Nuestro país cuenta actualmente con varios programas de trasplante en el Sistema de Salud Pública, desarrollados a través del Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT), tales como: renal, adulto y pediátrico; cardíaco, adulto y pediátrico; hígado, adulto y, en proceso de reactivación, córneas y huesos.
Todos los programas son regulados por el INAT, con cobertura universal de todo lo relacionado al pretrasplante-trasplante-posttrasplante. Cada uno de los trasplantados accede a una medicación de por vida, que es proveída y garantizada por la institución.
Un donante que ha fallecido puede salvar a más de 10 personas; los órganos que se pueden donar son: dos riñones, hígado, corazón, dos pulmones y el páncreas.
En cuanto a los tejidos, se pueden ceder las dos córneas, la piel y los huesos. Además, en vida, se puede donar un riñón, una parte del hígado, como también la médula ósea, siempre que sean emparentados.
En el país, según la Ley Anita 6170/18, toda persona mayor de 18 años es considerada donante de órganos posterior a su fallecimiento. Si alguien no desea donar, debe manifestarlo por escrito al INAT. Actualmente, el INAT registra en la lista a 256 personas en espera de un donante, de entre quienes 154 son de córneas, 89 de riñón, 7 de corazón, y 6 son de hígado.De enero 2024 hasta la fecha, se han realizado 73 trasplantes, correspondientes a 37 córneas, 2 corazones, 19 riñones y 15 médulas ósea.
MARÍA LUJÁN SIGUE “ESTABLE”
Tras 14 horas de una maratónica cirugía, los médicos revelaban el miércoles último que el trasplante de corazón para María Luján (15) finalizó con éxito e informaron que la adolescente permanecerá en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Pediátrico Niños de Acosta Ñu con un monitoreo constante de su evolución. El doctor Marcos Melgarejo, jefe de trasplantes del Ministerio de Salud Pública, explicó que el monitoreo es constante, en especial porque se debe de saber con exactitud cómo trabaja el nuevo corazón y si está pudiendo realizar con plenitud las funciones de oxigenación y bombeo a los demás órganos del cuerpo, ya que actualmente cuenta con un soporte que lo asiste temporalmente.
“Ese corazoncito no tenía tanta fuerza, por lo que le ayudamos con una maquinita y ahora ella está estable y tenemos que esperar su evolución. Ella está en terapia intensiva, dormida, conectada al respirador y hora tras hora vamos a ir evaluando para ver en qué momento le podemos sacar esta maquinita que le está ayudando al corazón”, mencionó el profesional en conversación con la 1080 AM.