Una empresa habría perpe­trado una estafa millonaria al Instituto de Previsión Social (IPS) durante la pandemia de covid-19, inscribiendo a per­sonas como supuestos traba­jadores para luego cesarlas en un breve lapso y así acceder a la compensación por cesa­ción laboral. El perjuicio eco­nómico supera los G. 1.200 millones, de acuerdo con la fiscal Teresa Sosa.

Según la investigación, se comprobó la inexistencia real de la firma y se constató que las personas involucradas facilitaron sus datos perso­nales para recibir el beneficio, sin haber prestado ningún servicio efectivo. “El perjui­cio para el IPS es más de G. 1.200 millones”, explicó la representante del Ministe­rio Público en comunicación con la 1020 AM. El dueño de la empresa, Julio Ramírez Domínguez, fue imputado por estafa y declaración falsa, mientras que los trabajadores vinculados al esquema afron­tan procesos por estafa. En total, 67 personas quedaron imputadas tras las diligen­cias fiscales.

La fiscal Sosa precisó que, desde el inicio de las inda­gatorias, algunos de los cita­dos a declarar colaboraron con la causa, proporcionando datos clave para esclarecer el modus operandi de la orga­nización. Incluso, varios de ellos procedieron a devolver el dinero indebidamente per­cibido, lo que permitió redu­cir el alcance del perjuicio.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

De las 84 personas inicial­mente investigadas, 67 fueron procesadas judicialmente y el resto quedó fuera de imputa­ción por haber aportado infor­mación y reparado el daño ocasionado. La investigación sigue abierta para determinar si existieron otros responsa­bles o ramificaciones de este esquema fraudulento.

Déjanos tus comentarios en Voiz