Ernesto Benítez, presidente de la Industria Nacional del Cemento (INC), salió al paso de publicaciones periodísticas sobre el uso de bonos de 80 millones de dólares, que supuestamente generan pérdidas para el ente estatal. Detalló el proceso de cambio de combustible que se realizó con el objetivo de mejorar la producción y el precio final del producto. La efectividad del plan que lleva varios años podrá verse un año y medio después de la instalación total del equipamiento de la planta.

La inversión de los bonos soberanos -según explicó en comunicación con Universo 970 AM- representa la ejecución de un proyecto que no se generó en el gobierno anterior, sino en administraciones anteriores, alrededor del año 2010 cuando se notó que la utilización del fuel oil (que es el combustible líquido) producía un alto costo en el producto final que era el cemento. “Se tenía que optimizar eso cambiando a coque, un combustible sólido que era mucho más barato y podría alcanzar el mismo estándar de producción”, destacó.

El proceso de cambio de combustible en Vallemí al coque se da con mayor fuerza desde el 2014 hacia adelante, que es cuando según Benítez se aplica la utilización de los bonos soberanos y se hace el desembolso más importante.

“El proyecto tiene un principio y un final a partir del cual se tiene que medir cuál es el resultado. Ese es el punto al cual todavía no llegamos”, declaró.

Benítez explicó además que desde una visión más periférica se está aún en etapa de ejecución del proyecto y que a nivel general la planta en Vallemí está funcionando. También indicó que solo falta la instalación de un ventilador en la zona del motor de la planta, para mejorar la productividad.

“Una vez que eso se instale vamos a conseguir elevar la producción nominal de clinker. Mientras no logremos instalar eso, el horno va a seguir produciendo con toda la estabilidad con la capacidad que tenemos instalada en este momento”, aclaró.

Benítez expresó que existe un cronograma y se tenía previsto ya tener instalados esos equipos, pero el año pasado, con el cambio de gobierno, saltaron algunos inconvenientes con los contratos y adendas que imposibilitaron concretar la instalación de los equipos que faltaban.

“Había que hacer otros trámites burocráticos, porque en la función pública los plazos son más lentos. Ahora estamos completando esos trámites y ya se podrán traer los equipos para instalar. Aproximadamente en un año y medio vamos a empezar a producir mejor con ese ventilador instalado”, sostuvo.

Al ser consultado sobre la bajante del río, explicó que la consecuencia principal es que se recibe con mayor lentitud el clinker que se produce en Vallemí y que se utiliza para producir el cemento en Villeta y distribuir al mercado. La lentitud produce una cierta merma en el despacho del material.

“En meses anteriores, en que no hubo tanta demanda y el río se encontraba en su condición de operación normal, nosotros habíamos producido lo suficiente como para abastecer los depósitos que estuvieron por bastante tiempo colmados de cemento. En ese momento llega la bajante pronunciada del río que hace que se empiece a utilizar el producto”, afirmó.

En este contexto es que -según el titular de INC- surgió una especulación con respecto a una supuesta faltante del material, lo cual fue negado. “Ya había quedado en el ambiente comercial la idea de una supuesta escasez que se aprovechó para subir el precio. El MIC colaboró mucho también liberando algunas licencias para que algunos importadores traigan el material y que se desvirtúe con eso la especulación y nosotros aclaramos que la cantidad de cemento era casi la normal”.

Sobre las publicaciones, sostuvo que prefiere mirar lo que se está haciendo y no hacer caso a las críticas.

“Tenemos gente comprometida, funcionarios muy capacitados en ambas plantas y también en la central que tenemos acá en la ciudad de Asunción", subrayó.

Al hablar sobre los datos, dijo que son públicos y que diariamente se da información sobre l despacho del material "Para nosotros lo de las publicaciones periodísticas son cuestiones tangenciales que no afectan a nuestra capacidad de producción”, finalizó.