El exministro de Relaciones Exteriores Rubén Ramírez Lezcano manifestó que los hechos acontecidos en el Brasil, que derivaron en la irrupción en instituciones públicas, representan actos completamente deleznables por el impacto democrático. Sentenció además que la crisis representa un claro deterioro de la institucionalidad, teniendo en cuenta la escalada violenta registrada ayer.
“Son totalmente condenables los acontecimientos sucedidos en contra de la institucionalidad democrática del Brasil porque constituye un ataque directo al sistema democrático. Evidentemente esto subyace de la polarización que están viviendo diversos países de América Latina en particular; acá vemos que hay un deterioro importante de la institucionalidad”, expresó el excanciller nacional para la 1020 AM.
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Ramírez Lezcano manifestó que la crisis observada en el vecino país pasa por una serie de condimentos sociopolíticos, como el hecho de contar con una parte de la población absolutamente polarizada en sus ideas y lo que consideran como hechos no ajustados a su voluntad. Al respecto, el diplomático subrayó que la clave se encuentra en entender la necesidad de respetar la institucionalidad y el funcionamiento de órganos jurisdiccionales.
“Si hacemos una comparación con lo acontecido en el Perú, vemos que existen movimientos ciudadanos en la búsqueda de la desestabilización de estos países y de los gobiernos que consideran no ajustados a sus visiones e ideas”, resaltó el exministro, añadiendo la hipótesis de la existencia de una verdadera organización para movilizar a una cantidad importante de personas impulsadas por el fanatismo.
El excanciller afirmó que los grupos conflictivos pudieron haber sido movilizados y organizados desde la segunda vuelta electoral registrada en Brasil. No obstante, para Ramírez Lezcano no se trata de hechos desarrollados exclusivamente por seguidores de Jair Bolsonaro, sino también por individuos que persiguen un objetivo político directo, reconocidos en este caso como parte del sector de la ultraderecha.
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