“El pueblo paraguayo, siempre, siempre, luchó por la libertad, resistió a la opresión y trató de construir su destino arduamente. Así lo hizo hace 30 años y con una enorme ilusión y la esperanza de tantas personas, dentro del país y fuera del país que colaboraron para que ese día llegara”, menciona María Estela Cáceres, presidenta de la Fundación Celestina Pérez de Almada. Ella habla de la caída de la dictadura que se produjo el 2 y 3 de febrero de 1989, durante la conferencia de prensa de la Codehupy - Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay.
Cáceres -que es directora fundadora del Museo de las Memorias Dictadura y Derechos Humanos- remarca que los acontecimientos que se dieron durante el gobierno de Alfredo Stroessner es historia confirmada y documentada. “Hay grandes acontecimientos, que no sólo son relevantes para Paraguay, sino para el mundo”, agrega al aludir al Archivo del Terror que fue hallado en el 22 de diciembre de 1992. Declara que existe una continuidad de la matriz autoritaria y represiva que se mantiene vigente aún en la actualidad.
“No ser cómplices de un país sin memoria”
Oscar Ayala - presidente de la Codehupi- afirma que en épocas de democracia se siguen reproduciendo prácticas dictatoriales. “Mucho que celebrar y mucho que trabajar a 30 años de la caída de la dictadura”, inicia. Da lectura al mensaje emitido por la coordinadora que establece que entre los grandes pendientes están los debates y oportunidades para la concreción de derechos.
Desde Codehupy se reconoce que en estas décadas se dieron esfuerzos en los que participaron tanto funcionarios de gobierno como la sociedad civil, pero que no se ha podido instalar un mecanismo efectivo para terminar con la impunidad de los crímenes cometidos durante la dictadura. Cita cifras: 19.862 personas detenidas arbitrariamente, 18.722 personas torturadas, 236 niños, niñas y adolescentes privados de libertad 17 niños y niñas nacidos en prisión, para mostrar la magnitud del aparato que funcionó en la época.
Lamenta la falta de educación efectiva en derechos humanos para mirar la historia y comprometerse para un cambio efectivo. Proyectos para incorporar a la malla curricular la historia reciente -según dicen- “duermen en los escritorios de altos funcionarios del Ministerio de Educación”. (...) “Instamos a los funcionarios y funcionarias a no ser cómplices de un país sin memoria sobre los crímenes y desidia de la época dictatorial”.
Deuda de Estado
Antonio Pecci, periodista y miembro de la Mesa Memoria Histórica, recuerda que 400 perpetradores de violencia y tortura han sido señalados ante la justicia. Sin embargo, muy pocos han sido llevados a proceso. “Esto es una afrenta a miles de víctimas directas de la represión que han sufrido violaciones de sus derechos humanos” (...) “No son opiniones de organizaciones de la sociedad, es una verdad oficial” (Se puede ver el Museo Virtual MEVES)
Manifiestan que en otros países de la región que también tuvieron gobiernos involucrados en el Plan Cóndor se han registrado avances en juicios e investigaciones, que en Paraguay se siguen frenando. “Una de las grandes deudas que tiene no un gobierno, ni un partido, sino el Estado paraguayo es con cerca de 500 familiares de desaparecidos. que necesitan saber dónde están. Hay muchos referentes, policiales y militares y del servicio de inteligencia que podrían aportar datos para dar con la ubicación de los lugares adonde fueron llevados y ejecutados”.