La ida de Juan Arrom, Anuncio Martí y Víctor Colmán de Uruguay a Finlandia, donde consiguieron estatus de refugiados, genera una serie de dudas y suspicacias, principalmente sobre si hubo fallas del Estado paraguayo o si hay complicidad a nivel internacional para el viaje de los prófugos de la justicia paraguaya.

El fiscal Ricardo Merlo manifestó este miércoles que se enteraron en las últimas horas que Uruguay rechazó la extradición y otorgó refugio a estas tres personas, quienes decidieron salir del país charrúa e ir a Finlandia, donde también fueron beneficiados con el estatus de refugiados políticos y ahora es prácticamente imposible que sean traídos a Paraguay.

“Tenemos que hacernos muchas preguntas porque tenemos una orden de Interpol, que a pesar de haber una sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que dejó en claro que ellos no fueron perseguidos políticos, se deja sin efecto por razones de derechos humanos. El otro hecho es que el Estado paraguayo va hasta Uruguay a explicar que no son perseguidos políticos, que son prófugos de la justicia, tampoco se logra que tomen otra determinación”, dijo el fiscal en comunicación con Universo 970 AM.

Las autoridades paraguayas manejan también la información de que un alto comisionado de las Naciones Unidas habría proporcionado pasaportes diplomáticos para Juan Arrom, Anuncio Martí y Víctor Colmán, facilitando la ida a Finlandia. Para el fiscal, se debe realizar una investigación a fin de determinar quiénes son los que están protegiendo a los prófugos de la justicia paraguaya.

No importó que el Estado paraguayo haya ganado el caso en la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Señaló que Paraguay contrató abogados en Uruguay para que estén atentos a la causa que se estaba llevando en el país charrúa, pero ni aún así se pudo conocer el rechazo de la extradición que se había emitido el pasado viernes.

El caso tomó estado público recién a últimas horas de este martes, cuando los prófugos ya estaban en el aeropuerto de Carrasco, Montevideo, Uruguay, a la espera del vuelo que los llevó a Madrid, donde arribaron pasada las 06:00 de las mañana de este miércoles y posteriormente partieron hasta Helsinki.

“Esta gente está yendo sobre rieles cuando el Estado paraguayo está peleando y respetando todas las reglas que se imponen en derechos humanos y otras autoridades de derechos humanos están dándoles pase libre a esta gente para escaparse. Esperemos que haya alguna vía para que estas personas enfrenten el juicio oral que quedó pendiente”, agregó el fiscal Merlo.

El fiscal de Asuntos Internacionales, Manuel Doldán, explicó que no fue una fuga de Uruguay, sino una salida natural al ser beneficiados con el estatus de refugiados en el país charrúa y en Finlandia, ya que tampoco estaba activado el código rojo de la Interpol y habrían conseguido también un salvoconducto, documento extendido que permite al portador viajar libremente y sin riesgo por un lugar determinado.

“Nosotros como Estado y menos yo como fiscal tuve conocimiento respecto al refugio porque fue un procedimiento declarado por la juez competente como sigiloso y reservado para las partes. Incluso con una pena privativa de libertad para quienes puedan violar algún tipo de información vinculada al refugio. De esa manera tampoco los colegas fiscales de Uruguay podían dar información de lo que estaba pasando”, explicó el agente del Ministerio Público en comunicación con Universo 970 AM.

Los prófugos de la justicia abandonaron territorio uruguayo en horas de la tarde de este martes, con destino a Madrid. Desde el viernes se movilizaron libremente en Uruguay con el refugio otorgado por las autoridades de ese país, hicieron los trámites para ir a Finlandia, mientras las autoridades no estaban en conocimiento de lo que estaba pasando y todos creían que el refugio aún se encontraba en instancia de apelación.

“Llegaron esta madrugada al aeropuerto de Barajas y ellos estaban con documentación concedida por las Naciones Unidas, incluso con documentación expedida por el gobierno finlandés, en España solamente pidieron escala y en esa escala tampoco se pudo efectivizar la detención porque la Interpol levantó el código rojo a pedido de los defensores de Arrom, Martí y Colmán. Tienen apoyo de una estructura de proporciones indeterminadas”, añadió Doldán.

El abogado de los prófugos de la justicia paraguaya, Rubén Lisboa, manifestó que sus defendidos nunca más volverán a Paraguay porque la propia ley impide que regresen al país donde supuestamente fueron torturados. Destacó que el Gobierno mintió al decir que serían extraditados y aclaró que los tres nunca perdieron el estatus de refugiados, otorgado por las Naciones Unidas.

"No hay motivos para levantar el estatus de refugiados políticos. Aquí hubo tortura, la tortura existió. Acá se aplicó y se cumplió el derecho internacional, es todo lo que se hizo. No fue un error de Paraguay, considero que se aplicó la regla y el derecho internacional”, dijo el defensor de Arrom, Martí y Colmán a la 800 AM.

Estas personas abandonaron territorio uruguayo, a pesar de que la justicia de ese país les otorgó el refugio que habían solicitado en el mes de agosto pasado. Lo grave es que el Gobierno paraguayo no fue comunicado de esta concesión.

Habían llegado a Uruguay a mediados del mes de agosto, luego de huir del Brasil, país que les había revocado el asilo que gozaban desde meses después del secuestro de María Edith Bordón, del que supuestamente estos tres habían tenido participación. Juan Arrom, Anuncio Martí y Víctor Colmán huyeron de Paraguay un día antes del juicio oral y público, en el mes de agosto de 2003.

María Edith Bordón fue secuestrada el 16 de noviembre del 2001 cuando se encontraba en el parque Ñu Guasu. Fue liberada el 19 de enero del año siguiente, tras 64 días de cautiverio. Los tres hombres son sindicados como los supuestos autores del hecho.

Juan Arrom y Anuncio Martí eran dirigentes del Partido Patria Libre (PPL). Arrom fue identificado como el “guardia bueno” y Martí como el “guardia malo” por María Edith durante el plagio. También son sindicados como los propulsores de la creación del Ejército del Pueblo del Paraguayo (EPP), grupo armado que opera en la zona norte del país. Pese a los “esfuerzos" del Gobierno, ahora es prácticamente imposible que estas personas vuelvan a Paraguay.