La ruta que conecta la ciudad de Villarrica con la de Itapé, conocida popularmente como la Ruta de la Fe, se encuentra en estado deplorable, con tramos prácticamente intransitables debido a baches profundos, falta de señalización y erosión en las banquinas.
La ruta de poco más de 17 kilómetros fue construida e inaugurada en setiembre del año 2020, durante el gobierno de Mario Abdo Benítez, y bajo la administración de Arnoldo Wiens en el Ministerio de Obras Públicas. Las obras estuvieron a cargo del consorcio Talavera-Ortellado y tuvieron un costo de poco más de 39 mil millones de guaraníes. Pero a pocos meses de cumplir 5 años de uso ya se encuentra en grave deterioro.
Esta situación no solo pone en riesgo la seguridad vial de conductores y pasajeros, sino que también afecta el transporte de productos agrícolas y mercaderías, trascendentales para la economía de la zona.
Vecinos y transportistas exigen una intervención inmediata ante el abandono prolongado de esta vía, clave para la movilidad en el departamento de Guairá. El mal estado de la ruta ya ocasionó accidentes y daños vehiculares, aumentando los costos de mantenimiento para quienes dependen de esta ruta a diario.
Autoridades locales admiten que las lluvias que se produjeron en algunos pasajes del año han aumentado su deterioro, pero hasta ahora no se han ejecutado las obras de reparación ni de mantenimiento. La comunidad reclama soluciones concretas y no parches temporales, advirtiendo que, de no actuar pronto, el tránsito podría colapsar en temporada de cosecha.
Ante la falta de respuestas, organizaciones civiles y productores de la zona planean movilizaciones pacíficas para exigir al Ministerio de Obras Públicas que le den prioridad a la rehabilitación de este importante acceso. Señalan que, más allá del impacto económico, el abandono de la vía refleja la desconexión con las necesidades del interior del país.
Mientras tanto, los usuarios deben sortear a diario un “vía crucis” de obstáculos, reduciendo velocidad y aumentando los tiempos de viaje en un trayecto que, en buen estado, no superaría los 30 minutos.
La inversión total del Estado paraguayo había sido de 39.871 millones de guaraníes y el proyecto pretendía beneficiar a los pobladores e impulsar el turismo religioso, teniendo en cuenta que miles de peregrinantes visitan el lugar en diciembre de cada año.
La ciudad de Itapé se encuentra a orillas del río Tebicuarymí, muy cerca del límite entre los departamentos de Guairá y Paraguarí; allí acoge el santuario de la Virgen del Paso, un sitio de peregrinación cada 18 de diciembre desde 1955, al que acuden miles de feligreses y turistas cada año.