El subcomandante de la Policía Nacional, comisario Baldomero Jorgge, confirmó que el presidente Jair Bolsonaro –cuya presencia estuvo en duda– finalmente asistirá a la Cumbre de Mandatarios del Mercosur, que se desarrollará en Luque. Anunció que unos diez mil efectivos de la Policía Nacional se ocuparán de garantizar la seguridad durante el encuentro de jefes de Estado, previsto para este jueves 21 en la sede de la Conmebol.
“Con la confirmación del presidente de Brasil serían siete en total, de acuerdo a los reportes de Cancillería. Nosotros estamos instalando también el dispositivo para su delegación, es lo último que recibimos”, contó a la 680 AM.
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Por cada jefe de Estado presente se estima una delegación de siete personas, incluidos los cancilleres de los respectivos países. “Cada representante de gobierno viene el presidente y el canciller, más otras delegaciones que integran. Un número de seis a siete por cada gobierno llegan las personalidades y autoridades que van a estar acompañando”, remarcó.
Detalló que los mandatarios vienen acompañados además de sus propios custodios del primer anillo presidencial, integrado aproximadamente por tres a cuatro efectivos. “Normalmente el tema de transporte y todo lo demás que implica el dispositivo en sí de seguridad se instala a nivel país y en coordinación con cada uno de los equipos de seguridad de estas autoridades”, afirmó.
Disposición de apresto operacional del 100%
En cuanto a la cobertura de seguridad a las delegaciones extranjeras, Jorgge señaló que aproximadamente 10.000 efectivos estarán encargados del operativo. Para ello se pidieron refuerzos a los departamentos de Paraguarí, Misiones y Cordillera, que se unirán a sus pares de Asunción y Central.
“Salvo que nos surjan cosas emergenciales se estaría priorizando todo lo que respecta a ese servicio, en todos los sentidos. No precisamente en el aspecto de la cobertura física personal de las autoridades extranjeras que van a estar llegando desde esta tarde ya, sino también estar centrando toda nuestra atención en lo que respecta a ese servicio de la presencia de varias personalidades de la región en el país”, manifestó.
Desde la Comandancia de la Policía Nacional se comunicó a los agentes la disposición de apresto operacional del 100%, considerando la envergadura del evento, cuyo epicentro de las actividades es la ciudad de Luque.
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Bolsonaro “nunca” intentó dar un golpe de Estado, dice exministro en juicio
- Brasilia, Brasil. AFP.
El expresidente brasileño Jair Bolsonaro “nunca” discutió sobre llevar adelante un golpe de Estado para revertir su derrota electoral contra Luiz Inacio Lula da Silva, dijo este viernes pasado en el juicio contra el líder ultraderechista un exministro e importante aliado. El tribunal supremo de Brasil está en su segunda semana de audiencias de testimonios clave en el juicio por golpismo contra Bolsonaro, acusado de haber intentado maquinar su permanencia en el poder pese a su derrota ante Lula en octubre de 2022.
Bolsonaro se expone a penas de unos 40 años de prisión por los delitos de intento de abolición violenta del Estado democrático de derecho e intento de golpe de Estado, entre otros. Convocado por la defensa del exmandatario, Tarcísio de Freitas, exministro de Infraestructura y actual gobernador del estado de Sao Paulo, negó que Bolsonaro (2019-2022) tuviera intenciones golpistas.
“En ese periodo que estuve con el presidente en la recta final (del gobierno), durante varias conversaciones, nunca tocó ese asunto, nunca mencionó ningún intento de ruptura” constitucional, dijo Freitas.
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Freitas, que había salido del gobierno a principios de 2022 para disputar la gobernación de Sao Paulo, dijo que Bolsonaro estaba de ánimo bajo y con problemas de salud tras su derrota electoral en octubre de ese año.
“Encontré al presidente triste y resignado”, afirmó al recordar las reuniones que tuvo con el líder de la derecha y ultraderecha brasileñas en noviembre y diciembre de 2022.
Tarcísio de Freitas suena con fuerza como posible sucesor de Bolsonaro, sobre quien pesa una inhabilitación política para las presidenciales de 2026.
En otro testimonio de la defensa este viernes, el senador Ciro Nogueira también rechazó las acusaciones contra Bolsonaro, de quien fue jefe de gabinete, y señaló que el exmandatario “bajo ninguna circunstancia” demostró intenciones golpistas.
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La corte suprema ha escuchado a unos 50 testigos, entre ellos altos rangos de las fuerzas armadas, exministros, policías y funcionarios de inteligencia.
Las audiencias están presididas por el juez del caso, Alexandre de Moraes, considerado un enemigo político del bolsonarismo.
En uno de los testimonios más importantes, un excomandante del Ejército, el general Marco Antonio Freire Gomes, confirmó la semana pasada haber estado en una reunión con Bolsonaro en diciembre de 2022 en que se discutió una eventual implementación de medidas excepcionales como un “estado de defensa o de sitio” para refutar el resultado electoral y justificar una intervención castrense. Las audiencias finalizarán el lunes y en una próxima etapa declararán Bolsonaro y los otros siete acusados. Se espera que el juicio finalice en los próximos meses.
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Juicio a Bolsonaro toma testimonios clave sobre intento golpista
- Brasilia, Brasil. AFP.
La corte suprema de Brasil comenzó a escuchar ayer lunes testimonios clave en el juicio por golpismo al expresidente Jair Bolsonaro, incluido un excomandante del ejército que confirmó haber participado en una reunión con el ultraderechista para discutir la eventual implementación de un “estado de sitio”.
El líder de la derecha y extrema derecha brasileñas, ya inhabilitado para las elecciones de 2026, se expone a penas de unos 40 años de prisión por presuntamente haber intentado maquinar su permanencia en el poder pese a su derrota ante el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva en octubre de 2022.
La Fiscalía lo acusó en febrero entre otros crímenes de tentativa de golpe de Estado y abolición violenta del Estado democrático de derecho.
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Para apoyar o refutar esas alegaciones, más de 80 personas, entre ellas altos rangos de las fuerzas armadas, exministros, policías y funcionarios de inteligencia, fueron citadas a declarar por videoconferencia en sesiones previstas a lo largo de dos semanas.
En el testimonio más esperado de este primer día, el general Marco Antonio Freire Gomes confirmó haber estado en una reunión con Bolsonaro en la residencia presidencial en diciembre de 2022 en que se discutió la eventual implementación de medidas excepcionales como un “estado de defensa o de sitio” para refutar el resultado electoral y justificar una intervención castrense.
“Alerté al señor presidente (...) que él podría ser implicado jurídicamente en eso”, dijo Freire Gomes, excomandante del Ejército durante el gobierno de Bolsonaro.
El juez Alexandre de Moraes abrió previamente la sesión en el Supremo Tribunal Federal en Brasilia. Bolsonaro, vestido con una camiseta amarilla, el color de la selección de Brasil, estuvo presente de forma remota, así como la fiscalía y los abogados de los acusados, constató un periodista de la AFP. Bolsonaro, de 70 años, se dice inocente y víctima de una “persecución”.
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Líder de una “organización criminal”
Bolsonaro será juzgado junto a otros siete excolaboradores, incluidos cuatro exministros y los exjefes de la Marina y de la agencia brasileña de inteligencia.
De acuerdo con el informe de más de 800 páginas de la policía federal, el expresidente lideró una “organización criminal” que buscó impedir la investidura de Lula tras las elecciones de 2022.
El plan golpista contemplaba, según la fiscalía, medidas como la elaboración de un decreto para justificar un “estado de defensa” e incluso el asesinato de Lula y del juez Moraes, considerado un enemigo político por el bolsonarismo.
El complot no se habría consumado por falta de apoyo de altos mandos del ejército.
La investigación vincula también a Bolsonaro con los disturbios del 8 de enero de 2023, cuando sus seguidores asaltaron las sedes de los tres poderes en Brasilia mientras pedían una intervención militar contra Lula.
Primeras contradicciones
En su testimonio este lunes, Freire Gomes reafirmó la oposición de las fuerzas armadas a las medidas presentadas por Bolsonaro contra el resultado electoral, pero negó que hubiese amenazado al expresidente con arrestarlo si llevaba adelante esos planes, como afirma la investigación policial.
Otras contradicciones le ganaron una amonestación de Moraes: “Voy a dar un chance al testigo a decir la verdad”, dijo el juez.
Los testimonios se retomarán el miércoles, con Carlos de Almeida Baptista Júnior, excomandante de la fuerza aérea, que también dijo a la policía haber escuchado sobre las medidas emergenciales en reuniones con Bolsonaro.
Durante estas audiencias, “se podrán identificar y explorar eventuales contradicciones, dentro de un mismo testimonio o entre testimonios”, explicó a la AFP Rogerio Taffarello, experto en derecho penal de la Fundación Getulio Vargas.
“Solo después de esto se podrá fundamentar una eventual condena”, agregó.
Condena a “muerte”
El juicio continuará durante los próximos meses con el interrogatorio de los acusados, antes de que las partes presenten sus alegatos finales.
Cinco jueces de la corte -incluyendo Moraes- finalmente votarán una eventual condena contra Bolsonaro y los otros coacusados.
El exmandatario ya está inhabilitado políticamente hasta 2030 por cuestionar sin pruebas el sistema de votación electrónico de Brasil.
Y aunque ha repetido su intención de postularse a los comicios de 2026, en los que Lula podría presentarse de nuevo, la semana pasada dijo a Uol que una condena sería una “pena de muerte, política y física”.
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Bolsonaro aguarda juicio por trama golpista tras salir del hospital
- Brasilia, Brasil. AFP.
Jair Bolsonaro recibió el alta médica y abandonó el pasado domingo el hospital en Brasilia donde se sometió hace tres semanas a una cirugía abdominal, pero el expresidente brasileño, que aspira volver al poder, deberá evitar las aglomeraciones, según sus médicos.
El líder de la extrema derecha de Brasil, de 70 años, inhabilitado políticamente y a la espera de un juicio por una presunta trama golpista, fue operado el 13 de abril para solucionar una obstrucción intestinal, una complicación derivada de una puñalada que sufrió durante un acto de su campaña electoral en 2018.
Sonriente, Bolsonaro salió caminando de la DF Star, una clínica privada en Brasilia, donde fue ovacionado por un coro de seguidores al grito de “Mito”. “Gracias, Dios mío, por ese milagro”, había escrito horas antes el expresidente en X. Agradeció a los médicos y dijo que regresaba a su casa “renovado”.
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Junto a él a las puertas del hospital los doctores resaltaron la buena recuperación de Bolsonaro, después de una cirugía que duró 12 horas. “Tiene una salud muy fuerte” y debe “gradualmente volver a una vida normal”, dijo su cardiólogo Leandro Echenique. Pero Echenique advirtió que el riesgo de una recaída “nunca es cero”.
El exmandatario fue llevado al hospital el 11 de abril luego de sufrir fuertes dolores abdominales cuando realizaba una gira política por el noreste de Brasil, bastión del presidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva. Tras la cirugía, pasó 17 días en terapia intensiva, con fisioterapia, y alimentado principalmente por sonda.
Funcionario de Trump
La corte suprema de Brasil decidió a finales de marzo enjuiciar a Bolsonaro por un presunto intento de golpe de Estado al final de su mandato (2019-2022). La fiscalía lo acusa de haber liderado un complot para impedir la asunción de Lula, luego de que lo derrotara en las elecciones de 2022. El juicio será el primero contra un expresidente acusado de una tentativa golpista desde el regreso de la democracia en Brasil en 1985, tras dos décadas de dictadura militar.
Bolsonaro salió del hospital un día antes de la visita a Brasilia de David Gamble, coordinador para sanciones de Donald Trump, aliado del líder brasileño. Según su hijo Eduardo Bolsonaro, un diputado federal que se instaló temporalmente en Estados Unidos, Gamble se reunirá con parlamentarios aliados para discutir sobre Alexandre de Moraes, el juez de la corte suprema a cargo del caso por golpismo y enemigo político del bolsonarismo. En una nota, la embajada estadounidense sólo indicó que Gamble tendrá reuniones con el gobierno de Lula sobre crimen transnacional y discutirá el programa de sanciones de Washington contra terrorismo y tráfico de drogas.
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Alejado de la calle
El alta médica ocurre también días antes de una manifestación convocada por la derecha el próximo miércoles en Brasilia a favor de un proyecto en el Congreso, de mayoría conservadora, para amnistiar a los condenados por la asonada de enero de 2023 en la capital brasileña. Bolsonaro afirmó que intentará participar de la demostración callejera, pero los médicos le aconsejan quedarse en casa.
“Pasamos las instrucciones para que no participe presencialmente del acto, no es recomendable”, dijo el jefe de la cirugía, Cláudio Birolini, según medios locales. Casi 500 personas han sido condenadas por su participación en los disturbios del 8 de enero de 2023. De esos al menos 223 cumplen penas de 11 a 17 años de prisión.
Ese día miles de bolsonaristas invadieron la emblemática plaza de los Tres Poderes, un asalto que ha sido comparado con el del Capitolio en Washington dos años antes. Los asaltantes vandalizaron las sedes de la corte suprema, el Congreso y el palacio presidencial pidiendo una intervención militar para derrocar a Lula, una semana después de su investidura.
De ser hallado culpable por golpismo, Bolsonaro podría enfrentar hasta 40 años de cárcel. El exmandatario ultraderechista se declara inocente y dice ser un “perseguido”. Pero se mantiene como el principal líder de la derecha brasileña y espera ser candidato a las presidenciales de 2026, a pesar de estar inhabilitado electoralmente hasta 2030 por sus cuestionamientos a las urnas electrónicas brasileñas. Lula también podría presentarse a esos comicios.
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Jair Bolsonaro abandona terapia intensiva tras una cirugía exitosa
El expresidente brasileño Jair Bolsonaro salió de terapia intensiva tras una cirugía abdominal exitosa que le fue practicada ayer domingo en un hospital de Brasilia, donde sigue internado, informó su esposa, Michelle.
El líder de extrema derecha, de 70 años, se sometió al procedimiento quirúrgico dos semanas después de que la corte suprema decidiera enjuiciarlo por un presunto intento de golpe de Estado en 2022. “Mi amor ya está en el cuarto”, escribió su esposa Michelle Bolsonaro en Instagram a última hora de la noche del domingo.
“Cirugía finalizada con éxito”, había indicado anteriormente la exprimera dama, luego de la intervención para tratar una obstrucción intestinal relacionada con la puñalada que sufrió en el abdomen durante un acto de campaña en 2018.
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“Esta intervención mayor duró 12 horas y se desarrolló sin problemas, sin que fuera necesaria una transfusión sanguínea”, detalló un boletín médico del hospital DF Star. El exmandatario (2019-2022) se encuentra “en una unidad de cuidados intensivos” y su estado es “estable”, agregó el texto.
Bolsonaro ha pasado varias veces por el quirófano en los últimos años debido a las secuelas del atentado en su contra, ocurrido en setiembre de 2018 en plena campaña y semanas antes de ganar la elección presidencial. Cuando sintió los “fuertes dolores” en el abdomen que lo llevaron al hospital, Bolsonaro visitaba el noreste de Brasil, una región pobre y bastión histórico de la izquierda.
La Fiscalía de Brasil acusa al expresidente de haber tramado un complot en el que estaban involucrados colaboradores cercanos, entre ellos exministros y altos oficiales militares, para permanecer en el poder después de las elecciones de 2022, que perdió en segunda vuelta ante el actual presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
“Situación grave”
Bolsonaro publicó en redes sociales el sábado que su médico le había dicho que “esta es la situación más grave” desde el ataque que casi le cuesta la vida. “Después de experimentar tantos episodios similares en los últimos años, me he acostumbrado al dolor. Pero esta vez, incluso los médicos se sorprendieron”, añadió.
Declarado inelegible hasta 2030 por sus ataques no probados a la confiabilidad del sistema de votación electrónica de Brasil, el exmandatario se aferra aún a la posibilidad de que esta condena sea revocada o reducida, para poder postularse a la presidencia en 2026.
Lula, de 79 años, no ha definido aún si será candidato a la reelección. Su popularidad ha caído, lastrada por la inflación.
Fuente: AFP