El exsenador Hugo Estigarribia, uno de los integrantes de la comisión asesora con miras a la revisión del Anexo C del Tratado de Itaipú, sostuvo que en estos momentos existe una crisis de credibilidad del Gobierno.

En comunicación con la radio 1020 AM, manifestó que antes de negociar, el Gobierno debe estabilizarse y recuperar su credibilidad. Cree que primeramente se debe superar dicha crisis, para luego asesorar y poder negociar.

Agregó que ellos como asesores no podrán hacer nada si no se supera antes la crisis política por la que está pasando el país.

En cuanto a la unidad del Partido Colorado, con respecto al posible juicio político contra el Poder Ejecutivo, aseguró que ningún sector está conforme con esta situación. Sin embargo, temen de que asuma el presidente del Congreso Blas Llano, teniendo en cuenta que hay antecedentes con la asunción Luis Ángel González Macchi al poder, tras un juicio político hecho al expresidente Raúl Cubas Grau.

“Yo veo que hubo una especie de blindaje, una unidad con saliva, donde aparecieron tres figuras muy cuestionadas de la política paraguaya, uno es el mariscal de la derrota del 2008, el otro es Juan Carlos Galaverna y le sigue Silvio Ovelar; como los grandes dirigentes, pero no me parece que se de una unidad sobre la impunidad. Aceptamos poner el pecho por la Patria pero tiene que haber condiciones para ello”, aseveró Estigarribia.

Por otra parte, comentó que cuando fue consultado si quería forma parte de la comisión, el sugirió el nombre de Mateo Balmelli y Miguel Carter, éste último es un politólogo norteamericano que conoce mucho los temas brasileños. “No nos hemos reunidos ninguna sola vez. Yo declare públicamente que la integración de esta comisión asesora y el buen trabajo va de la mano de un cambio de directores y consejeros de Itaipú, quienes participaron de las negociaciones, además de la inclusión de diversos sectores”, refirió.

Finalmente, dijo que sabe que Hugo Velázquez negoció muchísimo su permanencia en el cargo y que hizo una especie defensa de juicio político que no correspondía ante Diputados. "Ni la clase dirigente, ni el pueblo paraguayo está conforme con esta situación. Paraguay entra en un periodo de crisis político sin precedentes. La credibilidad quedó seriamente dañada”, concluyó.