El Dr. Gabriel Cuevas especialista en Urología de RapiDoc, menciona que cuando nos preguntamos acerca de la salud masculina, uno de los puntos centrales y con lo que más se relaciona este tema es la micción: el proceso fisiológico de eliminar la orina desde la vejiga al exterior a través de la uretra.
Esto nos lleva directamente a abordar el tema de la próstata, como comúnmente la gente se refiere a estos problemas de micción, y analizar qué es lo que realmente se encuentra detrás de todos esos inconvenientes, cuáles son sus causas y cómo podemos prevenirlos y tratarlos.
El nombre preciso en la literatura médica para referirnos a los problemas relacionados con la micción es síntomas del tracto urinario inferior (STUI). Este término clínico engloba una gran variedad de síntomas relacionados con el almacenamiento y vaciado de la orina, por lo que se dividen en dos grupos principales: STUI obstructivos y STUI irritativos.
A lo largo de la vida, este problema afecta aproximadamente al 50 % de los hombres entre 50 y 60 años de edad. Estos lo interpretan de una manera subjetiva, y afecta de diferente manera su calidad de vida, pudiendo ir desde síntomas tolerables hasta casos en los que la micción resulta imposible, recurriendo a la necesidad de utilizar una sonda uretravesical para lograr el vaciado de la orina. En otros casos, puede incluso causar insuficiencia renal con necesidad de diálisis, así como algún problema oncológico relacionado con la próstata.
El crecimiento de la próstata, muy influenciado por las hormonas sexuales masculinas –principalmente la testosterona–, sufre una serie de cambios que determinan su crecimiento de una manera casi inevitable con el paso de los años. En un porcentaje significativo, esto causará un problema de micción. Inicialmente, los problemas son de tipo mecánico, causados por el crecimiento de la glándula prostática, y si no se toman con seriedad, pueden progresar a síntomas irritativos como la polaquiuria, la nicturia, y otros signos de una afectación más severa por obstrucción prostática.
De ahí la necesidad de determinar y distinguir si existe un problema menor o mayor relacionado con la micción y si está vinculado o no con el crecimiento prostático. Existen aspectos subjetivos que deben evaluarse mediante preguntas y cuestionarios médicos, así como datos objetivos obtenidos a través de estudios laboratoriales, sanguíneos, ecográficos o funcionales, que nos permitirán conocer el grado de afectación de la salud del paciente y determinar el mejor tratamiento posible para su caso.