobre la Concertación de Alegre.
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“Creo que el final del camino, la tesis siempre del Partido Colorado es la división, por eso intentamos hacer una gran unidad que se llamó Concertación porque sabemos que divididos ellos ganan, ellos tienen el mismo caudal de votos. Nosotros que tenemos 1.700.000 (electores) que no le votamos al Partido Colorado no logramos consolidar esa fuerza y ese liderazgo aglutinador como se dio en el caso de Fernando Lugo”, sentenció.
Finalmente, sostuvo que se debe realizar un análisis crítico en el seno de la oposición y de las causas que llevaron a la derrota. “Creo que tenemos que hacer un acto crítico más profundo, creo que las crisis son oportunidades y esto tiene que replantearnos, y sobre todo escuchar a todos los compañeros, por qué sucedió esto”, puntualizó.