Recientemente tuvo lugar en nuestra capital un evento bancario internacional al que acudieron analistas y especialistas del sector financiero. Este encuentro organizado por la Asociación de Bancos del Paraguay (Asoban) reunió a referentes del país y de la región, oportunidad que permitió abrir paneles de expertos y talleres técnicos de alto nivel.
En la ocasión se abordaron temas como la inteligencia artificial, medios de pago, ciberseguridad, fintech y otros asuntos de relevancia. Como sabemos, el sistema financiero en cualquier parte del mundo viene a constituirse en la columna vertebral de diversas actividades tantos familiares como corporativas, incluyendo las relacionadas a la producción, el comercio, el servicio y la industria.
Una red de instituciones, mercados y normativas son parte de sus componentes. El objetivo del sistema financiero consiste, en efecto, en facilitar la circulación de los recursos de modo de canalizarlos de modo eficiente y seguro desde el ahorro y la inversión, con un agregado importante: la gestión del riesgo. El enlace entre ahorristas y deudores requiere por parte de sus gestores de idoneidad, honestidad, transparencia y seguridad. Es el dinero de las personas, de las familias y de las empresas las que se exponen ante al público mediante el sistema financiero de manera a que la circulación del capital fructifique en nuevos emprendimientos. Esto posibilita oportunidades para mantener y crear puestos de trabajo, incentivar la inversión en mejoras y tecnologías, como también promover el incremento de los salarios e ingresos.
El binomio transparencia y seguridad en el sistema bancario, precisamente, es lo más requerido en los países, ya sean estos desarrollados o emergentes.
Sobre esto, concretamente, en el citado evento de la Asoban, el economista Lucas Ferraz, de la Fundación Getulio Vargas del Brasil ( institución brasileña sin fines de lucro dedicada a la enseñanza, la investigación y la asesoría a instituciones públicas y privadas, reconocido referente regional y mundial) presentó su ponencia basada en los estudios que lleva a cabo sobre América Latina y una de sus conclusiones fue contundente: Paraguay es el país con mejor desempeño de la región en cuanto a clima económico se refiere.
De igual modo, los analistas presentes en el evento fueron expresando situaciones aún a ser resueltas en el ámbito bancario en la región y en el mundo. Esto es así debido especialmente por las circunstancias externas a las que se expone la compleja economía global que requiere de un permanente diálogo entre el sector privado y público.
Las instituciones que forman parte del sistema financiero están expuestas a diversos escenarios. Los mercados del mundo marcan el ritmo. Las fluctuaciones propias de las economías modernas se caracterizan por sus constantes cambios. Así, lo que se conoce como volatilidad externa en economía, no es un tema aislado ni desconocido en el sistema financiero. Por el contrario, los cambios y shocks externos inciden sobre las decisiones de ahorristas y deudores y, por supuesto, sobre los que se dedican a la gestión bancaria para seguir ofreciendo no solo márgenes de rentabilidad, sino también de seguridad a sus clientes.
Al respecto, nuestro país ha venido haciendo bien los deberes en este sector, situación que se explica por el dinamismo del sistema bancario nacional que muestra importantes niveles de crédito y de bancarización. El sistema financiero nacional está dando fuerte impulso al desarrollo, financiando a aquellos motores del crecimiento como lo son el agro business así como el permanente apoyo a las pequeñas y medianas empresas.
Es de destacarse que el clima económico aludido por el citado experto de la Getulio Vargas, cuando afirmó que nuestro país cuenta con el mejor desempeño de la región en cuanto a clima económico, se refería a un tema de alta importancia que no puede ser desconsiderado como lamentablemente algunos lo hacen adrede, tal vez llevados por la ignorancia e intereses de grupos.
El clima económico guarda relación con el estado general de la economía de un país, siendo diferente al clima de negocios del cual en otro momento hacíamos referencia. El clima económico incluye varios factores como el crecimiento del producto interno bruto (PIB), las tasas de interés, la estabilidad monetaria y fiscal así como la confianza del consumidor.
La gestión sensata del Gobierno que se traduce en la estabilidad macroeconómica acompañado por la credibilidad de instituciones como el Banco Central, son incentivos para el fortalecimiento del sistema financiero repercutiendo en el clima económico de nuestro país, siendo este último y a la fecha el mejor de la región.