Durante una confe­rencia de prensa, representantes del Departamento Especiali­zado de Investigación de Homicidios de la Policía Nacional brindaron deta­lles respecto al crimen que tiene como víctima a la comerciante caacu­peña Leidy Karina Amari­lla. Destacaron además la confesión de la autoría del hecho del pasero detenido, quien ya fue imputado por la fiscala Rosa Heinroth por homicidio doloso.

El comisario Richard Vera, jefe del Departamento de Investigación de Homici­dios de la Policía Nacional, confirmó que Sergio Ayala, de 35 años, pasero de la zona de Puerto Elsa, confesó el crimen contra la comer­ciante caacupeña luego de que quien sería su cóm­plice, Sebastián Alderete, indicara que Ayala lo habría contratado para cometerlo, pero ante su arrepenti­miento en el lugar, Ayala habría asesinado a la mujer.

Si bien Sergio Ayala ya fue imputado por la fiscala Rosa Heinroth por homi­cidio doloso y quedó a dis­posición del juzgado para su traslado a un centro de reclusión, también se deter­minará el grado de compli­cidad de Sebastián Alderete, ya que, según las investiga­ciones, este se habría encon­trado también en la vivienda en el momento del hecho.

“Sebastián Alderete habría recibido una propuesta por parte de Sergio Ayala para que él cometa el hecho. Tenemos datos importan­tes con base en las investi­gaciones que Sebastián ya se encontraba en el interior de la vivienda para cometer el hecho, para posteriormente trasladar el cuerpo porque él habría sido contratado por Sergio Ayala. Al final de cuentas, él no se anima, según sus declaraciones, a cometer el hecho, por lo que refiere que el autor material fue Sergio Ayala”, explicó el comisario Vera.

Respecto a la investigación, destacó que en la vivienda, además de encontrar ras­tros de sangre en varios puntos como la cabecera de la cama y partes de la habitación, también fue incautado un cuchillo, el cual aparentemente tam­bién fue usado en contra de la fallecida.

“Manejamos la informa­ción de que a Sergio Ayala la señora Leidy le debía una cantidad importante de dinero por su trabajo y que Sergio ya se lo estaba recla­mando; hubo ciertos roces con la víctima fatal por este motivo. También tenemos datos de que mantenían una relación sentimental, pero de manera esporádica e informal, lo que incomo­daba a Sergio, quien preten­día una relación más formal y estable”, remarcó el jefe del Departamento de Inves­tigación de Homicidios de la Policía Nacional.