Luego de su juramento constitucional de rigor, el Presidente de la República, Mario Abdo Benítez y la Primera Dama de la Nación, Silvana López Moreira, llegaron hasta la Catedral Metropolitana de Asunción, para dar inicio al Solemne Te Deum.
Por su parte, Monseñor Edmundo Valenzuela pidió la bendición de las nuevas autoridades y aprovechó la oportunidad para agradecer a Dios por el periodo presidencial que termina, “con sus luces y sombras”. “Se hizo mucho en infraestructura, pero todavía queda mucho por hacer”, aseveró.
Expresó que el rol del Estado y del Gobierno es el mantenimiento de los lazos que unen a la Nación. Ese ese sentido, instó a actuar con sentido de unidad y respetando las diferencias.
Asimismo, solicitó a la sociedad paraguaya no permitir la ideologización de antivalores, así como el aborto. “Respetemos la Constitución Nacional”,
Pidió igualmente fortalecer a la familia basada en la unión estable del varón y de la mujer, con apertura a la prole y a sus miembros.
Por otra parte, exhortó al país superar la desigual e injusta carga de los derechos en el sistema judicial, afirmando que “tenemos que ser realmente iguales ante la Ley del hombre al igual que la Ley de Dios”.
Habló también sobre el desempleo y el sector de la informalidad. Dijo que es una problemática que necesita una solución urgente.
Además, se refirió sobre la situación de las entidades binacionales como Itaipú y Yacyretá y señaló que Paraguay debe obtener todo el beneficio que corresponde al país de estas represas. “El dialogo y la toma de decisiones deberán ser para la mejoría del país”, sentenció.
Añadió sobre el mismo tema que el objetivo de estas negociaciones es obtener el precio justo a las exportaciones energéticas de las dos represas.
Entre otros temas, mencionó Monseñor Valenzuela que se debe cuidar el patrón acelerado de endeudamiento con bonos soberanos de los últimos años. “Necesitamos prudencia”, dijo al momento de considerar que es crítica la necesidad de crear ahorros fiscales propios.