Desde el Partido Patria Querida informaron que se dieron conversaciones con el canciller Federico González sobre Itaipú y la negociación del Anexo C del Tratado. Se ratifican en que la revisión del tratado es una causa nacional basada en la transparencia y la búsqueda de la soberanía energética.
Patria Querida convocó a sus profesionales en la materia para conformar desde diferentes miradas una evaluación de las mejores opciones disponibles para avanzar en el tema clave para el desarrollo del país.
La revisión del Anexo C “no excluye a que cualquiera de las altas partes contratantes proponga otros asuntos a ser agendados en la mesa de negociación”, expresa el comunicado. Por lo que proponen al Poder Ejecutivo incluir la “libre disponibilidad” del 50% de la energía de la ltaipú Binacional que corresponde a Paraguay.
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De esta forma, para utilizarla como factor decisivo del desarrollo con valor agregado y de fortalecimiento del sistema eléctrico nacional, como por la posibilidad de vender los excedentes al Brasil o a terceros países, aunque ello conlleve un acuerdo bilateral que modifique el artículo 13 del tratado y sus concordantes.
Finalmente, aseguran que la agrupación política manifiesta su disponibilidad para acompañar reuniones con la idea de que Itaipú 2023 se convierta en una causa nacional. “Se hará realidad con un proceso transparente y participativo, en el que de algún modo todos juntos seamos parte de las opciones más convenientes, en la defensa irrestricta de los intereses paraguayos”, concluye.
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Mauricio Bejarano: “Paraguay va a ser un hub de comercialización energética”
Por Rodolfo Sosa
Paraguay se encuentra en un momento de su historia en la que tiene la oportunidad de convertirse en el eje energético de la región debido a su potencial de generación y sus recursos aún por explorar y explotar.
El viceministro de Minas y Energía, Mauricio Bejarano, afirmó que busca con el presidente Santiago Peña encarar este desafío, en medio de proyecciones que vaticinan un déficit energético para el 2030, por lo que van contrarreloj.
En una entrevista con La Nación/Nación Media para Hacedores LN, Bejarano expuso su meta de modernizar la infraestructura existente e introducir nuevos energéticos como el gas natural y comenzar a trazar las bases para a mediano plazo desarrollar energía nuclear.
En suma, si se logra concretar la ambiciosa política energética nacional, Paraguay se establecería en la región como un verdadero hub energético aprovechando su ubicación estratégica.
- ¿Qué motivaciones personales lo impulsaron a hacerse cargo del Viceministerio de Minas y Energía?
Son varias las motivaciones, principalmente lo que nosotros estamos viviendo a nivel país, es que este país tiene que tener una evolución en todo el sistema energético, tanto en el eléctrico como en los demás hidrocarburos, en bioenergía.
Yo considero que puedo ser ese factor de cambio, de disrupción, como para que Paraguay no pierda la condición excepcional que tiene el día de hoy de excedente energía, de poder tener una reproducción optimista de energía y que pueda tener casi el abastecimiento total de esa biomasa, de ir buscando movilidad sustentable, de ir buscando un mayor mercado y exploración para nuestros hidrocarburos.
- ¿Cuáles son los ejes de la política energética del Paraguay?
Tenemos tres grandes ejes de consumo, llamados tres energéticos dentro de una matriz de consumo. Uno es la energía eléctrica, que tiene un rol muy importante, y que va ganando mayor rol preponderante en detrimento de estos dos otros energéticos.
Esa energía eléctrica, que es lo que llamamos o denominamos la transición energética, busca justamente la permeabilidad de la energía eléctrica en todos los otros sectores.
Buscamos que esta energía renovable que hoy tenemos, proveniente de las fuentes hídricas, aumente su capacidad de generación, tenga una fortaleza en la infraestructura, para que justamente acompañe ese mayor consumo de energía eléctrica.
Por otro lado, buscamos la sostenibilidad de los biocombustibles, de la bioenergía, como para que toda la bioenergía utilizada, biomasa particular y otras biomasas que se queman hoy en la industria, para calor esencialmente, puedan tener una trazabilidad de reforestación con fines energéticos. Entonces, lo que pretendemos es buscar el desarrollo sustentable a partir de la bioenergía.
En lo que respecta a hidrocarburos, tenemos el gran desafío de explorar y obtener nuestros hidrocarburos, por eso le ponemos mucho foco a uno de los íconos del proyecto que tenemos, que es nuestro gasoducto bioceánico, en donde va a generar un mercado posible para que podamos incentivar la exploración y podamos tener el gas natural paraguayo.
Lo que buscamos nosotros con ese gasoducto es generar mercado, generar consumo interno, introducir dentro de la matriz un nuevo energético, que ya a esta altura es llamado de la transición. Pero en esencia lo que nosotros buscamos es el desarrollo sustentable a partir de la energía.
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- ¿Cómo se posicionaría Paraguay en el plano internacional de cumplirse nuestra política energética?
Si cumplimos lo que es la política energética nacional, que tiene objetivo a corto y mediano plazo, Paraguay va a ser un hub de comercialización energético por el potencial de desarrollo.
Si nosotros desarrollamos todos los ríos internos, si hacemos un aprovechamiento integral del sol, de los vientos que tenemos, de la bioenergía, tanto biogás como de masa, y encima le sumamos la natural podemos convertirnos en un centro de comercialización de energía eléctrica por nuestra posición geográfica.
Nosotros tenemos que propugnar la integración energética, desarrollar infraestructura, desarrollar todos los puntos de generación, diversificar la matriz de generación y ser el gran jugador de la zona y con esto tener la posibilidad no solamente de vender energía como tradicionalmente lo hicimos, sino recepcionar esos grandes demandantes de energía que están ya en el mundo.
Hoy el data center ya está en el mundo, la inteligencia artificial no hay manera que vuelva atrás y la manera de atender eso es con energía y conectividad.
La inteligencia artificial con los datos se posiciona en el mundo como cuarto mayor consumidor detrás de China, Estados Unidos e India. Estos datos van a necesitar energía y eso es lo que nosotros tenemos que proyectar para que esto también genera un círculo virtuoso y podamos tener programadores, gente especializada.
El propio gobierno norteamericano indica a nuestro país para que esas tecnologías se puedan desarrollar aquí. Ese aprovechamiento tenemos que hacerlo y no solamente vender nuestra energía sino darle un valor agregado que la energía sea un medio para un fin que es industrializar.
Esa es la visión del presidente Santiago Peña y en ese pensamiento estamos y creemos firmemente que si esto se desarrolla vamos a tener un futuro muy promisorio con la energía.
- ¿Para el 2030 podríamos conciliar la demanda interna con la demanda industrial, que preocupa al sector industrial?
Y el desafío más grande que tenemos es ese. La razón por la cual le ponemos tanto foco al gasoducto bioceánico es porque podemos tener una respuesta muy rápida con gas natural y de un círculo combinado, o otra tecnología que genera energía eléctrica, para tener esas dos puntas muy marcadas.
La punta del mediodía la podemos cubrir con solar fotovoltaica, pero a la noche, donde no tenemos sol, lo más probable es que tengamos gas natural.
Entonces, el mayor desafío que tenemos nosotros hoy, y por eso el proyecto emblemático de gasoducto bioceánico, es poder tener gas natural disponible para convertir esas moléculas en electrones y poder atender esa demanda.
Y luego, toda la demás energía que vaya sumándose va a hacer que podamos atender esa necesidad imperiosa de 300 o 400 megavatios por año que nosotros necesitamos.
- ¿Qué tan lejano se encuentra Paraguay de tener una central nuclear y qué pasos se tienen que dar antes?
Se está trabajando desde hace muchos años con la Organización de Energía Atómica. Esta institución trabaja muy de cerca con ellos desde hace mucho tiempo, por varias razones. Una de ellas es porque tenemos nosotros a bien proyectar el futuro.
Una de las funciones principales de este Viceministerio es tener las perspectivas energéticas, hablar de las políticas energéticas, es dibujar diferentes escenarios y principalmente por el mineral crítico, denominado uranio, que tenemos ya un recurso aprobado de 8 millones de toneladas en Yuty, Caazapá.
Eso es así y tenemos que aprender las mejores prácticas, de hecho firmamos un memorándum de entendimiento para que esas prácticas extractivas sean de la mejor manera.
A partir de todo lo que se trabajó es que Paraguay se convierta en un país con la posibilidad de tener un reactor, de generar energía nuclear en su país. Eso tiene una larga lista, y una de las cosas que se nos requiere es que el recurso humano esté formado. La realidad es que nosotros en Paraguay no tenemos ningún ingeniero nuclear formado.
Tenemos que mandar hoy jóvenes a hacer una formación muy dirigida y que tengan la experiencia laboral para poder llegar a tener reactores en nuestro país, sin contar todo lo demás que exige ese organismo internacional para que este país esté en condiciones. Por eso decía yo, de esa generación de energía nuclear nos separa por lo menos 15 años.
Perfil
- Abogado por la Universidad Nacional de Asunción
- Magíster en Derecho Privado por la Universidad Nacional de Rosario, Argentina
- Magíster en Negocios y Derecho de la Energía por la Universidad Complutense de Madrid
- Especialista en economía de gas y petróleo por el Instituto Tecnológico de Buenos Aires, Argentina
- Fue asesor externo del Viceministerio de Minas y Energía
- Fue asesor externo de la Comisión de Energía, Minas e Hidrocarburos de la Cámara de Diputados
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Reformas para dinamizar la economía: “Vinimos para transformar Paraguay”, dice Peña
El presidente de la República, Santiago Peña, lideró la presentación del paquete de 10 proyectos de leyes económicas que, según afirmó, marcan el rumbo hacia un Estado más moderno, eficiente y orientado a generar oportunidades reales para la ciudadanía. Las iniciativas apuntan a reformas estructurales que abarcan desde la administración pública hasta el impulso del sector productivo y la atracción de inversiones.
“Este no es un gobierno que viene a administrar lo que ya existe, sino a transformar el Paraguay”, expresó Peña en un mensaje publicado en su cuenta de X, alegando que estas propuestas legislativas buscan modernizar el sector público, mejorar la calidad del transporte público, dinamizar la economía nacional y adecuar el marco legal del país a estándares internacionales.
Entre los proyectos destacados figuran la fusión de instituciones públicas para optimizar recursos, la creación de incentivos fiscales para promover inversiones y el fortalecimiento de sectores clave como la industria, el turismo y la maquila. También se incluyen medidas para impulsar la producción de tecnología nacional, fomentar las energías renovables y facilitar un sistema de arbitraje más ágil y confiable para resolver disputas comerciales.
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El Ejecutivo también plantea una reforma profunda del sistema de transporte, con el objetivo de devolverle calidad y seguridad al usuario, en un contexto donde el servicio actual es ampliamente cuestionado por la ciudadanía. Se espera que esta transformación no solo mejore la movilidad urbana, sino que también tenga un impacto económico al facilitar el acceso al trabajo y a los servicios.
Asimismo, se prevé una modernización del mercado de valores paraguayo, con miras a potenciar las herramientas de financiamiento a largo plazo, clave para el desarrollo de proyectos estratégicos. La actualización del marco jurídico también buscará dar mayor previsibilidad a los inversionistas, un factor considerado fundamental para el crecimiento económico sostenido.
Desde el Gobierno aseguran que este paquete de reformas constituye una hoja de ruta clara para el fortalecimiento institucional del país, con reglas de juego estables y una visión de desarrollo a largo plazo. Ahora queda en manos del Congreso Nacional el análisis y tratamiento de estas propuestas que, de aprobarse, “podrían marcar un antes y un después en la política económica y social del Paraguay”.
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“El momento oportuno para impulsar la era de la energía limpia”
- ARTÍCULO DE OPINIÓN DE: António Guterres
- Secretario General de las NN. UU.
La energía ha marcado la trayectoria de la humanidad, que logró dominar el fuego, aprovechar el vapor, dividir el átomo. Nos hallamos ahora en el albor de una nueva época: el sol alumbra el inicio de una era de energía limpia.
El año pasado, casi toda la nueva capacidad instalada correspondió a energías renovables y las inversiones en energía limpia se dispararon hasta alcanzar los 2 billones de dólares, es decir, 800.000 millones más que en combustibles fósiles.
La energía solar y la energía eólica son ahora las fuentes de energía más baratas de la Tierra, y los sectores de energías limpias están creando empleos, impulsando el crecimiento y potenciando el progreso, a pesar de que los combustibles fósiles siguen recibiendo subvenciones mucho mayores.
Los países que se aferran a los combustibles fósiles no están protegiendo su economía, sino saboteándola, minando la competitividad y desperdiciando la mayor oportunidad económica del siglo XXI.
La energía limpia también aporta soberanía y seguridad energéticas. Los mercados de combustibles fósiles están a merced de las bruscas fluctuaciones de los precios, la disrupción del suministro y las tensiones geopolíticas, como se comprobó cuando Rusia invadió Ucrania.
Por el contrario, ni la luz solar sube bruscamente de precio ni el viento está sujeto a embargos, y casi todas las naciones tienen suficientes recursos renovables para autoabastecerse de energía.
Finalmente, la energía limpia estimula el desarrollo, porque puede llegar a los cientos de millones de personas que aún viven sin electricidad de forma rápida, asequible y sostenible, sobre todo gracias las tecnologías solares en pequeña escala y fuera de la red.
Por todos estos motivos, la era de la energía limpia es imparable. Pero la transición aún no se está haciendo con suficiente rapidez ni justicia y está dejando atrás a los países en desarrollo. Los combustibles fósiles continúan dominando los sistemas energéticos, y las emisiones siguen aumentando, cuando deberían caer en picado para evitar las peores consecuencias de la crisis climática. Para solucionar esta situación, necesitamos actuar en seis frentes.
En primer lugar, los gobiernos deben comprometerse plenamente con un futuro de energía limpia. Todos los países han prometido presentar en los próximos meses nuevos planes climáticos nacionales, llamados contribuciones determinadas a nivel nacional, con metas para la próxima década.
Estos planes tienen que cumplir el requisito de limitar el aumento de la temperatura mundial a 1,5 ºC, abarcar todas las emisiones y todos los sectores y trazar una clara trayectoria hacia la energía limpia. Los países del G20 deben tomar la iniciativa, pues sus miembros producen alrededor del 80 % de las emisiones mundiales.
En segundo lugar, debemos construir sistemas energéticos propios del siglo XXI. Las energías renovables no pueden desarrollar todo su potencial sin redes y sistemas de almacenamiento modernos. Sin embargo, por cada dólar que se invierte en energía renovable, solo se destinan a redes y almacenamiento 60 centavos, mientras que la proporción tendría que ser uno por uno.
En tercer lugar, los gobiernos deben tratar de satisfacer con renovables la creciente demanda mundial de energía. Las grandes empresas tecnológicas también tienen que poner de su parte. En 2030, los centros de datos podrían llegar a consumir tanta electricidad como toda la que utiliza el Japón en la actualidad. Las empresas deben comprometerse a alimentar esos centros con energías renovables.
En cuarto lugar, debemos integrar la justicia en la transición energética. Esto significa ayudar a las comunidades que aún dependen de los combustibles fósiles a prepararse para un futuro de energía limpia.
Y significa también reformar las cadenas de suministro de los minerales esenciales, que están plagadas de abusos de los derechos y destrucción ambiental y atrapan a los países en desarrollo en el fondo de las cadenas de valor. Esta situación debe terminar.
En quinto lugar, debemos hacer del comercio una herramienta de transformación energética. Las cadenas de suministro de energía limpia están muy concentradas, mientras que el comercio mundial se está fragmentando. Los países comprometidos con la nueva era energética deben procurar diversificar los suministros, recortar los aranceles sobre los productos de energía limpia y modernizar los tratados de inversión para que apoyen la transición.
En sexto y último lugar, debemos estimular la financiación destinada a los países en desarrollo. El año pasado, África solo recibió el 2 % de la inversión en energías renovables, a pesar de que alberga el 60 % de los mejores recursos solares del mundo.
Necesitamos actuar a nivel internacional para impedir que los reembolsos de la deuda esquilmen los presupuestos de los países en desarrollo y para que los bancos multilaterales de desarrollo puedan aumentar sustancialmente su capacidad de préstamo y movilizar mucha más financiación privada.
También necesitamos que las agencias de calificación crediticia y los inversionistas modernicen las evaluaciones del riesgo para tener en cuenta la promesa de la energía limpia, el costo del caos climático y el peligro de los activos varados de combustibles fósiles.
Tenemos al alcance de la mano una nueva era energética, una era en que la energía barata, limpia y abundante impulsará un mundo rico en oportunidades económicas, las naciones tendrán la seguridad de la autonomía energética y el don de la electricidad será un don universal.
Este es el momento oportuno para impulsar el cambio global. Tenemos que aprovecharlo.
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Itaipú renovará 2 colegios
Itaipú Binacional financia obras de refacción y renovación total en el Colegio Nacional de la Capital (CNC) y el Colegio Técnico Nacional (CTN), beneficiando a más de 4.500 estudiantes.
Las intervenciones, enmarcadas en su política de responsabilidad social, buscan dotar a ambas instituciones de infraestructura segura, moderna y adaptada a las exigencias pedagógicas actuales.
El director general paraguayo de Itaipú, Justo Zacarías Irún, visitó ambas obras junto al director de Coordinación, Julio Paredes, y destacó el compromiso de iniciar el año lectivo 2026 con los colegios totalmente renovados. “Alrededor de 150 personas trabajan en cada colegio. Queremos que los estudiantes tengan condiciones dignas de estudio”, señaló.
En el CNC, fundado en 1877, Itaipú financia la reconstrucción completa del campus escolar, tras un diagnóstico técnico que recomendó demoliciones, refuerzos estructurales y mejoras integrales.
La obra, adjudicada a la empresa Implenia SA, abarca 7.750 m² e incluye aulas, laboratorios, comedor, sanitarios, biblioteca, accesos y señalética institucional. La inversión asciende a G 21.750 millones, con un plazo de ejecución de ocho meses.