El asesor del Ministerio del Interior, José Ignacio González Macchi, habló sobre el incidente protagonizado por el senador Paraguayo “Payo” Cubas con dos policías, en un puesto policial de Minga Porâ departamento de Alto Paraná. En una entrevista con Universo 970 AM refirió que no existen motivos ni justificativos para que el legislador agreda a los uniformados.
Calificó su actuar como delictual debido al maltrato físico y verbal contra los uniformados. Pidió sanción al senador por daños y perjuicios contra la comisaría y la patrullera, también por hacer apología al delito, ya que afirmó que instó a “matar 100 mil brasileños”.
Los suboficiales Martín Espínola Osorio y Celso Antonio Galeano Miño fueron agredidos en la tarde del lunes por el senador Cubas y luego realizaron una denuncia contra el senador. "Los policías afectados hicieron una denuncia contra el senador Paraguayo Cubas. En la calle, el senador Paraguayo Cubas es un ciudadano más, que debe respetar la Ley”, expresó Macchi.
El suboficial Espínola Osorio cuanta con 22 años de servicio. Calificó como violento e irracional el comportamiento del senador. Señaló que en todo este tiempo nunca fue tratado de una manera tan agresiva y denigrante. “Tenemos el respaldo del Ministro del Interior. Él es nuestro ‘papá guasu’ y nos dijo con firmeza que nadie puede agredir al policía que está haciendo su trabajo”, afirmó.
El Instituto Forestal Nacional (Infona) señala que los rollos de madera denunciados por Cubas como producto de una deforestación ilegal en Minga Porã, son complemente legales y que tienen sus documentos en regla. Indican que los rollos provienen de un Plan de Manejo Forestal que es un sistema de producción en la que se hace la tala selectiva.
Cubas se presentó en el lugar luego de recibir una denuncia de que supuestamente los uniformados iban a liberar 3 camiones con rollos de madera, producto del tráfico y tala ilegal de bosques. Exigió a los uniformados presentes a que procedan a la detención de los conductores de los camiones que yacían detenidos en el puesto policial.
Ante la negativa de los policiales, Cubas empezó a patear un móvil patrullera, procediendo luego a extraer la llave del mismo y detener la marcha del rodado.