El senador Hugo Richer se pronunció sobre el ingreso del féretro de Osvaldo Villalba al Buen Pastor, que fue solicitado por su hermana Carmen Villalba, quien amenazó con realizar un motín si no se accedía a su pedido. Para el legislador, ceder ante el chantaje de un miembro de esta organización criminal debería ser inadmisible y afirmó que lo sucedido ayer fue una muestra de descoordinación que genera varias interrogantes y que salpican al presidente de la República, Mario Abdo Benítez.
“Se debe saber si se consultó con el presidente de la República y si él le dio el visto bueno, es importante saber eso porque la conclusión de esto es que se muestra una absoluta desorganización en el Gobierno para manejar un tema tan delicado como este”, expresó Richer en conversación con cronistas de Universo 970 AM/Nación Media. “Si ocurre este tipo de cosas es porque se va perdiendo el reflejo de la administración de un tema tan importante como este, que hace a la política de seguridad del Estado, la responsabilidad para mí es del presidente de la República”.
Para el parlamentario, este hecho genera también una segunda interrogante y es si el exministro de Justicia, Édgar Taboada, quien estuvo en el cargo por apenas unas nueve horas, consultó esta cuestión a Abdo Benítez o si tomó la decisión de manera unilateral en conjunto con Marian Vázquez, exdirectora de la penitenciaría de Buen Pastor, quien también fue destituida este martes pasado tras el escándalo y la indignación generada en la sociedad por este incidente.
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“Si no consultaron con el presidente de la República es un hecho gravísimo que implica la gran descoordinación que existe en el Gobierno, porque no estamos hablando de cualquier persona, es el líder y un criminal largamente buscado y que finalmente fue abatido en estos días”, puntualizó el legislador. “No me entra en la cabeza que un ministro haya tomado esa decisión sin consultar con el presidente de la República”.
Así también, cuestionó que las autoridades del Gobierno hayan cedido tan fácilmente ante la amenaza de una reclusa, y que esto devela que quienes encabezan la administración de la Justicia en nuestro país carecen de criterio por haber accedido ante un “chantaje” de Carmen Villalba. “Más allá de la anécdota lamentable y preocupante de esta situación, quiere decir que en este gobierno cada uno anda por su cabeza cuando estamos hablando de políticas de seguridad”, concluyó Richer.
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