El Presidente de la República Mario Abdo Benítez, la Primera Dama de la Nación, Silvana López Moreira y la comitiva oficial retornaron ayer en la noche de Costa Rica; luego de asistir a la audiencia del caso Arrom-Martí ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Durante una breve conferencia, el mandatario señaló que se siente esperanzado de que tengamos un fallo favorable para el Estado. Asimismo, agregó que fue una muy buena decisión acompañar a los representantes del país, quienes defendieron al Estado en la audiencia llevada a cabo en San José de Costa Rica. También valoró la recepción de los miembros de la CIDH. “Entendieron que es un deber moral el defender los intereses de la nación”, destacó.

Con respecto a la críticas que recibió el procurador Sergio Coscia durante la defensa, sostuvo que tanto el procurador como el Ministerio Público se concentraron más desvalorizar las acusaciones contra el Estado. Dijo que fue un debate técnico jurídico no novelesco y que los resultados los vamos a tener con el tiempo.

Mario Abdo llegando de Costa Rica junto a su comitiva. Foto: Presidencia.

Ante todo, Abdo se mostró optimista en que tengamos un fallo a favor del Estado. En ese contexto, anunció que los alegatos finales serian presentados en marzo y que allí van reforzar la defensa del Paraguay.

“Siento que ahora están mas enterados de lo que ocurrió en el proceso triste y trágico que le toco al Paraguay, creo que ahora nos escucharon con mas fuerza, y estamos optimistas porque sentimos que entendieron con claridad la preocupación del Estado y del pueblo”, concluyó.

El presidente Mario Abdo Benítez participó como observador de la audiencia de la Corte Interamericana de los Derechos Humanos, por la demanda promovida por los activistas de izquierda, Juan Francisco Arrom y Anuncio Martí, quienes denunciaron al Estado por tortura y secuestro por parte de la Policía Nacional. Ambos están refugiados en Brasil y fueron imputados por ser los principales sospechosos del secuestro de María Edith Bordón Vda. de Debernardi en el 2001.

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