El presidente de la Unión Industrial Paraguaya (UIP), Gustavo Volpe, manifestó su postura en contra a la pretensión de ciertos sectores políticos, que desconociendo la coyuntura económica de los dos países vecinos, pretenden aumentar la presión tributaria en el país. “Es estirado totalmente de los pelos pretender aumentar impuesto en esta situación cuando las empresas están empezando a cerrar”, aseveró Volpe, al tiempo de hacer un llamado a la racionalidad impositiva con una lectura correcta del termómetro económico.
De acuerdo con Volpe, la situación económica en un contexto de pandemia es una coyuntura distinta a cualquier otra, eso tiene sus consecuencias y se refleja en el cierre de las empresas paraguayas. “Nuestra prioridad es subsistir ahora, hay muchas empresas que están cerrando, por supuesto que después vamos a hablar de la reforma del Estado y estudiar la carga tributaria”, sostuvo Gustavo Volpe, presidente UIP.
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Efecto contrario
“Aumentando el impuesto el contrabando va seguir campante en nuestro país”, indicó Volpe para poder dar a entender que con la inestabilidad de los sistemas económicos en los países vecinos que están cayendo en la informalidad rápidamente. Volpe calificó de inusitadas a estas propuestas de aumentos impositivos solo basadas en cuestiones ideológicas, sin tener en cuenta los indicadores económicos. “Es estirado totalmente de los pelos pretender aumentar impuesto en esta situación cuando las empresas están empezando a cerrar”, finalizó Gustavo Volpe presidente de la UIP.
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Identifican 10 desafíos estructurales que limitan a la industria y proponen hoja de ruta
El Centro de Estudios Económicos (CEE) de la Unión Industrial Paraguaya (UIP), identificó 10 desafíos estructurales que frenan el desarrollo industrial del país y presentó la hoja de ruta propuesta que busca abordar directamente seis de estos puntos.
Este jueves se presentaron los resultados del estudio “Diseño de una hoja de ruta para una política de desarrollo industrial y trabajo decente”, elaborado con el apoyo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). El documento propone una estrategia estructurada para impulsar una política industrial técnica, progresiva y multisectorial, con enfoque en productividad, sostenibilidad e inclusión laboral.
Diez puntos
Los diez puntos abarcan: mejorar la infraestructura, aprovechar mejor nuestra energía (mejorar eficiencia y aumentar oferta energética), agregar más valor a nuestras exportaciones, usar más tecnología y aumentar la productividad, apuntar al acceso al financiamiento.
Además, formar más trabajadores especializados, eliminar barreras comerciales y reducir burocracia, adaptarse a las demandas de sostenibilidad, atraer grandes industrias tecnológicas, así como fortalecer nuestras instituciones.
A partir de la metodología internacional GIFF (Growth Identification and Facilitation Framework) el estudio analizó países que enfrentaron desafíos similares a Paraguay y lograron avanzar en su industrialización, como Croacia, Bulgaria, Costa Rica, Tailandia o República Dominicana.
Cinco líneas de trabajo
Entendiendo esa base en sus experiencias y en las capacidades locales, se identificaron cinco líneas de trabajo sectoriales relevantes para el Paraguay: la primera es la agroindustria 2.0, es decir, escalar desde la producción de soja, arroz y carne hacia bioplásticos, balanceados, gelatina y proteínas vegetales. En segunda línea, la industria de cables y componentes eléctricos, integrando a cadenas regionales para sectores como automoción, salud y energía.
Como tercer lugar, la manufactura liviana y electrónica básica con dispositivos médicos, circuitos, industria química-farmacéutica. En cuarto orden las industrias metalúrgicas y electrointensivas como el aluminio, baterías, hidrógeno verde y centros de datos, aprovechando la energía limpia nacional.
Y por último, dar cabida a los textiles funcionales como ropa técnica para salud, deportes, defensa e industria, con alto potencial para mipymes y empleabilidad femenina.
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Apuestan a la IA como una necesidad estratégica para aumentar la competitividad
En un mundo donde la innovación tecnológica y el avance acelerado de la inteligencia artificial (IA) están redefiniendo modelos productivos, educativos y laborales a nivel global, la articulación entre el sector empresarial y el ecosistema académico se vuelve estratégica, para aprovechar estas nuevas herramientas con miras a aumentar la productividad y competitividad.
Por eso, la capacidad de adaptación frente a estos cambios incidirá directamente en la competitividad de los países, la calidad de su formación profesional y la sostenibilidad de sus industrias. Estar ajeno a estas herramientas es estar fuera de lo que se llama la revolución industrial.
En este sentido, la Unión Industrial Paraguaya (UIP) y la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) organizaron este martes el Foro Internacional “Innovación e Inteligencia Artificial: Oportunidades para la productividad en Iberoamérica”. El presidente de la UIP, Enrique Duarte, señaló que el evento representa una apuesta fuerte al futuro del país. “En un mundo en constante evolución la innovación y la inteligencia artificial ya no son una opción sino una necesidad estratégica para las empresas”, afirmó.
Este foro apostó principalmente a dos pilares, por un lado, la productividad para mejorar la competitividad y en segundo lugar aumentar la formación con miras a las nuevas tecnologías. “Hoy estamos frente a una situación que cambia de paradigma y para nosotros implica un desafío enorme”, refirió Andrés Elich, secretario general adjunto de la OEI.
Explicó que la IA no solo implica la automatización de rutinas, sino utilizarlo de forma correcta. “Estamos ante una herramienta extraordinaria en términos de potenciales que nos obliga a nosotros en el mundo educativo a repensar la forma en que nos relacionamos con el conocimiento y cómo formamos a los jóvenes”, señaló.
El viceministro de Industria, Marco Riquelme, por su parte, resaltó la importancia del conocimiento para la revolución industrial, teniendo en cuenta que si no se apuesta a la formación y capacitación de mano de obra nuestro país estará fuera de esta nueva tendencia. “Con la inteligencia artificial la oportunidad que tenemos es generar productividad y reducir los costos, y a través de las mismas maquinarias que hoy tenemos lograr conquistar otros mercados con la exportación de bienes y servicios”, resaltó.
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La industria alimentaria nacional apunta a desarrollar productos de nicho para aumentar exportación
El miembro de la Mesa Sectorial de Alimentos de la UIP, Francisco Martino, explicó que Paraguay tiene actualmente una desventaja en la producción alimentaria debido a su bajo volumen de producción y población reducida. En este sentido, explicó que el desafío de la industria local es desarrollar productos de nicho para aumentar la exportación.
Para que Paraguay pueda competir con los países vecinos, debe aumentar su producción alimentaria. Sin embargo, su producción se ve limitada porque no tiene escala ni la suficiente materia prima. “Nos falta poder producir más cantidad para poder llegar a los valores y poder competir con el mercado extranjero como el brasilero, por ejemplo”, señaló Martino.
En este sentido, la industria alimentaria apunta a la producción de productos de nicho para aumentar su competitividad y por ende la exportación. “La opción que nos queda a nosotros, teniendo en cuenta que como industria podemos hacer producciones más pequeñas, estamos acostumbrados a trabajar con volúmenes más chicos, hacer productos que sean de alto valor, que sean con un valor agregado importante y especializarnos en eso. Esa es la idea que tenemos como mesa sectorial y consideramos que es la forma en la que Paraguay puede competir en los mercados internacionales”, manifestó a la radio 1.000 AM.
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Martino explicó que industria alimentaria local tiene el equipamiento y el conocimiento técnico necesario para avanzar hacia la producción de bienes con mayor valor agregado. Sectores como el de lácteos, la heladería y los snacks son ejemplos de que se puede innovar y adaptarse a las exigencias de los mercados internacionales.
También se podría ampliar horizontes en otros sectores como las de verduras y frutas. “Todos los productos derivados de verduras, todos los productos derivados de frutas, todos los productos derivados que sean con etiqueta limpia, que es Clean Level, que es la nueva tendencia, productos altos en proteínas. Es cuestión de ir armando productos que estén hechos para lo que consume el consumidor en cada uno de los mercados”, señaló.
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Enrique Duarte: “Estamos entrando en una nueva temporada de oportunidades”
- Por Rodolfo Sosa
Paraguay busca que la industria se posicione cada vez más como un soporte de las grandes exportaciones tradicionales y brinde una previsión al comercio exterior, ya que no depende, en demasía, de factores climáticos.
El presidente de la Unión Industrial Paraguaya (UIP), Enrique Duarte, concedió a La Nación/Nación Media una entrevista para formar parte de los Hacedores LN y exponer su visión personal y la del gremio acerca de la senda que transita el país para alcanzar el deseado desarrollo para todos los habitantes.
Duarte, ingeniero eléctrico de profesión, reflexionó sobre el estado actual del sector, sus principales desafíos y vaticinó que Paraguay ingresará a una “temporada de oportunidades” vinculadas principalmente a su potencial de país generador de energía limpia y renovable, y que los jóvenes que deseen ingresar a la industria recibirán un país con grandes chances y desafíos.
- ¿Cómo se describe a sí mismo como profesional y líder gremial?
Soy ingeniero y empresario, con una trayectoria forjada en el trabajo concreto, tanto en la gestión de empresas como en el impulso de proyectos que contribuyan al desarrollo del país. Me considero una persona con visión estratégica, pero también con un fuerte sentido práctico, profesando principios como la ética y responsabilidad profesional, sensibilidad social y medioambiental.
Como líder gremial, he asumido el compromiso de representar al sector industrial no solo en sus demandas internas, sino también en su proyección internacional. Mi objetivo es construir puentes entre sectores, entre regiones, entre Paraguay y el mundo. Liderar desde la UIP significa articular esfuerzos, generar consensos y movilizar voluntades para que la industria paraguaya siga siendo motor de progreso.
- ¿Cómo nació su interés por la industria nacional y qué lo motivó a involucrarse en la UIP?
Mi interés por la industria nacional nace desde la experiencia. Como empresario, viví de cerca los desafíos y las oportunidades del sector. Pero también entendí que ningún empresario crece solo: necesita un entorno que promueva la inversión, valore la producción local y facilite la innovación.
La persona que me motivó a involucrarme en la UIP, fue quien en ese momento fuera presidente, el ingeniero Eduardo Felippo, así como también fue quien me confiara muchas tareas de responsabilidad en el ámbito de la dirigencia gremial de la industria nacional.
- ¿Qué significa para usted presidir una institución con tanto peso en la economía del país como la UIP?
Es un gran honor y una enorme responsabilidad. La UIP representa a un sector que transforma materia prima en valor agregado, genera miles de empleos y sostiene buena parte del crecimiento económico del país.
Presidir la UIP implica no solo defender a nuestros industriales, sino también vender la imagen del Paraguay industrial al mundo, atraer inversiones y fortalecer nuestra inserción en los mercados globales. Estoy convencido de que cuando a la industria le va bien, al país entero le va bien.
- ¿Qué sectores dentro de la industria nacional considera que tienen mayor potencial de crecimiento en los próximos años?
Paraguay tiene sectores industriales con un enorme potencial. Por un lado, se encuentran los sectores vinculados a la agroindustria, más allá de los aceites, las harinas y la carne, muchos alimentos procesados se encuentran en expansión, ganando espacio en mercados externos. En la misma línea, la industria forestal y maderera se encuentra recibiendo muchas inversiones y conquistando mercados competitivos y exigentes.
Hay que destacar también el gran crecimiento del sector metalúrgico. Un rubro que está escalando a pasos agigantados, recibiendo grandes inversiones extranjeras. La fabricación de productos de metal es un gran potencial que debemos explotar. El sector se encadena con muchas industrias conexas, trabajo intensivo como la construcción, y con gran potencial de valor agregado como la industria naval, sector prioritario.
Las industrias química y farmacéutica son un gran ejemplo, habiéndose consolidado en el mercado interno con la producción de medicamentos genéricos, y exportando a diversos mercados regionales.
Pero sin duda, un sector que está mostrando una trayectoria explosiva es la industria de productos para el sector automotriz, impulsados por el régimen de maquila, constituyendo hoy un sector de peso en las exportaciones de origen industrial.
Auguramos un futuro promisorio en la industria ligada a la generación de energía eléctrica. Si invertimos de forma anticipada y estratégica en nuevas y diversificadas fuentes de generación, podríamos convertirnos en un hub energético regional y atraer industrias electrointensivas como la reducción de minerales, producción de fertilizantes y petroquímica, generando empleo, valor agregado y sustitución de importaciones.
La intensificación de la exploración de hidrocarburos, especialmente de gas natural, es una necesidad estratégica para consolidar la diversificación de nuestras fuentes de generación de energía.
Estamos entrando en una nueva temporada de oportunidades: el mundo demanda la industria de la bioenergía, energía más limpia, cercana y confiable, constituyendo para el Paraguay y la región un gran potencial para ese nicho de inversión.
- ¿Cuál es su visión sobre el estado actual de la industria paraguaya? ¿Estamos en un momento de expansión, de desafíos o de transición?
La industria paraguaya se encuentra en plena expansión. En la década de los noventa, las exportaciones manufactureras eran apenas el 7 % del total, sin embargo, hoy la industria ya ocupa el 40 % del total de las exportaciones.
Aunque esto ha sido impulsado principalmente por manufacturas tradicionales, la canasta exportadora se diversifica cada vez más; las manufacturas de origen industrial ya ocupan aproximadamente el 30 % de las exportaciones industriales. Entonces, es notable que la industria paraguaya se encuentra en un proceso progresivo de crecimiento y diversificación, lo que no quita el hecho de que los desafíos estén a la orden del día.
- ¿Cuáles son los principales desafíos que enfrentan hoy los industriales paraguayos en términos de competitividad?
La industria paraguaya enfrenta una serie de desafíos estructurales que deben ser abordados de manera integral para mejorar su competitividad. En primer lugar, persiste una alta informalidad que distorsiona la competencia y desalienta la inversión formal. Esto va de la mano con un entorno normativo que muchas veces resulta complejo y costoso, y también de una matriz productiva con niveles de productividad heterogéneos y, por lo general bajos.
Otro desafío central es el acceso al financiamiento. Hoy, los industriales operan en condiciones desiguales respecto a otros sectores económicos. La industria necesita crédito de largo plazo y en condiciones de desarrollo, adaptado a sus ciclos productivos, con tasas competitivas y garantías accesibles. Aunque parezca una obviedad, para diversificar la matriz productiva es importante que sectores no tradicionales puedan invertir y expandirse.
En términos de infraestructura, aún enfrentamos deficiencias logísticas. Al ser Paraguay un país mediterráneo, esto reduce nuestra capacidad de competir en mercados foráneos.
En términos de formación profesional y educación, debemos fortalecer y ampliar el capital humano, aspecto indispensable para mejorar nuestros niveles de productividad. Se necesita una mayor vinculación entre el sistema educativo y la industria; adaptando la oferta educativa a la demanda laboral de la economía.
Por supuesto, el contrabando siempre es un desafío latente. A pesar de que las importaciones no registradas hoy son menores en relación a unos años atrás, requerimos seguir fortaleciendo nuestra estructura normativa dotando a la autoridad de control de capacidades para mejorar la lucha contra este flagelo.
- ¿Qué rol juega la innovación y la tecnología dentro del sector industrial y cómo se está adaptando Paraguay a estas tendencias?
La innovación y la tecnología son condiciones indispensables para una industria competitiva y sostenible. En el largo plazo esta es la raíz del crecimiento y desarrollo económico, debido a su estrecho vínculo con la productividad.
Sin embargo, en Paraguay la inversión en investigación y desarrollo (I+D) sigue siendo alarmantemente baja, representando solo el 0,14 % del PIB. Según un estudio del BID, la industria paraguaya presenta cierto rezago en la aplicación de tecnología en relación a sus vecinos, pero también hay puntos para destacar, por ejemplo, la industria paraguaya presenta una mayor adopción de tecnología de tercera y cuarta generación que la industria uruguaya, representando un dato no menor.
- ¿Cuál es su mensaje a los jóvenes emprendedores e industriales que están empezando en Paraguay?
A los jóvenes industriales les depara un país lleno de desafíos y oportunidades en materia de producción industrial. Si bien tenemos un mercado interno pequeño, el regional amerita un enfoque especial, con mucha dedicación, innovación e incorporación tecnológica en los procesos productivos.
Si tuviera que dejar un mensaje diría, fórmense profesionalmente, innoven e introduzcan tecnología en los procesos productivos con valentía y ambición, sean formales, que la conducta ética y responsable siempre estén presente en sus vidas, y que no olviden que vivimos en una sociedad donde entre todos debemos construir un país más equitativo y desarrollado.
Perfil
- Ingeniero en Electricidad por la Universidad Federal de Río Grande del Sur, Brasil
- Se desempeñó como profesor de la cátedra de Electrotecnia II de la Facultad de Ingeniería de la UNA
- Presidente de la Cámara Paraguaya del Petróleo (1994-2007)
- Presidente de la Cámara de Empresas Eléctricas (2015-2019)
- Presidente de Tecmont S.A. y Novaterra S.A.
- Director de Trafopar S.A. y Sky Cop S.A.
- Presidente de turno de la Federación de la Producción, la Industria y el Comercio (Feprinco)
- Actualmente presidente de la Unión Industrial Paraguaya